DRAMA | Fnaf (AU)

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Nuestra rubia, después de hacer un par de docenas de conjuntos según ella "perfectos" de hecho los terminó de trazar en plena medianoche. Suspiró y decidió sacar sus libros y apuntes, el examen del día siguiente no se iba contestar en blanco.

Así que continuó estudiando y repasando lo que había aprendido en clases.

Al día siguiente, después de la inevitable hora de solo hojas blancas con preguntas ilógicas como: "¿El verde es un color creativo?" Finalmente se enfrentó a esos exámenes; orgullosa de haberlos contestado y no haberse rendido.

Después se dirigió con sus amigos para hablarles de los atuendos para el gran día que cada vez se acercaba más.

- ¿Y bien? -Preguntó ella esperando las opiniones de los demás.

- Eh... ¿Y mi atuendo? -Preguntó Golden con duda.

- ¡Oh! Es que como presentí que tu personaje era igual al de Freddy, decidí que fuera el mismo pero en dorado, no te preocupes es el mismo -Respondió Chloe.

- Oh vaya -Dijo ya comprendiendo todo y a la vez feliz.

El pelimorado escribía algo en una libretita como si estuviera haciendo notas. El castaño le dio un codazo de lo tan obvio que era.

- Bonnie... ¿Qué haces? -Preguntó confusa Chica.

El nombrado tenía evidentes nervios, mientras su pareja lo veía descepcionado ya que "los descubrírian pronto".

- Es que... -Pensaba en una excusa- M-Mi madre también está en una banda, y ella suele usar ropa oscura, como los atuendos que pensabas -Ya estaba más seguro- T-Tal vez ella nos ayudaría a conseguirlos -Sonrió de lado.

- ¿Quieres decir que tu también ayudarás a comprarlos? -Cuestionó Golden.

- S-Sí -Dijo Bonnie de manera rápida.

- ¿Y por qué todos usaremos guantes blancos? -Cambió de tema el pelirrojo.

- Porque.... No lo sé -Dijo la rubia apenada- Creí que quedaría bien junto al diseño simple...

- ¡Está perfecto! -Mencionó Freddy- Estoy muy ansioso para poder utilizarlo -Suspiró como jovencita enamorada.

- Me alegro que les haya gustado -Dijo la rubia más calmada.

(.)

Los amantes se encontraban caminando por los pasillos de la escuela pensando aún en el atuendo de la rubia.

- Bonnie, yo intentaré hacer el diseño del vestuario, mientras, tú buscarás al modelo -Hizo una pausa- Y al parecer también conseguirás la ropa -Lo dijo entrecerrando los ojos.

- Disculpa Fazbear -Suspiró pesado- Sigo nervioso con la situación y se me escapó actuar así -Rio nervioso.

- No te preocupes, de todos modos, es nuestro secreto y hay que mantenerlo entre nosotros dos -Trató de animarlo.

- ¿Cómo nuestra relación? -Dijo el pelimorado.

- No, tampoco no exageres -Rio el castaño.

- ¿En qué sentido? -Preguntó confuso- ¿Nuestra relación no es secreta? o ¿No somos nada? -Preguntó preocupado- ¡¿Fazbear a que te refieres?! -Se alarmó.

- Ehh... -Ya no sabía que decir.

~Diálogos innecesarios jsjsjs ~

Durante clases, el pelimorado no dejaba de pensar en quien podría ayudarles acerca del tema secreto. Por un lado, consideraba a Abigail, ya que ella tenía casi la misma estatura que Chloe, y tal vez podrían ser de la misma complexión.

Solo que la pelirroja era mucho más delgada...

También estaba entre sus opciones el chico peliceste... pero no se encontraba en buenos términos con él y se parecían en complexión, más no en estatura...

No sabía a quién elegir... Eso y que además no conocía mucho a la niña Funtime, no sabía si podría ayudarle o guardar el secreto, tal vez cumpliría lo último, más no lo otro...

Se sentía incomodo de no contar con la ayuda de nadie más...

No tuvo de otra que irse por la salida """fácil""".

(.)

Y ahí estaba...

Justo al lado de su casa, frente a la casa de sus vecinos, suspiró y tragó saliva, con nervios, vergüenza y suma pena, dio unos golpecitos a aquella puerta que esperaba que no fuese abierta.

Pero se abrió.

- ¡Brian! -Dijo una alegre señora- ¡Qué sorpresa que vengas! -Rio- Pasa, pasa -Se hizo a un lado para que el pelimorado pasara.

- M-Muchas gracias señora Bonnet -Rio nervioso entrando a la agradable casa.

- ¿Buscas a Thomas? -Preguntó curiosa la señora- Si es así, está allá en el segundo piso -Dijo lléndose a la cocina- Yo les prepararé algo, ¡Siéntete como en tu casa! -Dijo con una sincera sonrisa.

- ¡G-Gracias! -Respondió con nervios.

Se dirigió a las escaleras y seguía con nervios.

La señora Roxanne no parecía que supiera de los inconvenientes que habían tenido aquellos dos, pero el pelimorado se sentía un poco aliviado de eso.

Caminó con un temor aquellos escalones, y de manera rápida divisó la habitación del celeste, la puerta estaba entre abierta y aparte demostraba colores alegres.

Se armó de valor y dio unos golpecitos a la puerta, para llamar la atención del concentrado peliceleste haciendo su tarea. El menor al notar la presencia del de morado se levantó de manera rápida con una mirada sorprendida de molestia y confusión.

- ¡¡TÚ!! -Apenas se iba a quejar el menor.

- ¡H-Holii! -Saludó temiendo por su vida.

De un momento a otro, Bonnie ya le estaba explicando la situación al de celeste, quien solo prestaba atención a pesar de sus dudas.

- Se que te hice mucho daño y te traté mal... Enserio perdóname Bon -Dijo apenado el Bonnie.

- ¿Sabes? -Hizo una pausa aún molesto- La última vez que te disculpaste, a la semana recibí un tremendo golpe en mi cara de parte tuya... -Lo miró con odio- ¿Y ahora vienes a disculparte para que te ayude?

- ¡Bon enserio, disculpame! - Dijo preocupado.

- Ya no se si creerte -Miró a otro lado- Se que sonamos como una pareja tóxica y yo soy la novia que cree fielmente tus mentiras... pero Bonnie ¡Esto es serio! -Lo miró fijamente- ¿Me crees estúpido? -Se quejó- Ni mi madre, ni mi hermana, ni Shauntall y mucho menos tu madre, sabe de nuestra situación... ya no puedo seguir excusándome que me llevo bien contigo...

- ¿Les cuentas que me llevo bien contigo? -Dijo preguntó confuso el pelimorado.

- ¡Ese no es el punto! -Se negó- NO puedes venir a mi casa como si nada, ""disculparte"" y pedirme un favor como si nada malo hubiese pasado...Es completamente desagradable...

- Enserio... disculpa -Suspiró apenado.

El peliceleste se cruzó de brazos aún molesto y suspiró también.

- Te pido de la manera más amable de que largues de mi casa y me dejes en paz...

Lo miró de manera fría como se levantaba cabizbajo dirigiéndose al primer piso.

- Si quieres que te ayude, primero consúltalo con Fred... tal vez él te de alternativas...

El pelimorado asintió de manera leve y decidía salir de aquella casa.

Al despedirse de la señora fingió una alegre sonrisa y felicidad, agradeció todo y se fue.

Ambos muy en el fondo sabían que aquella última frase era una ayuda definitiva, aunque no con gran gusto.