HIM (2dle) [+18]

✟9

Halo~ 💙💜 Bye~ 💜💙

Pov Stuart:

Colgué la llamada con Nayla, solté un leve suspiro y miré a mi frente. Me encontraba en mi oficina, sentado sobre mi sillón aterciopelado de color negro, con una visita no muy agradable para los habitantes del infierno.
Sentado en el lugar de los entrevistados, se encontraba el albino, o más bien... el ex-albino: Russel.

― Bueno, Harold, no sabía que tenías pareja.

Me reí sarcástico― Qué gracioso eres, Damien.

― Lo sé... ―sacó el tablero de ajedrez de una mochila― Sabes que no me agrada mucho que me llamen por mi segundo nombre, Harold.

Puse mis piezas sobre el escritorio― Pues claro que lo sé, así cómo tú sabes que odio que me llamen por mi segundo nombre.

Sonrió― En algo teníamos que parecernos, ¿no?

― Y lo odio con toda mi inexistente alma ―sonreí mostrando mi dentadura.

Russel se rió sonoramente y colocó sus piezas sobre el tablero. Yo copié su movimiento y su hijo, Jesús, salió de la nada poniendo el temporizador a un lado del escritorio.
Y empezamos a jugar. Russel tenía las piezas blancas, con formas más redondeadas y suaves; yo tenía las piezas rojo-vino oscuro, con formas más ásperas y abruptas. Su rey era él mismo, entre otras palabras, un ser blanco sin forma concreta. El mío, era un demonio alado... un ángel caído con cuernos y una cola alargada.

― ¿Por qué la escogiste? ―preguntó pulsando el temporizador.

Moví con rapidez un peón y comí su caballo― Porque sí ―pulsé el temporizador― ¿Qué más te da? No es como que te importe mucho tu gente.

Se comió mi peón anterior con su alfil― Sí me importa mi gente ―pulsó el temporizador― Pero lo sobrepoblación tiene que bajar de alguna manera.

Avancé con mi torre― No me has respondido, gordo inútil ―pulsé el temporizador y lo miré fijamente.

― Simplemente ―se puso pensativo mirando el tablero. Sonrió y movió su reina comiéndose uno de mis caballos para después pulsar el temporizador― Me pareció extraño ver cómo te interesabas de nuevo por una mortal... más después de lo sucedido con Paula.

― Ella es distinta... sabes que la estuve observando por un tiempo largo ―moví mi rey a uno de los márgenes del tablero y pulsé el temporizador― Algo en ella me atrae y no sé lo que es.

Russel avanzó con su rey algo dudoso― Estás enamorado de una mortal, Harold ―pulsó el temporizador y me miró serio― Va en contra de las reglas y no sirves para ello.

Sonreí de lado― Jaque mate, estúpido ―mi rey se comió el suyo― Lo de las reglas no tiene caso alguno, ¿o acaso crees que me olvidé de esa vez en la que violaste a María diciendo que eras el "Espíritu Santo" y que "era la elegida para dar a luz al hijo de Dios"? ¿O la vez en la que dejaste que Hitler matara a tantos judíos inocentes porque te enfadaste conmigo? ¿O todas esas veces que permites que TU gente haga todas esas atrocidades a niños inocentes? ―guardé mis piezas― Esta partida... la gané yo.

― Supongo que no puedo reclamarte nada ―guardó sus cosas en la mochila que trajo con una sonrisita― Pero, ¿es esa la única razón por la que la escogiste a ella?

Suspiré sacando un cigarrillo del bolsillo mi chaqueta.

― No lo sé... ―encendí el cigarrillo― Sé que la tengo siempre presente en mi cabeza, que estando a su lado olvido incluso que soy el Diablo, todo su ser me calma y me hace sentir bien.