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Drew había comenzado a hablar y mi mente seguía sin poder concentrarse.

Viendolo , observando como sus labios se movían. Cómo su pose segura , sus brazos cruzados , su ceño levemente fruncido demostraban sinceridad, fuerza y una gran preocupación.

No podía con Drew , sinceramente no podía.

Cada día me volvía más loco pensando y esto jamás me había ocurrido.

Puedo parecer un niño fantasioso, pero seré sincero. Siempre fui un cachorro cariñoso, extrovertido, escandaloso, ese al que siempre regañaban por hacer daños , por salir a jugar sin permiso, por molestar a sus amigos, por andar con Cristofer de arriba para abajo. Siempre fui el alfa que nadie considero como tal porque le faltaba la seriedad que supuestamente debía tener un alfa.

¿Porqué tenía que ser un amargado para ser el mejor ?

Entrené hombro a hombro con Cristofer y Roche. Aprendí , me eduqué y nunca deje de mejorar mis habilidades. Eso no significó que mi humor se quedará de lado, tenía un grupo de buenos y locos amigos que me seguían a todas partes y hacían locuras conmigo.

Matt fue el primero en ver cómo era mi grupo conmigo a la cabeza. Y si... era, porque desde que Drew llegó y paso todo ese tiempo en un limbo incierto , yo no pude volver a ser el mismo , la preocupación me mataba lentamente, no podía decidirme. Hacia meses que ya no salía con mi grupo. No tenía cabeza para eso.

Desde el primer momento que ví a Drew frente a mi supe que era la persona que el destino había puesto ahí para amar , para cuidar , para adorar . Lo sabía , sabía que era mi pareja.

¿El problema?

Había soñado toda mi vida en tener una pareja con la que pudiera ser feliz disfrutar de la vida , tener una casa, reír, bromear , mimar mucho, yo era demasiado entusiasta, amaba abrazar , besar , por ello es que esas relaciones de una noche nunca funcionaron conmigo, necesitaba contacto, compromiso.

Tenía la ilusa creencia de que el amor era maravilloso y que no había nada mejor que tener al elegido. Por eso añoraba por mi pareja. Porque sabía que yo sería para él y él para mí.

¿Suena lindo, no?

Pues si, siempre lo creí. Hasta que la persona que debía ser , estaba allí frente a mi y me encontré con la realidad.

Por mucho que fuera el indicado yo no podía escoger sobre su personalidad, sus pensamientos, sus decisiones y su forma de ser. Él no podía ser como yo quisiera que fuese.

Cada persona tiene una historia que lo forma , lo moldea y es ahí donde el respeto entra en una relación.

Aún así no seguía más que decepcionandome el tema.

Pensaba que podía intentar entenderlo , comprender nuestras diferencias. Pero Drew es muy diferente. Demasiado

El día que bajo de su auto , salió un hombre oscuro, serio, rígido, con las palabras calculadas, con una vida neutra y un historial peligroso.

La verdad . Me dió miedo.

Drew solo me producía terror. Era ver sus ojos oscuros mirarme con detenimiento y el corazón se me paraba por dos razones:

Una, porque a la vez su misterio y su físico me atraían demasiado , y dos por el miedo que me generaba su peligrosa presencia.

Era la primera vez que me tocaba ver a un lobo que parecía un muerto. No daba siquiera la sensación de ser un hombre lobo. Su condición de Omega no ayudaba tampoco. Pues ya de por sí son considerados como los mejores asesinos. Por ello siempre terminaban de ejecutores en las tropas. Y qué el además de su presencia tuviera está condición lo hacía peor.

Obscurus. Tercer Libro de SilencioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora