Ji se sentó enfrente de él en la mesa.
Lo miró impaciente. No sabía de que se trataba eso, y la verdad es que Seung lo intimidaba mucho. Le sorprendió que no haya intentado matarlos por lo de Tempo.
-Ji Yong.... seré muy directo... -hizo una pausa-. Es tu vida o la mía.
El pequeño se quedó en blanco, parpadeó frente a él. Tenía una lejana idea de que hablaba, pero no estaba del todo seguro.
-¿De qué hablas?
-De las leyes, solo el progenitor está destinado a vivir. Y tú eres el que vivirá y yo...
-¿Morirás? -se alteró y el asintió mirando la mano de la chica-. Pero...
-No, Ji....en estos casos el único que tiene la vida asegurada es nuestro hijo, tú o yo podemos morir. Pero depende de ti... Te recuerdo que no quiero presionarte.
No parecía Seung... Era más tranquilo y mucho más... ¿Bueno?
Ji sacudió la cabeza aguantando las lágrimas.
-No llores -le acarició el rostro y esa fue la gota que colmó el vaso, lo hizo llorar más. Ji le tomó la mano con fuerza.
-No quiero que mueras.
-Ni yo.
Ji se echó a reír a pesar de las lágrimas... Siempre tan individualista. Ahora era el quien le acaricaba el rostro...
Casi nunca lo hacía, pero cuando sucedía, era un tacto hermoso e increíble. Su piel estaba cálida y enviaba cargas eléctricas a todo el cuerpo de el pequeño. Suspiró mientras lo acariciaba.
-¿Qué vamos a hacer?
-No lo sé, Seung... ¿Tengo que decidir yo? -el asintió-. ¿Hasta cuando tengo tiempo?
-Tu hijo está a punto de nacer... Cuanto más antes, mejor. Cuando el niño salga del vientre de la madre, viene el consejo a llevarse el alma del que muere al segundo que nace.
Ji comenzó a llorar mirando hacia abajo. No quería que el muriese.
-Sabes que no soporto verte llorar. Te castigué en el pasado por eso... No volvamos a repetirlo.
Ji se enjugó los ojos y lo miró. Estaba haciendo todo lo posible para no ponerse a llorar. Miró a sus dedos, nadie más iba a cuidar mejor de su hijo que él. Lo sabía.
Ji podría arreglárselas con un chico normal... Pero un demonio, solo podía ser trabajo de un demonio.
-Creo que... -tomó aire-. Te dejaré vivir a ti.
Él se quedó sorprendido. Ji se tocó el vientre con añoranza.
Miraba a la muerte como una vieja amiga, ya no le temía, Seung siempre se la traía a su puerta y era como de costumbre tener que convivir con ella. Pero la angustia de no ver a su hijo crecer era superior a cualquier cosa. Le dolía pensar en eso. Era su hijo.
No vería como crecería, como daría sus primeros pasos, su primera palabra, su primer cumpleaños, su primer balón.
Miró a Seung con tristeza pero con determinación.
-Sí, te dejaré vivir, a ti y a mi hijo.
Ji se levantó ante el silencio de Seung, se marchó adelantando el paso. Miraba a todos lados, buscando consuelo, sin resultado.
- Ji Yong...-susurró una dulce y melodiosa voz.
Tempo vestía de blanco, como de costumbre y sus preciosos ojos azules brillaban.

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D E M O N I O
Fanfiction//CONTENIDO UN TANTO FUERTE\\ Se cuidadoso... pero no tengas piedad....