Capitulo 18

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Tempo le había dejado solo con Ji, lo abrazaba y tenía una mano en su vientre. Estaba en lo cierto... Estas bestias siempre nacen prematuras.

Ji gimió y se despertó de un salto. Miró a Seung con miedo y casi se echa a llorar.

-Tranquilo.

Parecía más Tempo que Seung. Ji volvió a gemir y cuando sus ojos se tornaron rojo vivo, supo que era Seung. Suspiró y recordó la bestia de su pesadilla. Sacudió la cabeza y cerró los ojos intentando olvidarla.

-Tranquilo Ji Yong....

El se apoyó en sus brazos y sus poderosos y candentes labios se adueñaron de los de el pequeño.

Lo tomó por la cintura y su dedo rozó con su vientre. Prefirió seguir el consejo de Tempo, no hacerlo por el bien de su hijo. Suspiró y lo miró a los ojos. Quitó un cabello castaño que se había colado por su frente. Ji estaba más tranquilo, pero aún no entendía que pasó después del beso con Tempo.

-¿Te duele algo?

-No...
Un silencio incómodo reinó en el ambiente. Ji estaba muy incomodl pero él no, lo miraba con el semblante sereno pero misterioso.

El beso de Tempo... Lo recordó de pronto. Fue fantástico, había sentido algo que no sentía con los besos de Seung...

Amor.

Fue increíble tener esa sensación por primera vez. Amor... Amor puro. Gimió y miró a Seung. Era igual que Tempo, pero no era Tempo. Él era malo y no tenía piedad con nadie.

-¿Qué te ocurre?

-¿No me has leído la mente?

-Te respeto y sé que te molesta, por eso no lo hago.

Ji lo miró a los ojos fijamente. Era un peligro hacer eso, pero le gustaba. Se acercó a su cuello y lo besó lentamente. Le acarició el torso por encima de la ropa negra. Seung chasqueó la lengua y lo sostuvo por los hombros.

-Detente... Está mal.

-¿Por qué?

-Tempo dijo que no deberíamos hacerlo por el bien de nuestro hijo.

-¿Y? Tempo es un imbécil. -él rió recordando la situación en la que él había contestado así.

-Tempo es mi hermano.

-Eso no le quita lo imbécil.
Seung lo besó con determinación, y lo hizo gemir al introducir sus dedos calientes en su camiseta, recorriendo de arriba a abajo su espalda. Cada vez su respiración se hacía más agitada. Seung lo tomó de la cintura y quiso colocarse encima de Ji pero le fue imposible por un simple motivo: Su hijo.

Se reprochó que no debía hacerlo. Al menos hacerle caso a Tempo por una vez en su vida. Pero no podía evitarlo. Lo besó ferozmente en los labios, introduciendo su lengua en la garganta de Ji. Le acomodó las piernas y sus ojos rojos se clavaron en los de el. Tomó con fuerza su mano, que yacía encima de su cabeza, y volvió a besarlo.
....
Se hundió en Ji, tomando sus caderas para mantenerlo en su lugar. Su hijo le impedía hacerlo a gusto, y estaba teniendo tolerancia con el asunto, y la verdad es que se le daba bien tener tal paciencia con algún obstáculo. Con un ritmo suave empezó a entrar en Ji, sabía los peligros que llevaba hacerlo con una criatura demasiado desarrollada, a punto de nacer, dentro de el. Se mantuvo en su cuello aspirando ese aroma exquisito que amaba. Sus gemidos le parecían una maravillosa melodía.

Ji lo tomó del cuello y se aferró a él. Le encantaba esa tortura. Escuchaba a Seung hablar en otro idioma. Como le había explicado Tempo: arcano antiguo.

El idioma de la magia negra y demonios.

.........
Tempo cogía agua bendita en una copa de oro con piedras divinas. Concentrado en su tarea, levantó la mirada de pronto, hacia su compañero. Tembló y TOP se preocupó.

-¿Te pasa algo? -preguntó mientras posaba sus ojos grises sobre los azules de Tempo-. Pareces preocupado.

-Acaban de tener sexo.
Chasqueó la lengua y dejó caer la cabeza mirando hacia abajo. Nunca aprenden.

-¿Y? Déjalos, quieren un poco de diversión, pues que la tengan.

-Créeme, estoy totalmente a favor de la diversión de ese tipo, pero las consecuencias pueden ser mortales.

Seung cayó en el hombro de Ji , cogió una sábana blanca y ll cubrió. Le besó el hombro y se quedó ahí. Quemaba el tacto pero Ji hizo lo posible por soportarlo.

Ji Yong le acariciaba de arriba a abajo el pelo. De pronto, otra imagen terrorífica se fijó en su retina: Cuernos. No tan grandes pero si para representar su naturaleza, tembló.

-¿Estás bien?

-Sí... Ya sabes, pesadillas.
Él rió, se acomodó a su lado y el pequeño resopló de alivio al sentir como su piel se helaba a causa del calor. Ji entrelazó sus piernas con las de él. Le miró a los ojos.

-Amo las pesadillas. -sonrió él-.

-Pero cuando despiertas...

-A veces nunca acaba.

-¿Y qué quiere decir eso?

Tempo se detuvo de caminar de un lado a otro en la habitación. Le miró duramente. Pasó una mano por su pelo, desesperado.

-Ya sabes los genes que tiene Seung... Y temo que puedan pasarle todos a mi sobrino.

-Pero tu los tienes... -le interrumpió.

-Lo sé, lo sé. Yo los tengo, pero son diferentes de los de Seung. Yo solo lucho contra demonios, no contra gente inocente, yo soy bueno y es más fácil controlarlo en mi caso.

-¿Qué puede significar que el hijo de Seung tenga los mismos genes?

Tempo abrió mucho sus ojos y le miró con pánico. De pronto, le costaba respirar pensando en la respuesta... Y en una posible solución.

-Que habría dos peligros para toda la humanidad. Ambos morirían matando ó acabarían con el mundo. Esto es un verdadero peligro.

Ambos se quedaron en silencio. Tempo cerró los ojos con fuerza recordando su naturaleza.

-Tiene que haber algo que podamos hacer, ¿se te ocurre algo?

-Sí -se limitó a contestar-.

-¿Qué harás?

Se sentó suspirando mirando hacia la cruz que estaba en la pared, pidiendo disculpas por la decisión.

-Está claro... Me acostaré con Ji Yong.....




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Me encanta enserio!!! Y ya se acerca la final TT

D E M O N I ODonde viven las historias. Descúbrelo ahora