41._Al costado del mundo

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-Hola Destino-le dijo Bills cuando el muchacho llegó frente a él-¿Por qué tardaste tanto en aparecer?

-Diecisiete -lo corrigió-Me perdí...

Bills se rio a sonoras carcajadas.

-¿El destino se pierde?

-con más frecuencia de la que imaginas-le respondió rascándose tras la cabeza indolente-Por cierto... Gracias a tí debo crear nuevas guitarras, partiendo por la de este sujeto-le reclamo enseñándole la que llevaba en la mano.

Bills solo se sonrió.

-No te quejes...Esas cosas sólo aparecen-le dijo el felino.

-Cuando las personas nacen,pero cuando nacen otra vez debo crearlas a mano,por así decirlo y es demasiado trabajo...

-Tú no haces nada,yo soy el que más trabajo tiene-le señalo Bills.

-Bieenn-dijo Diecisiete y se puso sobre el hombro la guitarra para mirar hacia la iglesia-Me gusta esa chica,pero su esposo me dio una paliza.No lo culpo,le coquetie a la muchacha-dijo sonriendo.

-Tú le coqueteas a todo el mundo-le dijo Bills y se puso de pie para sacar del ataúd una pala-Esto me tomara un rato así que si quieres adelantate...

-Como quieras ¿Has visto a Caos?

Bills hundió la pala en el suelo blando por la lluvia y luego volvió a su ataúd.

-Seguro anda por ahi,haciendo lo que mejor sabe hacer...

Daishinkan miró a Evangeline antes de subir a la carreta. La muchacha sostenía a Whiss que lo veía tranquilo. No se dijeron más,aun cuando habían muchas palabras entre los tres y muchas preguntas. La pareja se le quedó viendo bajar por la cuesta detrás de la iglesia,directo al desierto. No llovía y las nubes se abrían dejando ver trozos de cielo azul. Un azul limpio y resplandeciente que parecía burlarse de los sangrientos acontecimientos. Whiss veía al cielo mientras su mujer lo ayudaba a sentarse.

-Déjame ver la herida-le dijo la muchacha.

-No es nada-le dijo él-Me duelen más las costillas rotas que esta herida.

-¿Dónde esta Vegeta?

Whiss movió la cabeza de un lado a otro y ella entendió. Evangeline lo abrazo para consolarlo a él,para consolarse ella quedandose así un tiempo. No podían evitar,en parte, sentirse responsables por todo lo ocurrido.

-Lo intentamos-le dijo Whiss al fin.

-No fue suficiente-le respondió Evangeline-Se agitaron un poco,pero no llegaron más lejos de lo que él quería...

La mano de Whiss le acaricio la mejilla,para luego acercar el rostro de la muchacha a él y susurrarle algo al oído.

-A eso se reduce todo-le dijo después.

La muchacha puso la mano sobre su vientre con cierto pesar y Whiss le levantó el rostro para mostrarle una sonrisa relajada que le alivio un poco la tristeza. La muchacha improviso un vendaje para su esposo y después de un rato bajaron. Bills estaba clavando la tapa de un ataúd cuando los vio pasar. Los miro un instante,luego volvió a lo que hacia. Evangeline había echo unas flores de papel allá en la iglesia,las llevaba en la mano.

-¿Por qué los sepulta?-preguntó Whiss no esperando respuesta.

-Porque no tienen quien lo haga y todos merecen una tumba-le dijo Evangeline ganándose una mirada de su esposo.

-¿Cómo lo sabes?-le preguntó Whiss.

-Nos hemos visto muchas veces...Tal vez demasiadas veces.

El evangelio de la destrucción Donde viven las historias. Descúbrelo ahora