Visita al orfanato.

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El día de entregar las recaudaciones llegó, como era de esperarse el equipo terminó todo a tiempo, así que el señor Miller y los chicos fueron hasta un orfanato.

-¡Buen día!- Una monja aparentemente joven salió a recibir a todos y los hizo pasar dentro de la mediana casa.
Era rústica y se notaba que la mantenían en perfecta limpieza.

-Hermana, como sabe venimos a hacer entrega de algunas donaciones y me gustaría hablar con la rectora para dejar todo en claro.- Habló el señor Miller.

-Me parece muy bien. ¿Y qué opinan ustedes jóvenes si mientras ellos se reúnen les presento a los niños?- Solicitó la monja con una brillante sonrisa.

-¡De acuerdo!- Dijeron casi al unisono.
La madre se retiró un momento en busca de los niños. Regresó en tan sólo un par de minutos y el señor Frank ya se había adentrado en una oficina.

Alrededor de 25 pequeños llegaron entre risas.

-Bien chicos, les presento a algunos miembros de la empresa "Grentos", saluden.

-¡Hola!- Respondieron a una sola voz.

-Ellos vinieron a dejar un obsequio para ustedes así que por qué no les agradecen y juegan un rato con ellos, claro si no les molesta, jóvenes.- Preguntó.

-Oh, no, nos molesta, al contrario sería un placer.- Tomó la palabra Luke.

-Genial, entonces vayan. Ah, y por cierto, mi nombre es Yulia.- Dicho esto ella comenzó a jugar con algunos niños mientras los demás se acercaron a los jóvenes.

Una adorable niña se acercó a Archivald, ella estaba llena de carisma y alegría, su cabello estaba despeinado y era de tonalidad pelirroja.

-Hola, señor. Mi nombre es Lia, ¿podría ayudarme a sujetar mi cabello?- Lia le dio una extensa sonrisa.

-Oh, Hola, Lia. ¿Qué te parece si mejor de señor me llamas Archie?

-Bien, Archie.

-De acuerdo. En cuanto a tu cabello, realmente podría hacerlo, pero ¿qué te parece si mejor vamos con una amiga y le pedimos que te haga un peinado más lindo? Mientras tanto yo puedo contarte un cuento, ¿quieres?- Archie se mostró muy amable y dulce con la pequeña al momento en que la dirigía de la mano.

-Hola, Mely. Te presento a Lia.- Habló algo distante debido a su último encuentro.

-Hola, y hola también para ti, Lia.- Saludó alegremente a la niña. -¿Sucede algo?

-Queríamos pedirte ayuda para sujetar su cabello, creo que yo podría hacerlo pero también sé que lucirá más linda con otro peinado. ¿Qué dices?- Explicó Archie.

-Bueno, sería un placer.- Respondió agachándose para acariciar la mejilla de la pequeña, quien aún seguía sujeta a la mano de Archie.

-¡Muchas gracias, señorita!- Lia brincó de felicidad.

-No tienes qué agradecer.

Mely comenzó a hacer una adorable trenza en el cabello de la niña, mientras ella permanecía sentada. Archivald se deshizo de su fino saco y remangó su camisa, luego inventó un cuento para ella con dragones, princesas, castillos y otras tantas ocurrencias. La pequeña estaba más que fascinada, reía con los efectos de sonido que Archie improvisaba para ella.
Ella no era la única fascinada con el apuesto y carismático joven, Mely, no podía apartar la mirada de él, le parecía tan natural, sincero e incapaz de dañar a alguien.

El joven de vez en vez también miraba a Mely, más aún cuando soltaba risillas por la historia y la magnífica actuación que presentaba él.

-¡Listo, Lia! ¡Te ves hermosa!- Dijo Mely.

-¿Tanto como la princesa del cuento?- La inocente niña preguntó emocionada.

-Yo diría que incluso ella te envidiaría.- Agregó Archie.

-¿En serio? ¡Muchas gracias, Mely!- No cabía de felicidad.

-No fue nada.- Respondió la señorita Blake, regalando una tierna caricia a la niña.

-Bueno, ya tengo que irme, será la hora de comer. ¡Adiós!- Lia agitó su mano.

-De acuerdo, sé cuidadosa y portate bien ¿sí?- Aconsejó Archie dándole un beso en la cabeza.

-Lo haré, ¡adiós!- Corrió adentro muy alegre, dejando a los dos jóvenes solos.

Por pocos segundos abundó el silencio.
-Es adorable ¿no es así?- Archie habló primero.

-Lo es, y tú tienes encanto con los niños.- Mely sonrió. Esto desconcertó al joven pues esperaba otra reacción. Pareciera que ella se dio cuenta de lo que hizo y bajo la cabeza al mismo tiempo que borró su sonrisa.
Archie lo percibió y su corazón dolió.

-¿Lo crees? Simplemente creo que ellos te contagian su alegría.- Dijo mirando a la nada.

Mely iba a hablar pero fue interrumpida.

-¡Vaya, vaya! Desde allá parecían una adorable familia jajaja. -Bromeó Luke, quien estaba notablemente agitado.
Mely se sonrojó ante el comentario del chico y la incomodidad llenó el espacio. El joven Wilton lo notó y decidió cambiar el tema.

-No se cansan del fútbol, ¿eh?

-Lo sé, llevamos mucho tiempo jugando, así que huí o tendrían que llevarme cargando ustedes dos jaja.- Jugó Luke.

-Así son los niños. De cualquier forma yo no te cargaría.- Le siguió el juego Mely, dándole un gracioso golpe en el hombro.

-¡Oye! Jajaja.- Reaccionó Henz.

-Bueno, me retiraré un momento, nos vemos más tarde.- Se alejó la chica.

-¿Hablaste con ella?- Cuestionó Luke.

-No tuve oportunidad, pero ten por seguro que lo haré muy pronto.- Respondió Archie.

-Pues más te vale darte prisa, porque ví dos pares de ojos que no se le despegaron jamás.- Advirtió.

-Arnold y... Espera ¿quién más?- Se alarmó Wilton.

-Lowell Morgan...

-¿Qué? ¿En serio? ¿Crees que él esté interesado en Mely?

-Pues no sé si haya alguna atracción allí u otro tipo de interés.- Luke sospechó.

-¿Qué quieres decir exactamente?

-Bueno, es evidente lo que pasó entre ella y tú, así como es evidente que estás interesado en ella aún, ¿no has pensado que podría tratar de usar tu talón de Aquiles para que seas más dadivoso con los bienes de la empresa?

-Sí, lo he pensado. Pero más le vale que no sea ninguno de los dos casos.

-Sólo, ten cuidado con Mely, sabes que la quiero.

-Lo sé, Luke, te prometo que trataré de protegerla siempre.

Un Inefable Amor...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora