Capítulo 34: En coma

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No puedo creer lo que estaba pasando. El chico malo de la escuela, se había vuelto mi novio y ese mismo me estaba pidiendo matrimonio. Reaccioné y volví en sí.

—Sí Dylan, claro que sí —sonrió y su suspiró aliviado. Se levantó, me Cargó y juntamos nuestros labios para un beso— Mil veces sí.

—Te amo, Bella rouse.

—Te amo, Dylan Cooper.

Dylan tomó mi rostro para volver a besarme y yo correspondí a ese beso. Me puso a horcajadas sobre él. Dylan me tomaba por el cuello, del cuello pasaba a mi espalda y luego bajaba a mi parte trasera. Comencé a bajar mis labios a su cuello dándole pequeños besos. Nos retiramos las camisas. Dylan me cargó y subió las escaleras aun besándome para llegar a nuestra habitación. Me recostó en la cama y pasó sus labios por cada parte de mi cuerpo. En un momento hábil, quede encima de él para terminar de quitarnos las últimas prendas. El momento donde nos uníamos era el momento más mágico de toda nuestra vida. Compartir eso con él, sin duda era una de las mejores cosas. Solo se escuchaban nuestras voces gritando de placer y de amor. 3 rounds seguimos para luego quedar frente a frente. Dylan me dio un beso en la frente.

—Eres lo mejor que me ha pasado sin duda, Bella Rouse —me dijo. Nuestras narices rozaron—Buenas noches, Preciosa.

Nos dimos un último beso para luego dormir como nunca.

***
En la mañana siguiente, me levantó un rayo de luz. Me di la vuelta para encontrar a Dylan todavía dormido. Estaba completamente despeinado y se veía tan cómodo. Pase mis dedos por sus cejas, luego por su nariz y finalice en sus labios. Jugué un rato con ellos. Tuve una idea magnífica. Me levanté de la cama, me puse la ropa del día anterior, bajé a la cocina y busqué un huevo, subí corriendo y me tiré encima de él para estallarle el huevo en la cara.

—¡Bella! —se levantó de un salto—¡No me pudiste dar un beso de buenos días y ya!

—¡Nop, así no iba a ser divertido! —reí a carcajadas. Me dolía mucho el estómago de tanto reírme.

—Voy a replantar la idea de casarme contigo —dijo y se levantó. Yo me subí a su espalda.

—Ya, lo siento. Te recompensaré. ¿Nos bañamos? —le di una sonrisa pícara y él asintió.

Tuvimos un largo baño, ya se imaginaron el porqué, desayunamos y Dylan se fue a trabajar. Llamé a Ann para contarle lo del matrimonio y se volvió completamente loca, al igual que lo hice con Luck.

—Seré tío, seré tío, seré tío —cantaba.

—Aguanta, todavía no hemos llegado ahí.

—Pero de igual forma, seré tío alguna vez —dijo y asentí. No me imagino a Luck de tío. Reí.

—Tendré que poner una niñera porque tú eres peligroso —se hizo el ofendido por mi comentario e hizo un puchero.

—Me lastimas. Tengo que colgarte, porque mi trabajo me llama. Adiós jefa.

Luck era un caso perdido. Pero, es el mejor amigo que alguien puede tener.

Me vestí para ir al trabajo de Dylan y luego ir al café.

Mensaje de Bella:
Hola precioso, ya estoy afuera de tu edificio. -10:23 am

Mensaje de Dylan
Te espero aquí, princesa -10:24 am

Al bajarme del auto, escuché el sonido de un disparo, giré a ver de donde provenía y caí al suelo. Me habían dado en el estómago. Cerré los ojos y perdí el conocimiento.

Dylan

Bella me volvía loco, loco en todas las maneras posibles. Estaba seguro que quería pasar toda mi vida con ella, porque la amaba.

—Señor Cooper, hay un accidente afuera del edificio, ¿llamó a la policía para que aparte a todas las personas? —dijo Linsey, mi secretaria de 40 años, sacándome de mis pensamientos.

—¿Un accidente? ¿No ha llegado Bella? —negó. Tuve un mal presentimiento.

—Sí señor, le dispararon a una chica—Tiré la silla y salí corriendo.

Bella.

Pedí el ascensor, se estaba demorando demasiado, así que baje los 24 pisos por las escaleras de emergencia. Llegué a la recepción y pude ver a todo el tumulto de gente. Estaba entrando en crisis.

—Quítense. Háganse a un lado—gritaba Desesperado. Empujaba a las personas hasta llegar a ella.

Bella, estaba tirada en el suelo y su sangre regándose por el. La cogí con cuidado, me quite el saco y se lo enrollé para detener el flujo de sangre. La subí a mi auto sin importarme que lo iba a manchar. No sé a cuanto estaba conduciendo, pero no quería perderla. No podía perder al amor de mi vida. Al llegar al hospital, me atendieron enseguida y se la llevaron en una camilla. Yo iba detrás de ella cogiendo su mano y deseando que esto fuese un sueño.

—Señor, aquí no puede pasar. Nosotros le informaremos de todo —me dijo una enfermera.

Me senté en la sala de espera, me agarraba el cabello exasperado y movía las piernas de una manera muy intranquila. Llamé a Luck para avisarle lo que había pasado, llegó en 20 minutos con Ann y Almily.

—¿Qué han dicho? ¿Cómo está, Bella? —gritaba Ann, pero eran preguntas que yo no podía responder.

—No sé nada...—susurré. Luck me abrazó.

—Todo estará bien, hermano. Bella es una de las mujeres más fuertes que he conocido. No te dejara muy fácil, créeme.

—Eso es lo que más espero: que no me deje.

2 horas después y no aún no teníamos resultados de Bella. Comencé a desesperarme cada vez y a gritarle a todo el mundo.

—Familiares de Bella Rouse —dijo un médico.

Me levanté enseguida.

—Yo. Yo soy su esposo —dije, deseando que fuera verdad.

—Señor Cooper, la operación ha sido un éxito —todos respiramos—, pero fue compleja, por tal motivo, lamento decirle que la señora Bella ha entrado en estado de coma.

Mi mundo se cayó.

My Bad BoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora