Tempestad en la mansión Blake.

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Era un día como cualquier otro en el tercer piso de Grentos, los chicos trabajaban en sus respectivas oficinas y el día estaba por terminar. La noche ya había caído, una prolongada lluvia se hizo presente toda la tarde, de repente el chofer de la señorita Blake hizo acto de presencia horas antes de lo habitual.
Archie se encontraba en el pasillo y logró percatarse de ese extraño suceso.
El chofer se dirigió a la oficina de Mely con mucha prisa. Minutos después ella salió apresurada. El joven Wilton lo vio todo y sintió que algo no andaba bien.
Entonces Mely llegó a su casa...

-¿Qué pasa mamá?- Preguntó desesperada al ver a su madre llena de lágrimas.

-Hija... Tu papá... Él...- No podía hablar debido al llanto incesable que tenía.

-Mamá, ¿qué pasa?- Se alarmó Mely y las lágrimas brotaron, sabía que algo no andaba bien.

-Tu padre tuvo un infarto.- Dijo en seco. El corazón de su hija sintió romperse.

-¿Qué? ¿Dónde está?- Lloraba demasiado.

-Está en la habitación, el doctor está aquí. Dijo que fue un infarto miocardio y que si el tejido no fue gravemente afectado él puede sobrevivir.- Explicó como pudo.
Mely no lo pensó dos veces y buscó al médico.
Él le dijo que no podría verlo, que él lo cuidaría.

-Tranquilas, no deben preocuparse. Su esposo ya está mejor. Sólo tengo que monitorearlo y ver su reacción. Por suerte llamó a tiempo señora y el daño fue mínimo.- Dio su pronóstico. -Por el momento no podrán pasar, así que ¿por qué no tratan de calmarse?- Sugirió.
Luego se fue a atender al señor Blake.

Horas después la señora Wilton llegó a acompañar a su amiga pues, a pesar del pasado de sus hijos ambas madres eran grandes amigas.
Mely le avisó a su mamá que saldría un momento para ir a caminar y tratar de despejar su mente. Ella accedió, estaba muy preocupada por su hija pues sabía que su papá era su mundo, además había reaccionado muy mal.

-Por favor señora, cuide de mi madre. Yo, necesito salir un momento, no puedo con todo esto.- Habló la joven notablemente afectada.

-Claro, Mely. No te preocupes. Sabes que aprecio a tu madre. Y por favor, ten cuidado, ¿de acuerdo?- Respondió la mamá de Archie.

- Sí, no sabe cuánto se lo agradezco.

Así, Mely salió a caminar importándole poco la lluvia que caía sobre ella.
La madre de Archie no se quedó tranquila dejándola ir de esa manera y pidió ayuda a la única persona que podía recurrir.

-Papá...- Decía Mely inaudible entre sollozos. Casi sin darse cuenta, sus pasos la llevaron hasta un área verde muy grande en la ciudad, en esos momentos el lugar estaba vacío debido al clima y la noche. La joven se recargó en un enorme árbol al que solía acudir cuando estaba triste y poco a poco su espalda fue resbalando hasta sentarse en el pasto. Sus lágrimas no cesaban y mil cosas rondaban su mente. Su cuerpo estaba mojado casi a totalidad.
Unos pasos apresurados se escuchaban acercándose pero ella no les prestó atención. Entonces...

-Mely...- La joven logró reconocer la voz a pesar de lo agitada que era al igual que su respiración. Ella no respondió.
-Sabía que estarías aquí.- Continuó aquella voz a su lado.

-Quiero estar sola.- Se animó a contestar.

-Lo sé, siempre venías aquí cuando estabas triste y no querías hablar. Por eso imaginé que te encontraría en este lugar.- Recordó el joven.

-Archivald, no quiero hablar...- Su voz estaba repleta de tristeza.

-Lo siento, mi madre me informó lo que pasó, ella no quería que salieras sola a esta hora.- Explicó él.

-Se lo agradezco, pero no era necesario.- No lo miraba siquiera.

-Oye, ven aquí...- Tomó delicadamente el brazo de Mely para ayudarla a levantarse. Ella lo siguió sin renegar. Parecía estar en otro mundo. La lluvia seguía mojándolos.
-Mirame.- Ordenó Archie. Nuevamente Mely obedeció sin remilgos. Fue únicamente gracias a la luz de la luna que ella pudo mirar los ojos del chico. Él continuó, esta vez tomó sus manos.

-No puedes derrumbarte, tu madre te necesita, ¿de acuerdo?- La miró seriamente. El llanto de la joven aumentó haciendo que a Archie se le rompiera el corazón por verla así. La abrazó fuertemente, tratando de protegerla de cualquier dolor.

-Archie... Mi padre...- Se lamentó en el pecho del joven Wilton. Él la apegó más a su cuerpo.

-Tranquila, él estará bien. No llores, hermosa.- La calmó. Luego depositó un cálido y protector beso en su frente.

-¡Hey, Mely! Mirame, necesito que confíes en mí.- Se apartó un poco de ella sin soltar sus manos.
-La lluvia no cesa.- Dijo mirando el cielo. Luego la revisó de pies a cabeza con la vista.- Estás demasiado mojada, Mely, vas a enfermarte. Tus manos están heladas, no podemos quedarnos aquí, necesitas cambiarte.- La regañó tiernamente.

-Estoy bien, sólo, déjame aquí.- Se defendió. -Debes irte.- Concluyó.

-¿Y dejarte sola? ¡Por supuesto que no!- Hizo una pausa. Se dio cuenta de que el estado de la joven no había mejorado en absoluto.

-Archie, tengo mucho miedo por mis padres.- Dijo desahogándose.

-No, no, aquí estaré yo para ayudarte, creé en mí.- Y volvió a aferrarse a ella en un abrazo.

-Debes irte... Deja de abrazarme... Estás arruinando tu traje.- Luchó sin fuerza.

-Mely, por favor. ¡Me importa un comino este traje! Quien realmente me interesa eres tú.- No la soltó a pesar de su lucha.

-No te creo, siempre fuiste muy cuidadoso con tu aspecto.- Decretó.

-Pues ésta vez te equivocas.- Dijo. Entonces a regañadientes se alejó de ella. Con rapidez se deshizo de su saco y lo colocó en los hombros de Mely.
-No quiero que te enfermes, el chofer ya debe estar en camino sólo resiste un poco.

-Archivald, no lo hagas, por favor, quedatelo tú.- Planeaba devolver el saco pero el joven la detuvo.

-Siempre has sido tan necia.- Afirmó.

-Me siento mareada.- Habló la chica recargándose en el árbol.

-Ven aquí, te sostendré.- Indicó iniciando nuevamente un abrazo.- No puede ser, Mely, estás temblando... ¿Por qué tarda tanto en llegar? Y no hay lugares cerca para resguardarnos.- Se desesperó.
Mientras tanto en aquella cercanía Melyssa se relajaba un poco con el embriagante y agradable aroma de Archie.

Continuará....

Un Inefable Amor...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora