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Halo~ 💙💜 Bye~ 💜💙

Pov Nayla:

Abrí mis ojos al notar los rayos del sol colándose por las cortinas. Miré a los lados, tomé mi teléfono y vi la hora.
Dejé el teléfono sobre la mesita de noche y suspiré cerrando nuevamente mis ojos. Apenas eran las ocho y media de la mañana.

Mi boca empezó a aguarse, tragaba saliva para volver a la normalidad, una arcada, otra más. Me levanté sobresaltada de la cama y fui corriendo al baño a vomitar. Eché los jugos estomacales y la bilis, pues anoche no me dio hambre y no cené ni piqué nada de nada.
Joder... Stuart estaba en lo cierto. Pero, no puede ser, es demasiado pronto y repentino...

El teléfono extraño comenzó a sonar. Ya más relajada, enjuagué mi boca, salí del baño y cogí la llamada.

― ¿Qué ocurre, Stuart?

¿Me necesitas, cariño?

Rodé los ojos― Stu, no estoy de humor.

Soltó una risita― Solo preguntaba... ―suspiró― ¿Realmente tienes que ir con Louis?

― Maldición ―llevé una de mis manos a mi frente― Ya ni me acordaba... supongo que le diré que no... no me siento muy bien.

Algo me dice que serán trillizos.

― Stuart, te voy a pegar ―comenté molesta.

Y no hizo más que reírse con una inocencia que no era ni medio normal.

Si sé que me necesitas... no te preocupes, ya solo faltan dos días más.

Me quedé mirando a la nada y suspiré― Stu... yo...

Los tendrás ―dijo seriamente― Ya te dije que no pienso permitir que abortes a mis hijos.

― Es que... n-no me siento preparada... yo... ―lágrimas comenzaron a brotar― N-No puedo, de verdad... es demasiado precipitado... apenas estoy digiriendo el que seas un ser sobrenatural.

Se quedó callado por un rato.

Los tendrás.

Y colgó.

Tiré el teléfono a una esquina de la habitación y me hice bolita sobre la cama para llorar; no eran lágrimas de tristeza, sino de frustración.
Una vez calmé mi llanto, inspiré profundamente y fui al baño a ducharme. Acariciaba mi vientre con delicadeza cada vez que intentaba quitarme el jabón... no podía creerlo. Al terminar, me sequé y me puse ropa rápidamente; el frío era casi imposible de aguantar.

Fui a la zona de calderas individual que tenía en la cocina para encender el calefactor de la casa y volví a acostarme en la cama, pensando en cómo iba a cambiar mi vida.
El sonido de un mensaje me sacó de mis pensamientos y tomé el teléfono para ver que se trataba de Louis. Decidí llamarlo, no me encontraba de humor.

¡Nayla! ¿Qué tienes que me llamas?

― No me siento bien, Louis... lo siento.

Oh ―sonaba decepcionado― Supongo que te disculpas porque no tienes ganas de salir, ¿cierto? ―asentí con un leve "ujum"― Tú tranquila, lo importante es que te sientas bien.

― Gracias por entenderlo...

Aunque creo que me vas a matar.

Fruncí mi ceño― ¿Y eso por qué?

HIM (2dle) [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora