Era un día gris en el orfanato, ojalá hubiese sido sólo por el clima pero no. Uno de los niños mayores enfermó y murió sin que nadie pudiese hacer algo. Para ese entonces Aarón, Circe y Vlad ya se habían enterado de la noticia, motivo por el cual acudieron lo antes posible, encontrándose con el resultado fatal.
Al llegar hasta el hogar de menores, una de las mujeres que vivía allí le indicó a Aarón que Adrián se encontraba en el patio. En efecto, Adrián estaba sólo en una banca mientras lloraba.
—Adrián, hola. Me dijeron que podía venir.
—Hola, no es el mejor día para recibirte pero sí, siempre eres bienvenido.
—Lamento no haber podido llegar, tuvimos un ataque y pensé que Lance llegaría antes al internado —justificó Aarón.
—¿Dónde fue? —cuestionó Adrián.
—Salió a explorar, necesitábamos algunas cosas así que esta expedición se volvió más lenta —afirmó Aarón.
—No te preocupes.
—¿Cómo pasó?
—Siempre fue enfermizo, pero anoche tuvo una fiebre muy alta que no pudimos tratar con nada, parecía cómo que le habían mordido pero no, simplemente se consumió a las horas y nada pudimos hacer —explicó Adrián, quebrándose.
—¿Volvió cómo uno de ellos?
—Sí, yo me hice cargo —dijo Adrián.
—Adrián, no es fácil esto, tampoco para ti. Creo que es importante que tengas presente que sin importar lo que haya pasado, has dado lo mejor por todos estos niños, no tienes obligación con ellos pero aun así tú y los tuyos le han cuidado cada día sin descanso.
Adrián guardó silencio unos segundos, luego se levantó de aquella banca para solicitarle a Aarón que le siguiera. Finalmente el par de psicólogos entró hasta el interior de las instalaciones del hogar.
—Hay gente nueva, los últimos en llegar fueron una familia de seis, son buenas personas pero ocupan dos habitaciones a duras penas ¿existe alguna posibilidad que puedas darles una solución en el internado? —cuestionó Adrián esperanzado.
—En este momento es difícil, quizás en un mes cuando esté habilitada la cerca perimetral, allí tendremos más terreno para cultivos y viviendas pero hasta entonces lo veo difícil —afirmó Aarón, lamentándose.
—Entiendo
—Pero no te preocupes, encontraré una solución, sólo necesito un poco de tiempo y por supuesto que Lance regrese.
—Está bien —dijo Adrián.
Después de eso Adrián conversó con Circe y Vlad, ambos se disponían a hacerles un chequeo general a los niños residentes en esa pequeña comunidad. Luego de eso entregaron un par de retroalimentaciones a Adrián, junto con indicaciones de salud.
...
En ese preciso instante, los automóviles dispuestos para hacer la expedición de Lance, hacían regreso hacia el internado, llenando de alegría a quienes esperaban con ansias su retorno. En cuanto los sobrevivientes salieron de los vehículos, sus seres queridos le salieron al encuentro.
Isidora abrazó a su papá, Scarleth también le esperaba muy contenta, así que en cuanto tuvo la oportunidad le abrazó con cariño.
Lo mismo pasó con Laura y Max, este ya había crecido en estos años, se volvía más independiente, ya no era el pequeño punto rubio con mejillas coloradas que sacaba risas con sus anécdotas, ahora era un preadolescente más frío, la sobrevivencia le había intervenido si niñez. Por otra parte Lance buscaba a Aarón para conocer el motivo de la construcción de aquella estructura que avanzaba, pero Ruslan le explicó.
ESTÁS LEYENDO
La Última Pandemia IV
Научная фантастикаViejas rencillas, nuevos integrantes y problemas emergentes complicarán a los integrantes del internado Santa María de Udina. Dos años después del fallecimiento de Elisa. Lance y su comunidad se enfrentarán en una polaridad interna única, lo suficie...