Capítulo 33: ¿Serías mi esposa?

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Ya faltan pocos capítulos para que se acabe, eso me pone triste. Pero hey, otro libro que ya está por terminar. Siento mucho amor por ustedes que han estado aquí leyendo lo que escribo, me motivan.
Recuerden que MY BAD BOY NO TENDRÁ SEGUNDA TEMPORADA.

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—Entonces Bella estaba llorando y yo limpiándole los mocos. No sé porque yo soy el que me tengo que aguantar esas cosas —Luck limpió una lágrima falsa en su mejilla y puso su mano en el corazón—Ya basta Dylan, ya ha llorado mucho.

—Estupido, ven acá. Deja que te atrape —comencé a perseguir a Luck con una almohada en mis manos dispuesta para pegarle con ella muchas veces. Cuando me cansé, me detuve —Solo deja que te atrape.

—Vamos a ver si podrás.

Ann y Almily se estaba riendo por nuestra escena.

Escuchamos que alguien carraspeó la garganta y cuando volteamos era Alex y Dylan. Miro nuestra posición y luego yo mire mi posición encima de Luck jalándole el cabello.

—Eh, nada de que preocuparse —dijo Dylan—pasa, pasa.

Entró Alex y Kels con una barriga demasiado grande de embarazada. Nos saludamos y comenzamos a hablar.

—¿Quieren algo de beber?—pregunté. Ellos asintieron. Me dirigí a la cocina, sentí que Dylan me seguía, así que me volteé y lo miré fijamente. —¿Pasa algo?

—¿Eres feliz conmigo?

— Claro, sino dime que hago aquí aguantándote como un niño llorón todo el día y solo porque me comí tu postre de chocolate —hizo un puchero y yo sonreí— ¿quién más que yo aguantaría tus ronquidos y tus olores en el baño?

—¡Bella! Suficiente información —reímos. Dylan me agarró por la cintura y con su otra mano cogió mi mejilla para acercar nuestros labios. Me acerqué para cortar la poca distancia que teníamos. Nuestros labios se juntaron para un Dulce y suave beso. Era impresionante como Dylan podía llevarme a otro mundo con tan solo un beso. Cogí su cara con mis manos para profundizar el beso dando paso a su lengua con la mía.

Tocaron la puerta de la cocina y nos separamos.

—Perdón por interrumpir su momento súper romántico. Estaba esperando las bebidas. Yo las llevo mientras ustedes acaban, ya saben —Dijo Alm y se llevó los vinos servidos.

—Esto no se queda así —me susurró muy cerca a mi oreja y gracias a esto, se me erizó la piel —deja que se vayan todos.

Al volver todos nos miraban con una sonrisa pícara. ¡Almily!

—¡Eh!, ¿no tienen nada más interesante que hacer? —dijo Dylan enojado.

—Sí, obvio, claro, clarísimo —dijeron al unísono.

—¡Ah! Duele —grita Kelsey. Se levantó y comenzó a brotar agua de su zona íntima—Alex, maldita sea, párate que ya viene Ashley.

Alex estaba paralizada, Dylan tuvo que darle un golpe para que reaccionara. Alex la cargó  y se la llevó a su auto. Nosotros hicimos lo mismo. Dylan quería estar ahí para su mejor amigo y yo debía estar ahí para mi novio. Llegamos al hospital y Dylan tuvo que mostrar su identificación para que nos atendieran rápido y así fue. Los médicos no duraron ni 2 minutos en subirla a una camilla y llevarla a la sala de parto. Alex se cambió para poder estar con ella en ese momento. Nosotros nos quedamos en la sala de espera.

—¿Crees que así estaríamos nosotros? —preguntó Dylan mientras movía las piernas.

—No Dylan, creo que estarías peor —reí y le di un beso en la mejilla—matarías a todo el mundo solo para que ese momento pasará demasiado rápido.

Se tensó cuando dije "matar". Sé que no debí mencionarlo, era una broma.

—Era una broma, sé que no matarías a nadie más, ¿cierto?

—Solo si estás en peligro o si un hombre se te insinúa.

—¡Dylan! —exclamé y le pegué.

—¿Qué? Eres Mía.

Eres Mía.

3 horas después, Kelsey había dado a luz a una hermosa bebé llamada Ashley. Era igualita a Alex, pero claro, no le pensaba decir eso a Kelsey, me mataría.

—Hermano, felicidades, te dije que podías —se dieron un abrazo, mientras yo me le acercaba a Kelsey para felicitarla también.

—¿Puedo cargarla? —ella asintió. Al coger a la pequeña Ashley entre mis brazos se sintió el mundo diferente. Se sintió como si quieres proteger siempre a esta criatura tan pequeña. Extrañé a mi madre en ese momento.

—Kelsey, ¿qué haces? ¡No! Ahora va a querer tener hijos —Dylan puso su mano en la frente como si fuera de muerte. Todos reímos. Le entregué la bebé a Kels y le di un abrazo a Alex para luego irme con Dylan. Colocó su brazo alrededor de mi cintura.

—Tú serías una excelente madre —susurró—Bueno, nosotros nos vamos a descansar y también dejaremos que ustedes disfruten su nueva vida como padres.

Nos despedimos de todos y fuimos a casa. Todo el mundo se había ido gracias al acontecimiento del nacimiento de Ashley. Comenzamos a limpiar el desastre de nuestros amigos, cuando por fin terminamos nos tiramos al sofá.

—Estoy extremadamente cansada —dije y subí mis pies a las piernas de Dylan. Comenzó a masajearlos.

—No eres la única. Preciosa, te tengo una sorpresa. Ya vuelvo.

Intrigada de lo que podía ser, revisé mis redes sociales para esperarlo, porque sino me dormía. Estaba muy cansada.

Cuando llego, tenía algo escondido que no me dejaba ver. Entrecerré los ojos, pero al final me rendí. Él comenzó a hablar.

— Bueno, Bella, llevamos casi un año y medio de estar juntos en las buenas y en las malas. Nunca pensé que yo iba a poder enamorarme y de estar con alguien como tú, mi princesa. —Dylan se arrodilló y sacó una caja. ¡No puede ser, esto no está pasando! —He estado pensando en cómo pedirte esto y esto, me daba vueltas pero luego concluí que no hay mejor manera de hacerlo con nuestros amigos. Por eso estaban aquí hoy, pero Ashley se me adelantó —reímos—Bella Rouse, te amo como nunca he amado a nadie. ¿Me harías el gran honor de convertirte en mi esposa?

My Bad BoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora