Capitulo 7

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-Esta fue un caso diferente, ya que me llegó allá abajo un familiar de la misma y como yo no estaba al tanto de lo que pasaba en su familia, vine en persona a echar un vistazo. Una preciosura, era como tú, ojos grandes, aunque ella de pelo largo y muy atractiva pero al contrario que tú... Fue una buena sumisa, me obedecía en todo y me complacía en todo lo que yo quería, hasta en el tema del sexo, según ella... Amaba hacerlo conmigo y eso me beneficiaba mucho.

-¿Con cuantas mujeres.... - Corregí- ....personas te has acostado?

-Puff, millones

-¿Millones?

-Con decirte que me tiro a una cada día, eso es suficiente y que llevo más de cinco siglos viviendo. En fin... Un día estábamos teniendo sexo del bueno y su madre entró, mi instinto me obligó a hacerme invisible pero ella se quedó sola... La madre la metió a un convento en donde se debilitaba cada vez más, logré sacarla de ahí pero no me quiso obedecer más. Intentó utilizar sus poderes y la verdad me dio lástima, ya que era un buen partido, así que no me defendí, casi me mata y llegó un momento en el que me cabree y la follé como lo hago contigo, después le corté los dedos y le arranqué las pestañas, uno por uno. La colgé del cuello de una gasolinera y mientras se ahogaba le corté los brazos y las piernas y la usé como piñata humana.

-Vaya... Eso es muy fuerte

-Depende Ji,depende- Le miró a los ojos

- -¿Por que yo?

-¿De qué?

-¿Por qué soy tu sumiso y no mi prima? Por ejemplo.

-Cada una tiene algo Ji Yong, tu futuro está predestinado y yo soy el peregrino de la noche que se encarga de buscar a los que están predestinadas a...

-¿A qué? Maestro

-Pronto lo descubrirás

-Cuente otra historia, maestro
El sonrió y lo cargó en sus brazos para dejarlo en la cama, ahí se acostó al lado de el lo miró a los ojos.

-Está bien, te contaré otra. Oh, ya sé. -Le miró a los ojos- es sobre otro de mis sumisos, no acostumbro decir su nombre pero se llamaba DaeSung... El era igual que todos, ojos grandes, pelo castaño, y muy hermoso- Ji se sonrojó- y se enamoró de mi. Al principio lo vi como una ventaja, porque nadie puede resistirse a la palabra de alguien que se ama, así que el hacía de todo, llegó a comerse un corazón humano porque yo se lo pedí. Todo iba genial hasta que llegué a su habitación y lo encontré en su cama, con una ropa interior de encaje que... ¡Hm! Debes saber lo lujurioso que soy, así que iba a acostarme con el por primera vez, pero se me insinuó diciendo cosas como que le diera la vida eterna, que me vendía su alma a cambio de casarse conmigo y... -¿Y...?

-Mientras nos acostabamos, murió

-¿Eh?

-Estaba tan cabreado con esas propuestas que le di como te doy a ti, al parecer, no lo soportó y murió, que la verdad fue un alivio, porque era una plasta.

-¿Miedo al compromiso?

-No es miedo al compromiso, yo lo llamaría más... Prohibición del compromiso.

-¿No puedes comprometerte con nadie?

-Con nadie, tendría que llevar en contra las ordenes de mi padre y del mundo para poder comprometerme con alguien

-Vaya...-Miró a sus dedos-Seung...- Lo llamó- ¿Qué piensas sobre el sexo?

-Buff, es lo mejor que pueda existir en el mundo y más cuando la otra persona lo disfruta.

-Quiero un orgasmo contigo- dijo el decidido.

-¿Qué?

-Sí, quiero hacer el...-Se corrigió- quiero tener sexo contigo y que me des un orgasmo a medida que yo te doy uno a ti

-¿Estás seguro?- Lo miró a los ojos

-Completamente, estoy dispuesto a ser un buen sumiso y no correr la misma suerte que las otras

-¿En serio?- Dijo animado

-Sí, por cierto... ¿Qué pasa si soy buen sumiso? ¿Me quedaré matando hasta la senectud?

-La verdad es que... Nunca he tenido uno que dure más de cinco años, no creo que tú...

-Correré el riesgo- Susurró

-Hablando de eso... Me acabas de recordar algo- Sonrió.
Seung lo miró a los ojos y lo acercó a él, ya pudo sentir la temperatura alta en su cuerpo.

-Una vez tuve una unorgasmica y yo la hacía sufrir por eso mismo, así que le vendió el alma a mi padre y por eso mismo... Sigue vagando por el mundo, buscando un lugar o algo que le de un orgasmo. La encontré hace cuatro días y le di 69 orgasmos y ahora, seguirá vagando pero feliz.

-Ah, interesante- bajó la mirada

-¿Quieres ese orgasmo?

-Sí, maestro

-Pues yo te lo daré
La miró a los ojos y se acercó a los labios de el, le besó, y en ese mismo momento el se pregunto que a cuantos ha besado.

-Pocos Ji...

-¿A sí? ¿No que te acostabas con millones?

-Eso no requiere un beso, ¿o me equivoco?

-Yo no sé, para mi sí.

-Ji Yong, no confundas hacer el amor con el sexo. Ahora mismo, voy a tener sexo contigo, y la verdad estoy impaciente, así que menos charlar y más follar

-¿Me harás daño?- le quitó un mechón de cabello que se deslizaba por su rostro y lo miró a los ojos intensamente

-Que te quede claro... Yo solo te hago daño cuando te castigo, te voy a demostrar lo cumplidor de promesas que puedo llegar a hacer, así que... No, no te haré daño Ji- aprovechó.

-¿Lo prometes?

-Lo prometo, palabra de brujo- le sonrió... Y fue una sonrisa sincera.

Así que no esperó más, lo besó lentamente y se hizo encima de el suavemente, le acarició el rostro con una mano y con la otra le tocó las piernas lentamente. Seung mordió el labio de Ji y lo hizo gemir.

-¿Puedo quitarle la ropa? Maestro

-Oh, sí. Sigue llamándome maestro.

-Está bien, maestro- susurró
Él se iba a volver loco, justamente el 666 decidió llamarlo 'maestro'. Todos le decían 'amo' o 'señor' o simplemente, Seung y el era el primero que le decía así, le hacía sentir superior, le hacía sentirse poderoso, le hacía sentirse todo el rato excitado al recordar su boquita pronunciar esa palabra tan poderosa y excitante: maestro.
El se abrió de piernas ante él, rogando que lo hicese de una vez por todas.

-Detente- le exigió él

-No...-musitó el mientras dejaba suaves besos en su cuello.

-No Ji, detente, ahora que lo pienso... Sería letal

-Me da igual

-Estoy muerto y...

-¿Y? Yo también

-Podría matarte y mis sumisos no...

-Sería una buena forma de morir- susurró

Y lo besó, Seung tiró la toalla y siguió besándolo, de los millones con los que se había acostado, el era, también, el 666 que besaba, ¡Oh! ¡Cómo le encanta este chico! Además, estaba dispuesto a someterse a sus ordenes y deseos, toma y daca, un gran partido.

Tomó sus piernas y se desprendió de su ropa, el gimió al sentir sus cálidas manos alrededor de su cintura. Y supo, desde ese instante que donde quiera que ese demonio lo llevase... Ahí querría estar.

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Ok.... quiero empezar diciendo que este Fic es algo un poco muy grotesco y fuerte, sin embargo se que son todas unas pervers y que les dará igual... aún así trataré de darle un pequeño arreglo a cosas muy explícitas :( los amooooo

D E M O N I ODonde viven las historias. Descúbrelo ahora