21. Visión extraña

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Me desperté mas temprano de lo usual, me sentía un poco nervioso y temeroso, no sé como estará mamá, pero lo que de seguro pasó para que mamá estuviera en el hospital es; que el señor misterioso (el tal Tom Carter) y el señor Trey Ling tuvieron una pelea por el encuentro.
Ordené mi cuarto porque la sirvienta me mando a limpiarlo ya que me tengo que hacer responsable por mis cosas y yo no soy nadie en esta casa. En sí tiene razón y a la vez no.
Me dirijo a la cocina para prepararle algo a la abuela (huevos con hot cakes), algo sencillo que aprendí cuando mamá me dejaba ver la televisión. Toqué la puerta hasta que me abrió la abuela Tina.
– Pásale hijo ¿qué sucede?– dijo bostezando.
– Solo vine a traerle el desayuno, espero que le guste– dije contento.
– UWU, hijo muchas gracias, mis nietos nunca me hicieron algo así, dime ¿qué sucede?, acaso te levantastes por ¿la preocupación de tu madre?– dijo muy sensata.
(Yo con los ojos enormes, ahora que lo pienso, la abuela es una bruja que lo sabe todo).
– Me atrapó, creo que mi mamá esta hospitalizada por culpa de aquellos tontos inmaduros– dije un poco molesto.
– Mira hijo ya mande a revisar desde ayer las cámaras de seguridad, ve a cambiarte iremos a ver a tu mamá– dijo consolandome.
Le dí un abrazo y le agradecí.
Llegamos cerca de una hora.
– ¡Familiares de Sunset Kymer!– dijo la enfermera alarmada.
Nos dirijimos ambos, la enfermera me llevó con mi mamá mientras ella y la abuela hablaban sobre algo importante.
– ¿Mama, ¿te tratan bien?, ¿quién te hizo daño?, dime– dije triste y preocupado.
– Ay pequeño mocoso, cuando entenderás, debes dejarme de todos modos, no te he tratado bien ¿para qué sigues cuidandome?, sí,  ¡no te mostré cariño maternal!– dijo impotente.
– No me importa, de seguro sufriste mucho en el pasado y eso te haya provocado molestias en el presente, pero me alegra de que estés bien– dije aliviandola.
Mamá solo sonrió y de repente se quedó dormida, me asuste mucho y fuí a pedirle ayuda a la enfermera.
Las cosas sucedieron demasiado rápido ya que me sacaron de la habitación y me quedé con la abuela en la sala de espera.
                         .........
Mi abuela se quedó dormida así que para no molestarla fuí a tomar agua.
Me perdí un poco pero al fin encontre lo que buscaba, bebí agua y regresaba otra vez con la abuela, pero un llanto llamo mi atención, camine por un pasillo estrecho y sólo observé al final del pasillo a una persona sentada en las escaleras.
– Disculpa ¿qué tienes?– pregunte amablemente.
Solo escuchaba más gritos de llanto. (al parecer los pocos doctores que hay no vieron o escucharon a esta señora).
Llantos de tristeza.
– Disculpe señora ¿le ayudó en algo?– le volví a preguntar.
Estaba a punto de tocarle su hombro hasta que giro su cabeza, lo suficiente para que me diera miedo. Su cara estaba siniestramente feliz pero llorando, enseguida quite mi mano, pero solo se levantó de ese lugar y se tiro por las escaleras. Corrí para tomarla pero desapareció, me quedé congelado y regresé rápidamente con la abuela.
– Hijo ¿dónde estabas?, la doctora te estaba buscando para darnos la respuesta de tu madre– me dijo un poco molesta.
– Perdón abuela fuí a tomar agua y me perdí (no le dije todo ya que se lo contaría más tarde).
– Aquí estan ambos que bueno, tengo una buena y otra mala, ¿cuál prefieren?– nos preguntó a ambos.
– La mala– dijo la abuela preocupada.
– La mala es que la señora Mara Bly tuvo una pérdida de oxígeno en el cerebro por eso de desmayó – dijo tristemente.
– ¿Y cuál es la buena señorita?– dije un poco ansioso.
– Tu madre estará estable en una semana– dijo felizmente.
Los dos quedamos contentos y le agradecimos a la doctora Shoung Wen por cuidar tan bien de mí mamá.
Durante la tarde regresamos a casa.
La abuela cocinó tan rico que aprendí su platillo famoso.
Durante la hora de dormir le conté a la abuela lo que ví en el hospital, ella sólo se me quedó mirando y al final me respondió.
– Nunca creí encontrarme con una persona que tenga ese don de ver a las personas muertas, pero ese don tiene su lado misterioso.
Le pregunte a que se refería pero no quiso responderme, en cambio me invitó a dormirme a su lado, felizmente acepté.
Antes de dormirme no sé porque me sentía feliz pero a la vez me corrían lágrimas por las mejillas.

Perdón por la ausencia pero no tenía inspiración para escribir nuevamente hasta que se me ocurrio esta idea.
Espero que les guste y espero escribirles la proxima semana.

¿Otra vez?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora