D E M O N I O

Capitulo 15

- Ji....¿te duele algo?

-¿Y Seung? ¿Dónde está?

-Se ha ido.

-No... No me duele nada,Tempo.

Tempo se sentó en la cama mirándolp por encima del hombro.

-¿Seguro?

-Sí... Completamente.

-Está bien...

-¿Por qué se fue?

-Porque discutimos. ¿No te acuerdas?

-Ah, intentó matarme.

-Y lo seguirá intentando.

Sacudió la cabeza. Seung había intentado matarlo, Ji sabía que no fue su intención pero estuvo a punto de conseguirlo, agradeció al mismísimo cielo de que Tempo hubiese aparecido, casi se matan entre ellos y Seung desapareció sin dejar rastro.

-No lo creo, yo pienso que fue un accidente.

-¡Que te coja del cuello y te mantenga hasta casi asfixiarte, no es un accidente!.

De pronto, Ji Yong se retorció, Tempo lo supo desde un instante, no era por su hijo, era Seung. Sus sacudidas alertaron al ángel, sus gritos hacían eco en todo el lugar.

Se acercó a Ji y recitó una rápida oración que no daba resultado. Se desesperó, y justo cuando iba a pedir ayuda, se levantó, con los ojos blancos con chispas rojas.

-Está aquí -

Su voz sonó muy extraña, no era la de el dulce Ji....era un demonio.

-Entre nosotros.

-¿Qué?

-Puede verte y puede verme.

Te atacará y me atacará.

- Ji Yong....detente.

-Y lo peor... No sabe que estamos muertos.

Se volvió a dejar caer al suelo. Tempo pensaba en como detenerlo sin hacerle daño a su sobrino. Ji se volvió a retorcer y una sonrisa, verdaderamente, macabra, maligna y aterradora le puso todos los pelos de punta.

-Voy a por ti -dijo como en un canto.

Iba avanzando de forma horrible hacia él, como en las peor pesadillas de alguien. Y de pronto, se detuvo. Parpadeó y lloró sangre.

Tempo lo tomó por los hombros, el tacto le quemó los dedos. TOP apareció por detrás y cuando él se acercaba para pararlo... Cayó al suelo.

Débil y tembloroso los miró a ambos. Volvía a ser Ji.

Tempo lo levantó y TOp cogió al gato antes que pasara una desgracia.

-¿Estás bien?

-Me duele la cabeza -gimió.

-Vamos.

Tempo lo cargó sin esfuerzo y lo dejó en la cama.

- Vete, TOP.

TOP obedeció y cerró la puerta tras su salida. Tempo miró a eo chico que tenía a su lado y lo abrazó. Sabía que tiempo atrás, Seung entrenó a TOP para meterse en el cuerpo de alguien y lo hizo para retar a Seung por la misma petición de Tempo, y TOP no era el más adecuado para estar ahí.

Tempo lo volvió a ver a los ojos, la camisa blanca estaba manchada de sangre y sus ojos se veían vacíos, como si faltase algo o alguien...

-¿Estás bien?

Ji ascendió, pero él sabía que estaba muy asustado por lo que acababa de pasar. Negó con la cabeza, tenía un hermano muy malo que era capaz de hacerle daño a la persona que tiene un hijo suyo dentro.

Luego pensó en el, en Ji Yong.... recuerda cuando Seung le habló por primera vez, Ji tenía seis años y no era consciente de nada, tal vez ni se acordaba y Tempo fue detrás a preguntarle a él pequeño niño qué le dijo el tipo de negro que se le acercó. Miró a la puerta temiendo que Seung apareciese en el momento más inoportuno e intentase matarlo.

-Tem...Tempo...

Cuando él iba a verlo, los labios de el pequeño atraparon los suyos.

Al principio, le asustó y pensó en las consecuencias, pero se dejó llevar. Al fin y al cabo, no le sorprendía porqué Seung lo escogió como sumiso y lo dejó vivir con un hijo suyo. Le parecía una novedad de las grandes.

Seung era un asesino a sangre fría, mataba a gente por montones, las hacía sufrir, había dado muertes demasiado crueles y no tenía compasión con sus sumisos, sin embargo... Parece que había visto algo diferente en el 666 para tener tanta compasión y piedad.

Cuando se dio cuenta, seguía besando a el sumiso de su hermano.

Se sintió más que culpable al hacer eso. Por mucho que quisiese salvarlo del demonio ese, no podía, porque era de su hermano, de nadie más.

Ji parpadeó varias veces, había sentido algo que tenía dormido hace años... Amor.

Amor puro, amor sincero, amor del bueno (COMO LA CANCIÓN XD). Lo miró atentamente y sintió remordimientos.

-Lo... Lo siento...

-No tienes que disculparte, también fue mi culpa.

Ji miró hacia otro lado, estaba como un tomate. Y de pronto lo sintió de golpe...

Seung estaba de camino.