Lágrimas y diculpas.

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Archie se enteró de todo y sabía exactamente por qué Lowell le dijo eso a Mely, estaba desesperado por hablar con ella. Pero antes...

-¡Lowell!- Lo alcanzó en el estacionamiento.

-¿Qué quieres Archivald?- Se giró hacia él.

-¿Por qué le dijiste todo eso a Mely?- Estaba realmente furioso.

-Oh, ¿te refieres a la verdad?- Divertido.

-Cállate, infeliz.-
Archie se aproximó a Lowell propinándole un fuerte golpe en la mejilla.
El joven Morgan se defendió devolviendo el puñetazo. Wilton dio más pelea provocando miedo en Lowell.
El encuentro se prolongó unos minutos hasta que algunos trabajadores se percataron y los detuvieron.

-Te lo advierto, no vuelvas a meterte con ella.- Gritó Archie. Dos hombres lo sostenían evitando que continuara la agresión.

-Y yo te advertí a ti. No voy a conformarme con miserias de la empresa.- A Lowell también lo sostenían algunas personas.
Se los llevaron a lugares distintos para que no pudieran seguir gritando.
Archie se safó de quienes lo detenían y salió corriendo a la oficina de Mely.
Ella no se encontraba allí.

-Disculpe, ¿sabe dónde está la señorita Blake?- Preguntó agitado a un guardia.

-Sí, ella fue a la sección A porque la copiadora del piso no sirve.- Explicó.

-Se lo agradezco.- Continuó corriendo.
Llegó a la sección A pero no la veía, sólo había un montón de habitaciones vacías.
De pronto...

-¡Mely!- Gritó al verla por un pasillo.
Ella no lo miró siquiera. Continuó caminando.
-Necesito que hablemos.- Dijo él.
La joven no respondió.
-De acuerdo.- Tomó su mano y la obligó a seguirlo.

-¡Archivald!- Luchó. Esta vez fue él quien no contestó. El muchacho la condujo hasta una de las salas vacías y cerró la puerta detrás suyo.

-¡Sueltame de una vez!- Forcejeó y consiguió soltarse de su agarre.

-¡Mely, escúchame!- Suplicó él.
Ella lo miró un instante y luego corrió hasta la puerta nuevamente, intentó abrirla pero Archie lo impidió volviendo a cerrarla detrás suyo, luego puso un seguro.

-Necesito que hablemos.- Solicitó aún agitado.

-¡Estoy arta de esto, Archivald!- Se alejó de él y de la puerta.

-¿Qué fue lo que te dijo Lowell?- Preguntó sin rodeos.

-Él sólo me abrió los ojos antes de volver a equivocarme.- Miró el piso.

-Yo... Lo siento... Era un tonto y...- Fue interrumpido.

-¡Ya basta, ¿sí?! Todo esto sólo me aturde, Archivald, estoy cansada.- Habló con un tono serio y débil.

-¡Yo te amo!- Gritó el joven.

-¡He dicho que pares! ¿A dónde quieres llegar con todo esto? ¿Acaso no te escuchas? Sé que tu empresa es importante para ti pero llegar a mentir de esa forma por salvarla, me parece demasiado.- Alzó la voz.

-No miento, yo te quiero. Y eso de la empresa es falso, no estamos en crisis Lowell lo inventó.

-Si en algo no me engañas y de verdad sientes aunque sea lástima por mí, hazme un favor y déjame salir de aquí.- Lo miró suplicante.

Mely se acercó a la salida, de pronto una fuerte mano empujó la puerta en su espalda. Era Archie, puso su brazo por encima de la cabeza de la joven, ella no volteó, entonces él se acercó a su oído y dijo:

-Cometí muchos errores y los estoy pagando con creces. Perdón por ser tan egoísta pero no mentí con lo que dije hace un momento.- Su voz era sincera y melancólica. Mely sólo cerró sus ojos para evitar el llanto. Dio gracias por no estar viéndolo a la cara.

Luego de eso la señorita continuó abriendo la cerradura y se apresuró a marcharse antes de demostrar debilidad.

La habitación se quedó en completo silencio, Archie podía escuchar su propia respiración.

-Lo lamento, Mely.- Aún seguía con su mano recargada en la entrada y habló para él mismo.

Melyssa corrió a su oficina y se encerró en ella. Descansó su cuerpo en la puerta y cubrió su boca con ambas manos para evitar llorar pero no lo consiguió.
Dos amargas lágrimas bajaron por sus mejillas.

-¿Por qué me hiciste esto, Archie? Yo te quería tanto...- Sollozó.

Un Inefable Amor...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora