Hiccup Es Mi... ¿¡Amiga!?

CAP. 2O

— Todo lo que dijiste, era una broma... ¿Verdad? — Mientras Kristoff jugaba con los botones de su abrigo de manera despreocupada, Anna trataba de hacer que respondiera lo más rápido posible al saber que su abuelo los veía a ambos de manera confusa

Al notar que el rubio hombre no respondía, el señor Arendell se apresuró a preguntar

— Joven Trollan, toda esta situación se esta saliendo de control, ¿quisiera explicarme que sucedió ayer? — El mencionado miró al viejo hombre y después a la mujer pelinaranja, deseaba mantener su negocio a flote, así que debía ser la doble cara que Anna suponía

— Nunca tuve sentimientos por la señorita Elsa — El estudio del señor Arendell permaneció en silencio esperando a que continuara — La señorita Anna y yo nos conocimos mucho antes de la cena de compromiso, yo... Estoy enamorado de ella

— Ya veo... Es una confesión bastante impactante para mi, joven Trollan — Kristoff asintió mientras Anna deseaba con todas sus fuerzas ahorcarlo con sus propias manos, no caería como todos lo estaban haciendo, ella sabía mejor que nadie lo bueno que se le da manipular a las personas, le daba miedo averiguar cuál era su plan ahora que Elsa era oficialmente la prometida de Jack, claramente aquello arruinó sus planes, él mismo lo dijo, el matrimonio solo son negocios

— ¡Esta mintiendo! — Gritó Anna inesperadamente, llamando la atención de ambos hombres, ella no dejaría que ese molesto chico se saliera con la suya, no se volvería una presa más a su larga lista — Es imposible que él esté enamorado de mí, no llevo ni una semana de conocerlo

— Anna, tranquilízate. El joven Trollan dijo que ya se conocían, ¿es eso cierto? — Mientras el señor Arendell le hablaba, podía ver la arrogante sonrisa de Kristoff a sus espaldas, deseando con todas sus fuerzas jamás haberlo conocido

— ¿Acaso quieres saber cómo lo conocí?, ¡Bien, te lo diré! — El rubio hombre se alarmó tomando el brazo de Anna atrayéndola hacía él, la pelinaranja mujer abrió sus ojos sorprendidas como dos enormes canicas, el señor Arendell prefirió darles un poco de privacidad, abandonando el estudio de manera discreta

Anna contuvo sus ganas de llorar debido a la enorme rabia que sentía, era increíble el gran odio que sentía hacia ese extraño hombre. Era bastante tentador la idea de golpearlo hasta tenerlo inconsciente, realmente deseaba hacerlo sufrir, sus ganas fueron aún más fuertes al escucharlo decir...

— Señorita Arendell, me he enamorado de ti — Anna sonrió y apartó la mirada con asco, con rudeza se deshizo del agarre empujando a Kristoff con fuerza

— ¿Me crees una persona estúpida?, puedes engañar a mi abuelo, ¡a todo el mundo si así lo quieres!, pero creeme que jamás dejaré que te cases conmigo, ¡NUNCA! — Kristoff río con fuerza acercándose aún más a ella — ¿Por qué yo?

— El destino dijo que eres para mi... — "te odio", eran las palabras de deseaba gritarle con fuerza — Así que voy a hacer hasta lo imposible para que quedes perdidamente enamorada de mi

— Eso jamás sucederá... — Kristoff sonrió con última vez y antes de abandonar el estudio, dijo...

— Realmente no me conoces...

En el momento que el hombre abandonó el estudio, Anna gritó con fuerza y cayó al suelo agotada, fue un fin de semana bastante largo. En esos momentos lo que más quería era desaparecer