Capítulo 36: Gemelos

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Hola amores, ¿cómo están? Espero que súper bien.
Ya se está acabando My Bad boy y me pone triste, pero se que la mayoría de ustedes quieren que continúe con Our mind y lo haré.

Voten y comenten, por favor.

Los amo

+++

No podía creer que estaba embarazada. Tenía un pequeño ser dentro de mi que había sobrevivido a esa bala. Debía ser fuerte.

Miré a Dylan, quien aun tenía la boca abierta y ayudé a que la cerrara.

—¿Un beb...bebé? —tartamudeó.

—Sí, Señor Cooper. Si nos permite, queremos hacerle una ecografía para verificar que todo esté en completo orden.

Yo asentí y Luck me ayudó a levantarme de la camilla. Me cambié en el baño —gracias a que Dylan tenía mi bolso listo por si me daban de alta— y me acerqué a Dylan.

—Dylan, ¿estás bien? ¿No estás contento? —le pregunté con algo de preocupación porque en realidad no creía poder manejar un bebé por mi sola.

Suspiró y me tomó de las manos.

—Sí hermosa, quedé un poco sorprendido debido a que somos jóvenes. Pero no hay nada que logre separarme de ti. ¿Entendido? —asentí— Ven acá, dame un abrazo —me dio un abrazo muy grande y depositó un beso en mi cabello —Te amo. Gracias por este regalo.

Estaba feliz por el simple hecho de que Dylan no iba a dejarme. Sé que seremos unos muy buenos padres.

Nos dirigimos hacia otro consultorio de la misma clínica, agarrados de mano. El doctor me hizo acostarme en una camilla, alzó mi blusa y echó un gel muy frío. Comenzó a visualizar que todo estuviese bien.

—Este es mi momento favorito: cuando se que tuviste complicaciones pero los bebés están en un muy buen estado —dice el doctor muy feliz—. Te recetaré unas pastillas y reposo absoluto en estos 9 meses. Feliz día y felicidades por sus gemelos.

¿Los? ¿Gemelos?

— No puedo creerlo —dijo Dylan y tragó.
Al Segundo, ya me estaba cargando y riéndose. Cogió mi rostro, lo acercó para darme un beso en los labios— Estoy demasiado feliz. Hoy no iré a trabajar.

—Gracias por apoyarme siempre, mi amor. Y sí, tienes que ir, has faltado 3 semanas. Y yo también debo trabajar. El café ha estado solo.

—No, nada de eso. El doctor dijo que reposo absoluto en estos 9 meses, ¿entendido? Tu única preocupación son los bebés y ser tratada como reina. Y sobre el café, Luck se ha encargado de cada una de las cosas mientras tu estabas en coma. Ya te tengo aquí y no pienso soltarte —me abrazó y me volvió a alzar de la alegría.

Luego de eso, Luck llegó al consultorio avisándome que ya podía salir del hospital. Cuando le contamos la noticia se puso a llorar y luego era yo la dramática.

—Se que tu mamá hubiese estado muy orgullosa, Bella —su comentario me causó tristeza, pero sabía que tenía razón. Mamá siempre quiso tener gemelos.

Pero no era el momento de estar triste, debíamos dar todo de nosotros para estos bebés. Y estaba dispuesta a hacerlo.

***
Llegamos finalmente a casa y suspiré el olor del Dulce hogar. Aunque ya no oliera a ningún postre como solía hacerlo cuando vivía con mamá, se sentía una gran atmósfera de ella. Dylan me abrazó por detrás y me dio un beso en mi cuello.

—Te tengo una sorpresa —me dice y me comienza a llevar al patio.

—¡Sorpresa! —gritaron todos al unísono. No lo podía creer. Estaba Luck, Almily, Ann, Alex, Kelsey con la pequeña Ashley en sus brazos, Max, entre otras personas.

—Felicidades Bella, serás una gran mamá —dijo Almily y me abrazó.

—Bueno quítate Almily, llegó mi turno —dijo Ann para tirarse encima mío —Estaba esperando este momento, incluso antes de que nacieras —reí por su comentario.

—¡Eh! Cuidado con mis hijos —dijo Dylan. Quien podría con estos dos ahora. 

Y así fue pasando uno por uno a felicitarme y a Dylan. No podía estar más feliz.

Tocaron el timbre y Dylan fue a recibir, yo fui tras él.

—¿Qué hacen aquí? —dijo Dylan. Me asomé y estaban sus padres.

—Hijo, nos enteramos que serás padre y queríamos felicitarte. Ser padre es una gran responsabilidad. —dijo Isabella, la madre de Dylan.

— ¿Y? ¿Debo agradecerles?

—No —continuó su padre—, pero hemos pensando en nuestros nietos y quisiera que te quedaras con la empresa. Ya yo estoy muy viejo hijo y necesito a alguien en quien pueda confiar.

Quedé sorprendida por lo que había mencionado anteriormente. Dylan me miró y me cogió de la cintura, pasando un brazo por esta.

—Ya te he dicho que no me pienso alejar de Bella. Ella será mi esposa y es la mamá de mis hijos —escupió.

—No te estamos pidiendo eso. Ya nos quedo claro y no vamos a interferir más en tu vida si es así —dijo Isabella. Yo tomé la mano de Dylan. Estaba muy tenso—Solo queremos ser parte de tu vida, hijo, y si es posible, en la de mis nietos. —me miró ahora a mi. Yo miré a Dylan y suspiré.

—Claro que sí, Isabella. Pueden pasar, todos están en el patio —señale hacia el patio.

—Gracias, hija —me abrazaron los 2 ahora para seguir adelante.

Es mejor perdonar que vivir sin tus padres.

—Siempre sabes como manejar todo, ¿no? —dijo Dylan.

—Así es, mi amor, así es.

My Bad BoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora