Hiccup Es Mi... ¿¡Amiga!?

CAP. 25

Era su primer día de trabajo, daría lo mejor de si mismo para que sus padres estuvieran orgullosos, estaba tan ansioso de llegar a casa y contarle a Thunder todas las aventuras que vivió, a la vez debía ser serio, Woke y Max no serían los únicos en aportar dinero a su hogar a partir de ahora, tenía la responsabilidad de ayudar con los gastos económicos si quería seguir viviendo en la casa Westergaard

Tuvo un recibimiento amable y atento, la mayoría solía darle los buenos días de una manera agradable y servicial, conoció a gran parte de las personas que trabajarían con él de ahora en adelante, no sabía que su vida daría un pequeño atajo yendo en otra dirección al conocer al detective Nike, al principio no tuvo ningún problema con él, incluso empezaron a conversar en la hora del almuerzo entablando una tranquila amistad a las pocas de semanas de trabajo

Pero algo estaba cambiando mientras los días pasaban, una extraña sensación empezaba a invadir su corazón, llenando su mente, convirtiendo sus noches en una completa tortura, por unas semanas se desconcentró del trabajo y tenía momentos de debilidad casi al punto de desmayarse, perdió el apetito adelgazando notablemente, sus padres comenzaron a preocuparse pidiéndole a Hans una explicación por su extraño comportamiento, al principio no quiso hablar, no podía decirles que se había enamorado de un detective, sus padres habían mostrado un claro desagrado hacia los homosexuales desde hace tiempo atrás

Era obvio que Nike se diera cuenta de la enorme distancia que estableció el abogado Westergaard, le pareció extraño ya que no hubo ningún momento que fuera grosero o egoísta, siempre procuró darle detalles de manera indirecta, cuidar de él y darle a entender que estaría para él en cualquier momento, porque desde el primer día que Hans llegó a trabajar, quedó simplemente encantado por su belleza y se convenció aún más de ello al sorprenderse por su amable y enorme corazón, lleno de bondad. Prefirió no apresurarse y llegar hacia él con cautela, de una manera sutil y romántica, pero su plan no pareció funcionar del todo manteniéndolo decepcionado y triste

Gracias a los días llenos de confusión y tortura que Hans pasó, pudo conocer a Tadashi, quien estuvo a su lado tratando de distraerlo de alguna u otra manera, acostumbrando al hombre a trabajar para distraerse, fue de ahí donde nació su afán de trabajar sin parar, era su medio de tranquilidad y medida para olvidarse de sus problemas a su alrededor

Hasta que un día Nike se harto de tanto evitarlo y tuvo la valentía de hablar de manera directa con Hans, fue un viernes por la noche en la jefatura cuando todos habían ido a casa después de un arduo día de trabajo, lo mantuvo en su oficina hasta que cediera hablar con él, y Hans si quererlo tuvo que aceptar

— Ya no puedes ocultar todo lo que sientes, Hans — El mencionado retrocedió al notar como Nike se acercaba a él de manera peligrosa

— No sé a lo que te refieres... — Respondió nervioso, tratando de mirar al suelo para pensar en otra cosa, retrocediendo otros pasos más es obstaculizado por su escritorio sintiendo como Nike colocaba ambas de sus manos encima del escritorio acercándose a su rostro

— Te pongo nervioso, ¿no es así? — Hans colocó sus manos en los hombros de Nike tratando de alejarlo, pero su cuerpo parecía pedir otra cosa suavizando el agarre hasta quedar cedido a él, provocando que Nike sonriera victorioso — Lo sabía, sientes algo por mi

La tentación terminó por consumirlo obligándose a mirarlo a los ojos cayendo perdidamente enamorado ante el brillo y color de estos, Nike se acercó lentamente a Hans hasta saber que ambos realmente lo deseaban, una vez que pudo confirmarlo al ver como el contrario cerraba sus ojos en espera de ser besado, Nike termina con juntar sus labios con los de su compañero de trabajo. Era la primera vez que Hans besaba a un hombre, y admitía que era exactamente igual que besar a cualquier mujer, solo que ahora era mucho mejor que besar a la chica más hermosa del mundo, porque en este momento besaba al hombre que le gustaba, siendo cien veces mejor