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Halo~ 💙💜 Bye~ 💜💙

Pov Stuart:

Noté su pausada respiración y me alejé de ella con cuidado para no despertarla. Observé su bello rostro por unos largos minutos, suspirando con pesadez.

― Luego vuelvo...

Caminé con lentitud hacia la salida, observé todo por un momento y abrí la puerta para irme del apartamento; a mi derecha apareció Murdoc junto con una nube de gas verdosa.

― Murdoc, ¿qué dije sobre las nubes de gas? ―pregunté, recolocando mi chaqueta americana negra.

Soltó una de sus risas nasales― ¡Es que es lo mejor!

― Y lo que más energía consume ―lo miré, frunciendo mi ceño― Te necesito lleno para cuidar a la madre de los futuros creadores de caos y miseria ―me arreglé el cuello de mi camisa― ¿Hace falta que me repita?

Éste negó rápidamente― ¡P-Perdóneme! ¡N-No volverá a ocurrir!

― Ya van dos faltas, Alphonce ―miré al frente― Sabes lo que ocurrirá a la tercera, ¿verdad?

Tragó saliva con dificultad y asintió. Pude jurar que estaba por llorar.

― Pero... no quiero volver... ¡Este mundo mortal es el infierno que no quiero tocar!

Clavé mis cuencas en sus ojos, atemorizándolo― Haberlo pensado antes, Niccals ―sonreí de forma tétrica― Tu padre y hermano estarían encantados de volver a tenerte a su lado, ¿no crees? Para que seas su sirvienta, su cenicero personal, su saco de arena, su blanco para botellas y dagas, su recipiente para insultos y demás.

Sus ojos se cristalizaron y cerró sus puños.

― No volveré a fallarle, mi señor.

Le di unas palmaditas en el hombro y caminé hacia las escaleras.

― No, otra vez ―susurró.

Suspiré. Sabía muy bien a qué incidente se refería.
Le eché un vistazo a mi reloj y me teletransporté a mi oficina, donde se encontraba Rachel con una pila importante de archivos.

― ¿Y eso? ―cuestioné.

Rachel dejó los archivos sobre mi escritorio, junto al resto, y me miró cansada.

― Gente muerta desde que se fue a ver a su amadísima novia ―resopló― Señor, entiendo que quiera estar con la señorita, pero recuerde quién es y cuál es su trabajo.

Gruñí― Sé muy bien quién soy, Rachel ―me acerqué a ella a una velocidad vertiginosa― No vuelvas a subirte conmigo, ¿entendido?

Asintió con el miedo fluyendo por su cuerpo― Siento mucho haberle enfrentado, no volverá a ocurrir.

Suspiré, calmando mi ser― Anda mujer, ve y descansa. Ya me ocupo yo de mi trabajo.

Una leve sonrisa se formó en su rostro e hizo una pequeña reverencia.

― ¡Hasta mañana, señor! ―exclamó eufórica.

Me despedí con la mano y, en cuanto cerró la puerta, me senté sobre mi sillón para empezar a leer y entrevistar muertos.
Cuando quería tomar un respiro, detenía el tiempo e incluso, me hacía preguntas existenciales. Aunque la pregunta que más retumbaba en mi cabeza era: "¿Por qué elegí a Nayla?" Y recordé. Recordé lo que me debían sus padres.

Sonreí de lado, con más ganas de hacer mi trabajo. Las caras que pongan cuando me vean no tendrán precio.

.

.

.

Para cuando terminé los archivos pendientes, más se materializaron en mi escritorio; suspiré al estirar mis antiguas articulaciones y miré la hora en mi reloj para, a continuación, ver la fecha. Llevaba dos días aquí abajo y no me había dado cuenta.
Aproveché las pocas muertes que tenía y me las quité de encima. De diez muertes, cuatro almas habían venido por error y el resto, solo valían para demonios normales.

Abrí mi puerta encontrándome de frente con Rachel, quién llevaba una taza de té de menta y un café bombón en una bandeja.

― Siempre estás al tanto ―dije antes de beberme ambos brebajes de un trago.

― No son pocos los años que llevo sirviéndole, señor ―sonrió de oreja a oreja.

Devolví las tazas a la bandeja y me adentré en mi oficina. Lleno de energía, tomé mi teléfono y marqué a mi amada en lo que me acomodaba sobre mi sillón.

¡Stuart! ―exclamó, feliz.

― Hola, preciosa ―respondí― Siento no haberte llamado antes, se me acumuló mucho trabajo.

No te disculpes, si lo entiendo.

Tomé un archivo― ¿Cómo has estado? ¿Cómo la estás pasando?

Suspiró― Bien y... bien. Tu sirviente no me deja hacer nada, como siempre, así que no me queda de otra y salgo con Alissa.

― Mañana vuelves al trabajo, ¿no?

Asintió con un "ujum"― Y ya pasado...

― Es tu cumpleaños ―continué la frase― Veo que no estás muy animada.

No quiero ver a mis padres, menos después de esa llamadita.

Tomé otro archivo― Entiendo... tú no te preocupes, siempre me tendrás a tu lado.

Gracias, Stu.

Sonreí― Por cierto, ¿y los pequeñines?

Soltó una tierna risa― La verdad es que solo me da por comer tonterías, pero bueno... supongo que estarán bien.

― ¿Sigues sin creer?

No es eso... tan solo, es complicado de tragar, ¿sabes? ―suspiró― Nunca pensé que mi vida fuera a cambiar tanto y tan de repente.

― Pues, que no se te haga bola, cariño ―dejé los archivos a mi izquierda― Vas a ser la esposa del diablo, la madre de sus hijos y la reina del inframundo. De momento te dejaré respirar con cuatro niños, pero créeme... no serán los únicos.

¡Stuart!

Reí― Te veo cuando termine, ¿de acuerdo?

Está bien... cuídate.

― Y tú ―colgó.

Guardé mi teléfono, con una sonrisa boba en mi rostro, y me puse manos a la obra. Mi trabajo no se irá solo ni por arte de magia.







































Heeeeeeeey~ Espero que os haya gustado~ ¡Aquí he vuelto! Ya por fin no tengo más exámenes así que, ¡ESTOY LIBREEEEE! Continuaré actualizando, no os preocupéis y, bueno, en el próximo cap se viene flashback 7w7~ En fin~ Ashie se despide, nos vemos en la próxima y bye bye~ 💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙💜💙

HIM (2dle) [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora