Poniendo manos a la obra.

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Una vez que llegaron a su destino, la empresa, entraron entre varias miradas de admiración, asombro, celos, etcétera por la pareja que formaban.

Archie no se alejaba de ella a pesar de que se le notaba distante mentalmente.

Al entrar a la oficina de presidencia, un secretario esperaba ya con noticias no tan agradables.

Mely pidió explicaciones de la situación de la empresa y tanto su esposo como el secretario le pusieron al tanto.

-...En conclusión se hicieron inversiones que no salieron como se esperaba.- Agregó a la conversación el secretario.

-Entiendo.- Añadió Mely con la mirada fija en papeleo.

-Supongo que fueron negocios innecesarios.- Dijo Archivald.

-Quizá no del todo innecesarios si no mal planificados.- Corrigió la señorita

-¿Qué quieres decir?-Dijo él.

-Permiso.-Se despidió el secretario dejándolos solos.

-Propio.-Respondieron al unísono.

-¿Me decías?- Continuó el chico.

-Sí, quiero decir que quizá tuvieron una mala respuesta por la falta de preparación del plan de negocios.-Explicó ella.

-Tienes razón, fueron desiciones un tanto apresuradas.

-Exacto, pero creo que si nos damos prisa podemos desviar el problema.- Mely hablaba mirando a Archie con emoción y pasión.

-Bien, ¿y qué propones para hacerlo?-Preguntó Archivald centrando toda su atención en cada palabra de la dama frente a él.

-Primero estudiemos el mercado. Como sabes, una empresa que conoce a sus clientes tiene una mayor ventaja y pienso que quizá por ser desiciones apresuradas como mencionas, se olvidó ese punto. Veamos en qué regiones tenemos mayor incidencia y vayamos directo allí.- Continuaba con emoción.- El mercado está constantemente sometido a diversos cambios y, si los conocemos, podremos adaptarnos a ellos e incluso sacar ventaja por ese lado.

-¿Estás diciendo que quizá deberíamos hacer modificaciones en la empresa?

-Sí, ¿por qué no? De ser necesario lo haríamos.

-Me parece muy bien si es la mejor solución.

-A mi parecer una reestructuración tanto del plan como de algunas áreas de la empresa sería lo mejor. Tal vez no sea necesario tomar un camino completamente distinto a lo habitual, pero algo habrá qué hacer. Por lo tanto, si los accionistas lo autorizan, debemos ponernos en marcha ahora mismo, antes de perder más capital del invertido.-Lo miró buscando respuestas.

-Ten por seguro que tienes autorización.

-Te lo agradezco, te prometo que lograremos solucionar todo lo antes posible.- Dicho esto ambos salieron de la oficina.

Se pusieron manos a la obra, se les veía dando indicaciones a algunos empleados y teniendo un ajetreado día. Ni siquiera pudieron verse en el transcurso de éste.

-¡Vaya! Los nuevos dueños no han parado ni siquiera para comer.- Decía una empleada para dos más.

-Pensé que se irían de luna miel como recién casados.- Mencionó otra.

-No lo creo, con todo lo que está pasando dudo que tengan tiempo siquiera.

-Son tal para cual. Desde que el joven Wilton llegó a la empresa no ha dejado de arreglar los problemas de la mala administración en los últimos tiempos.

-Exacto, probablemente su padre no se sentía tan bien últimamente, siempre había sido un buen presidente.

-Esperemos que la nueva jefa no sea una autoritaria, porque no lo parece y la familia Wilton siempre ha sido muy comprensiva.

-Yo creo que parece una buena persona. Además ¿por qué se habrían casado si no?

-Eso esperemos.

Durante escasos minutos continuaron cuchicheando a cerca de la relación entre los nuevos jefes y la situación en su trabajo.

Finalmente el día terminó. Archivald salió en busca del chofer que los llevaría de vuelta a casa. Se encontró con él pero Mely aún no estaba allí.
Se quedó esperándola un rato en la entrada principal.

A lo lejos se veía a la señorita Blake caminando hacia él. Venía hablando con dos empleados; una mujer y un chico, parecía estar dándoles instrucciones.

-Bien, creo entonces que sería todo por hoy.-Dijo ella.- Les agradezco mucho su ayuda y los espero mañana a primera hora para continuar. Pasen una buena noche.- Se despidió con una sonrisa.

-¡Muchas gracias! Tenga una buena noche también.- Respondieron estando ya frente a Archie.-Con permiso, señor.- Dijeron para éste.

-Propio.- Contestó agachando levemente su rostro en señal de despedida.- ¿Nos vamos?- Esta vez habló para su esposa.

-Claro.

En cuestión de minutos arribaron a su hogar. Agradecieron y se despidieron del chofer, luego entraron a su casa.
Ambos se sentaron en la sala.

-¿Qué tal tu día? Después de esta mañana ya no pude verte.- Inició Archie con la conversación.

-Nunca pensé que así sería el primer día, fue bastante trabajo, sin embargo también fue alentador.- Contestó ella intentando ignorar el tono aún distante en la voz de Wilton.

-Sí, lo sé, para mí fue igual.
Bueno, iré a la cocina para preparar la cena.- Una vez que dijo eso se retiró dejándola sola.

~¿Qué pasa? ¿Por qué está tan raro hoy? ¿Por qué siento esta especie de culpabilidad?~Pensaba Mely sintiéndose intranquila.

En breve, Archivald la llamó a cenar. Ese tiempo transcurrió sin nada relevante más que preguntas y respuestas banales. Ella no lograba dejar de notar ese extraño aura en él.

-Voy a tomar un baño, creo que me hará bien.- Mencionó él.

La señorita Blake permaneció un tiempo en la sala, leyendo libros sobre economía y otros temas. Luego decidió subir a la habitación.

Archie ya había salido de ducharse y se encontraba preparando el traje que usaría al día siguiente.

La intranquilidad no dejaba a Melyssa pensar con claridad así que buscó terminar con ella.

-Archivald.- Dijo su nombre en voz alta sin pensarlo.

-Dime.- Respondió él dejando lo que estaba haciendo para fijar su atención en ella.

-¿Pasa algo?- Fue lo que se le ocurrió preguntar.

-¿Qué quieres decir? ¿Acerca de qué? ¿La empresa?

-No, sobre ti.- Dijo poniéndose nerviosa de confrontarlo.

-¿Sobre mí?- Preguntó confundido.

-Sí, has mantenido un comportamiento extraño hacia mí. Si pasa algo sólo dímelo porque imagino muchas cosas innecesarias.-Habló casi a modo de súplica.

-En realidad no sucede nada.- Inevitablemente mantenía su tono seco.

-Claro que sí, lo sé. Por favor sé directo conmigo porque me haces sentir que cometí un grave delito.- No pudo evitar exaltarse.

Archie comenzó a acercarse a ella en medio de aquella oscura habitación donde sólo se encontraban ellos, tal como siempre había querido tenerla para hablar sin interrupción alguna.

Los corazones de ambos se aceleraron casi inexplicablemente...

Un Inefable Amor...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora