Obscurus. Tercer Libro de Silencio

1

Las tierras del lago negro, un lugar de apariencia desolada, pero completamente habitada, el hogar de las criaturas más horribles nacidas sobre la faz de la tierra.

¿Aunque...?, ¿Las más horribles, enserio?

Nah , tal vez un poco.

Dicen que debe de haber un equilibrio entre el bien y el mal alrededor de la tierra. Que es necesario.

Pues entonces puedo estar muy seguro que en este lugar, más de la mitad de ese mal se concentra.

Criaturas extrañas , místicas , agresivas, poderosas, de almas viejas y oscuras.

Muchos dicen que es un pedacito del infierno en la tierra , y no necesariamente porque se hagan torturas allí, es simplemente porque es el hogar de lo que fácilmente podrían llamarse demonios.

Afortunadamente, para los licántropos y las grandes ciudades estos seres no salen de su lugar , ni van más allá de sus dominios.

¿Porqué?

Porque sencillamente no les interesa las miserables criaturas que poblan la tierra. Más allá de sus límites no hay mucho que hacer, sus favores solo son solicitados por los más desesperados , los que caen en sus garras directamente en sus dominios.

Los que nunca salen .

Así de sencillo es. La otra parte solo lleva su existencia como sea posible serlo dentro de su naturaleza contrariada y solitaria.

Pero por muy terrible que suene el nombrar " las tierras del lago" , yo lo llamaba hogar. Y no se imaginen un lugar lleno de pantano , raíces y árboles destruídos.

Mi hogar está delimitado por tres enormes y hermosos lagos, que a ojos de cualquier inexperto lo harían caer  bajo el encanto de la peor versión de una sirena. Criaturas acuáticas , destructivas , caníbales y de apariencia asquerosa; que además de vivir en el agua , pueden salir a la superficie y respirar aire por horas, por si aún creían que sin entrar en el agua se salvarían.

Sí algún afortunado logra traspasar con vida estas fronteras , se encontrará entonces con grandes valles y autopistas, varios kilómetros vacíos y solitarios. Donde tal vez a la lejanía encuentren uno que otro recinto, casas, mansiones. Ninguna que antoje ingresar en ellas .

Así el sol brille, la energía en el aire es pesada y las ganas de huir, son inmediatas para aquel que teme vivir consigo mismo en las más completa soledad.

Y así, tan pintoresco como suena, es mi hogar , tengo una gran casa , donde he pasado agradables años desde que el General matthew Vistrolk me libero de la esclavitud.

De la esclavitud de ser un arma sin consciencia.

Nací Omega , una condición diferente y peligrosa para cualquier manada. En las tierras de los licántropos y en la torre , hay dos condiciones que se consideran inestables , peligrosas, agresivas , personajes buenos para la milicia y algunos para ser ejecutores . Esos eran los Omegas y los deltas.

En mi caso nací con la única y extraña habilidad de poder conectar mentalmente con cualquier ser. Podía acabar con la consciencia de quien yo deseara , destruir su mente , su instinto , su vida en segundos , sin que nadie me viera o me sintiera.

Fue allí que me volví un blanco , uno deseado para los rebeldes, tomaron a mi familia, dejaron a mis hermanos y me obligaron a ser su mejor arma, con la condición de no asesinar a mis dos hermanos, mate a cientos en el sur intentando salvar solo a dos personas.

No puedo arrepentirme. Los quería con mi alma y hacía todo lo que fuera necesario para salvarlos. Aún así, la situación se les salió de las manos. Los asesinaron por un error.