NOTA IMPORTANTE: Este es un capítulo donde se cuenta todo lo que paso Bella que ella no cuenta. Si no lo deseas leer, pasa al siguiente capítulo. Pero si sería bueno que lo hicieras, para que entiendas algunas cosas del libro.
PD: El capítulo cuenta el día en que Bella decidió cambiar su vida para siempre.
Xoxo.
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—Bella, ya está el desayuno —gritó mamá desde el primer piso. Bien, otro día más en el que debo vivir en esta casa.
Comí de lo más rápido para que Sean me viniera a recoger para irnos a la "Escuela" Será la escuela donde todos nuestros amigos y yo vamos a tomar y drogaros. ¡Que chiste!
Llegamos a nuestro lugar y estaba Jeremy y Celeste. Celeste, una de mis grandes amigas a quien amo tanto. Nos pasaron dos bolsas para empezar con lo nuestro. Sean y yo comenzamos a hablar de una que otra cosa, mientras que Jeremy y Celeste hacían sus cosas ahí al lado de nosotros, pero ya era costumbre. Nosotros también éramos así. Jeremy me mira por un instante y yo lo miro a él. Celeste y Sean se habían metido, así que Jeremy y yo creemos que podemos hacerlo también.
Al pasar las horas, ya se terminó el horario de la escuela y Sean me deja en casa. Lo beso de una manera desesperada. Expresándole mi deseo hacia él y él me lo devuelve. Pero se detiene y yo lo miro.
—¿Pasa algo? —dije y él negó. No me sentía segura con su respuesta, pero lo dejé pasar. Me bajé del carro sin explicación alguna y llegue a mi casa. Me sentía libre, en otro lugar y disfrutaba de esto.
—¡Otra vez te drogaste! —gritó mi madre. Dios mío, ya viene con sus gritos y yo no estoy dispuesta a escuchar eso. —Bella Rouse, te estoy hablando. Escúchame por primera vez en tu vida.
—Deja de joder, Elizabeth —sentí su mano en mi mejilla y con esa misma fuerza la tiré contra el suelo—. No me vuelvas a tocar ni un solo pelo o llamaré a la policía para que te metan en una puta cárcel de una vez.
Me miraba con miedo y era entendible. Su hija le metía más presión que ella misma como madre.
Me llego un mensaje de texto de Celeste diciendo que había una fiesta. Obviamente iría. Busqué en mi armario ropa adecuada para la ocasión. Era una minifalda que dejaba en visto todo mi trasero y era un crop top que hacía que se resaltara de una forma muy exagerada mi pecho. Me maquillé básico, pero le agregué un gran labial rojo.
Sexy ~ pensé.
Jeremy me recogió y le plante un gran beso en la boca y él sonrió. Antes de ir a la fiesta, nos detuvimos a "hablar" —ya todos sabemos como terminó eso— y luego de ahí, llegamos a la fiesta. Nos bajamos y comenzamos a saludar a todo el mundo.
—Que interesante, veo que vienes con el novio de tu amiga —dijo Steffany. Zo**a esa.
—¿A ti en que te incumbe, Regalada? ¿Por qué no vas a saltar que es lo mejor que sabes hacer, sapa? —puso la mano en la boca sorprendida por lo que había dicho.
—Si fueras mi novia, ya te hubiese dado un beso muy grande —dijo Jeremy y le sonreí pícara.
—No lo soy, pero aún puedes dármelo —reímos. Luego de que aparecieran, Sean y Celeste muy agitados y despeinados, nos fuimos.
Entramos a la fiesta y bailamos. Al mismo tiempo, nos drogábamos. Fui a la barra, pedí mil y un tragos. Estaba viendo las estrellas en ese momento. Llame a Sean, Celeste y Jeremy.
—No quieren hacer lo de la otra vez —ellos me miraron y asintieron.
Cogí las llaves del auto de Jeremy. Aunque no estaba en mis 5 sentidos, yo quería conducir. Nada malo iba a suceder. Yo conducía hasta con los ojos vendados —ya lo había probado— y salía perfecta. No porque esté drogada, signifique que me pase algo.
Entramos al auto y puse la música a todo timbal. Amaba esos ratos con ellos, me hacían sentir tan viva. Me importaba una mierda lo demás. Sean le baja el volumen a la música.
—Jeremy, Bella, creo que ya Es momento de que dejen de meterse. No es justo que me hagas eso Bella, y tampoco es justo que tú se lo hagas a Celeste —lo miré incrédulo.
—No me puedes pedir eso, hermano. Bella lo hace tan...—se calló al ver la mirada de Sean—, además no es como si tú no te metieras con mi novia.
—No más —Respondió Sean—, ella es mi novia y punto.
— No lo haré, solo porque tú me lo pidas — me dio un puño. Jeremy lo miro y no dijo nada. Celeste solo río. Mi furia llego al tope y conducía más rápido. Había pasado de 200km/h
—¡Bella basta, nos matarás! —gritó Celeste. Pero lo que ella decía ya no me importaba. Mire al retrovisor y ella se había puesto a horcajadas de Jeremy, aumenté la velocidad.
—Amor, bájale.
Lo miré para responderle, pero lo único que vi fue cuando nos chocamos contra un camion y nuestro carro salió volando. Jeremy y Celeste se salieron por la puerta y Sean quedó dentro del carro conmigo.
No supe nada más.
3 semanas después
Me levanté en un cuarto ajeno al mío y se notaba claramente que estaba en un hospital.—Sean —susurré y me levante rápido. Un cuerpo me detuvo. Mi madre—. Mamá, ¿qué pasó?
Ella suspiró antes de contestar: —Bella, yo te lo dije. No andabas en un buen camino, hija. Te pude perder. Estuve apunto de perderte.
—¿Qué pasó con los demás? —Ella no dijo una sola palabra —¡Carajo, respóndeme!
—Sean está bien, esta estable. Jeremy, sigue en coma, y Celeste...—Dudo si decirme.
—¿¡Celeste qué!?
—Celeste murió al ser aplastada por el auto en donde iban. Todo fue porque estabas consumida por los tragos y la droga. Tus amigos solo por la droga. Tu padre interfirió para que nadie te demandara, pero te toca ir a una clínica de rehabilitación, es una condición, hija.
Fue mi culpa. Celeste murió por mi culpa. Y mi padre ahora lo sabía.
—Tengo que ir donde Sean—me levante como pude y me dirigía a la puerta.
—Bella, él no te quiere ver —suspira—Él estaba enamorado de Celeste. Se casaron hace 1 mes sin decirte.
¿Qué? Esto no podía ser. Sean era mi amor. Era el amor de mi vida.
—¡Mátame, por favor! ¡Prefiero estar muerta para no tener que aguantar este dolor! —gritaba y lloraba, no podía aguantar con ese dolor. Yo le entregué todo de mi a Sean y pensé que era lo mismo. Pensé y creía que nuestra relación era abierta y por eso podíamos meternos entre nosotros mismos.
—¡Doctor! —gritaba mi madre. Y lo último que recuerdo es que me inyectaron algo y me hicieron caer en un sueño profundo.
Nada volvió a ser como antes.
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My Bad Boy
Teen FictionAl principio todo en mí era oscuro. No había amor, cariño, afecto. Mi mundo era negro. Pero algo cambia. Llega él. Él debería ser mi salvación, mi color blanco, y todo eso. Pero... ¿Y qué si mi mundo sigue siendo negro con él adentro?