CAP. 31

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Cuando Elsa cierra la puerta del apartamento de Hiccup, saca su celular de su bolso al sentirlo vibrar, nota en la pantalla la llamada de Storm, que contesta inmediatamente iniciando con un simple "hola" 

— ¿Dónde estás?, Anna esta preocupada por ti — Elsa tardó en responder mientras caminaba de vuelta al ascensor presionando el botón para que las puertas se abrieran

— Lo siento, estuve en el apartamento de Hiccup un rato

— ¿Qué hacías ahí?, Toothless me dijo que Astrid no estaría en casa hoy — Cuestionó con curiosidad

— Sólo hablamos... — No le gustaba el tono que estaba pronunciando esas palabras, su voz ahora era distinta

— Oye... ¿Estás bien? — La mujer sonrió dándose cuenta que su pequeño hermano realmente la conocía y notaría cuando ella estuviera triste

— Si... Iré a comprar algunas cosas, no tardaré — El rubio estuvo a punto de refutar, pero la peliblanca cuelga la llamada repentinamente mirando al hombre frente a ella quien este también la miraba dentro del ascensor, ninguno de los dos habló por unos segundos, Jack no sabía si pedir disculpas tan pronto sería lo adecuado, no quería ni siquiera imaginar el terrible dolor que su amada sentía, debía sentirse traicionada, lo debería de considerar el ser más despreciable por haberle mentido

Sus palabras tenían que ser sutiles, perder a la única persona que estuvo a su lado por tanto tiempo sería su perdición, Jack... No imaginaria una vida sin Elsa...

— Debemos hablar...

Era la primera vez que deseaba gritarle, exigiéndole que se fuera, pero su amor aún seguía vivo. Era incapaz de decirle todo lo que pensaba de él ahora, demostrándole lo débil que podía ser, aún si ella no quería ver su rostro ni escuchar una sola palabra, accedió a salir del edificio y hablar

Miró al hombre frente a ella y le era imposible creer como aún sentía su corazón latir descontroladamente, pero debía volver a la realidad ahora, todo ese mundo de fantasía en el que estuvo viviendo durante mucho tiempo debía acabar, era momento de dejar ir a Jackson Frost de una vez por todas, era una mujer de treinta años, actuar como una chica de dieciséis años que le han roto de corazón sería ridículo, debía ser fuerte y terminar con esto, ¡ahora!

— Todas las cosas que te dijo Aster, podrían haber sonado mal. Entiendo que estés enojada conmigo, ¿quién no lo estaría al escuchar aquello?, sé que pedir tu perdón ahora sería realmente descarado de mi parte, pero no puedo evitarlo, todo lo que hemos pasado ha sido maravilloso para mí... Como si estuviera en un sueño donde jamás quisiera despertar —  Pudo escuchar con tanta claridad como empezaba a sollozar, Elsa sólo miraba al suelo conteniéndose a abandonar el lugar sintiéndose cansada de oír todas las mentiras que soltaba — Elsa... En verdad te quiero, conocerte ha sido lo mejor que me ha sucedido

Por unos segundos el silencio permaneció, Jack trató de acercarse a la peliblanca con pasos lentos, pero ella retrocedía cada vez más

— Elsa yo...

— ¿Cuál es mi comida favorita? — Lo interrumpió repentinamente — ¿qué es lo que me gusta hacer en mis tiempos libres?, ¿cuál es mi mayor temor?, ¿por qué odio viajar en barco?, ¿con quién recurro cuando estoy pasando un mal momento?, ¿he tenido alguna enfermedad seria antes?, ¿soy alérgica a algo? — Ante todas las cuestiones Jack no pudo responder a ninguna de ellas quedándose sin palabras — No puedes contestar a ninguna de ellas porque todo lo que hiciste y dijiste fue mentira... Durante todo este tiempo, tenía la esperanza de por lo menos ser tu amiga, incluso si te comprometían con alguien más, para mí estaría bien... Yo... Lo único que quería era tu felicidad, ahora ya no sé ni qué pensar

Hiccup Es Mi... ¿¡Amiga!?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora