Capitulo 21

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Ji cruzó su mirada con él, cayó de rodillas ante el. Se sintió poderoso por primera vez.

-Vete, y no vuelvas.

TOP estaba en una esquina, temblando. Se le notaba a kilómetros, repleto de sangre y muy asustado. Seung se levantó y sin dejar de mirar a Ji a los ojos, desapareció.

El pequeño suspiró de alivio y se dejó caer al suelo. Casi mata a ambos. Ji sacudió la cabeza intentando olvidarse del suceso. Miró a todo, estaba destrozado. Se acercó a TOP y él estaba muy asustado.

-TOP...

-No te me acerques -le advirtió.

-Tranquilo... No te haré daño.
Ji lo abrazó con fuerza y él seguía temblando.

«Tempo, aparece por favor»

rogó esperando algún milagro. Y si, pasó. Tempo apareció y los miró a ambos.

-¿Qué pasó aquí?

-Seung... -murmuró y él entendió todo-

. -¿Y dónde está?

-Le dije que se marchase bajo un hechizo.

-Ji.... -resopló- es un demonio, y muy importante, volverá.

............

Ji dormía porque Tempo le dijo que lo hiciese, ya que su hijo le quitaba energías a montón. Sintió unas manos recorrer su cuerpo lentamente. Seguía soñando, sin duda.

Gimió y se retorció sin abrir los ojos, no quería despertar y sabía que era un sueño.

Las manos ya recorrían su espalda y sintió unos suaves besos en su cuello. Abrió los ojos, miró hacia abajo, sólo podía ver un hombre que aparentaba más de 20 años pero que no tenía ni idea de quién era, tenía tres posibilidades. Pero no sentía calor en sus caricias, podría ser Tempo o TOP.

Cuando el misterioso subió la mirada, Ji se encontró con unos ojos rojos, que brillaban con tristeza y no sentía calor...

Nada de calor, sólo una simple oleada de depresión y tristeza. Frunció el ceño y él se colocó casi al frente de Ji.

-¿Seung?

-Perdóname.

Ji se quedó de piedra, parecía bastante abatido y triste, esa imagen le rompió el corazón, le tocó el rostro. Y así era, un impulsivo hijo de puta que mataba a todo el que estuviese en su contra, pero era SU impulsivo hijo de puta asesino y de nadie más, solo de él.

-No tengo nada que perdonarte, Seung.

Él cerró los ojos disfrutando de su caricia. Cuando abrió los ojos, eran mieles y no parecía el asesino e intimidante, elegante y dominante maestro. Es más, parecía un hombre de veinte años, humano, con sentimientos.

Él se acercó a Ji y lo besó levemente para ocultarse en su cuello, aspirando su aroma y acariciando a su hijo. Ji Yong iba a sacrificarse por él y lo menos que podía hacer era no ser tan celoso los últimos días.

-Nacerá pronto -susurró él-
-Ya...

-¿Qué nombre le pondrás?

Ji se estremeció, y se acercó para abrazarlo más. Seguía frío como un humano y no entendía por qué.

-¿Tienes segundo nombre? Él sonrió.

-Seung Hyun..... pero.... le dirán Seung Ri de cariño.....

Ji se aferró a él y le acarició el pelo suavemente.

-Creo que ya sabes cómo le llamaré.

Ahora le tocó sonreír a Seung.
-Me gusta.

Ji se quedó en silencio un rato y se levantó de un salto. Le miró con pánico en la mirada y se tocó el vientre.

-Seung...

-¿Qué pasa? ¿Te duele?

Ji le volvió a mirar despacio. -He roto aguas......

D E M O N I ODonde viven las historias. Descúbrelo ahora