versículo 02

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Bills no hablaba mucho,pero algunas declaraciones le saco durante el trayecto a Piedra Rota. Caminaban por entre los matorrales para llegar a la cima de una barranca rocosa más allá de la cual,hacia el este,había un paraje de campos de dunas y planicies arenosas. En dirección opuesta estaba el pueblo de pueblo de Piedra Rota. A medio día hicieron una parada,pues es cuando el desierto se hace intransitable. Al amparo de la mezquina sombra de unas rocas ambos descansaban. Allí la muchacha le hizo una pregunta que venia formulando hace rato.

-¿Va a un funeral,señor?

Bills miró la corona de flores luego le dijo:

-No-le respondio-Veraz Evangeline,yo soy la muerte.

La muchacha lo miró,él la veía con una sonrisa socarrona esperando un comentario de incredulidad,pero en lugar de eso,ella le dijo sonriente:

-Luces mejor de lo que esperaba. Siempre te imagine como una criatura envuelta en mortajas flotantes,aunque la verdad...creo que tú y yo nos hemos visto antes.

La sonrisa que tenía Bills se borro. Esperaba soprenderla un poco al menos,pero ella algo recordaba de su breve paso por el mundo oscuro de la muerte.

-Sí,hace unos años-le dijo Bills casi en un susurro que se llevo el viento.

Ella lo miraba candidamente. Tenía dieciséis años,aun conservaba ese candor infantil de dulce ingenuidad y travesura. La verdad nunca lo perdió, pero entonces era más evidente. La mano de Bills se apartó de su cuerpo y fue lentamente a posarse en la cabeza de la joven que sintió aquel gesto como si le hubiera caído una pesada carga. Las falanges de Bills, reposaron allí varios minutos hasta que unas breves palabras escaparon de su boca...

-Me recuerdas a "Vida"

-Vida...¿Vida es también una persona como usted? 

-No,ella no se personifica-le dijo Bills-Ella es como es nada más,pero si tomara una forma,creo que se parecería un poco a tí...

El viento les llevó un rumor de caballos,todavía muy lejanos,
pero lo suficientemente cerca para terminar esa charla.

-Vienen por ti-le dijo Bills.

El rostro de la muchacha mostró su espanto,pero no le pidió ayuda a la muerte. Intentó escapar nada más, aunque era muy tarde. Mientras la ataban para subirla al caballo,como si fuera un costal de papas, miraba a Bills que estaba en el mismo sitio en que quedo. Le hizo adiós con la mano y desapareció. Evangeline quería hacerle unas preguntas,pero ya tendría otras oportunidades...

Los días más duro de la milicia habían terminado,pero aun quedaban grupos que defendían los pueblos más aislados de las bandas de ladrones bien organizadas y fueron esos a los que el estado les puso fin. De allí retornó Gohan. Tenía solo 17 años,pero con solo catorce calificabas para entrar. Su padre lo llevó con él,pese a las protesta de su madre que exigía el chico fuera a estudiar. Fue allá que conocieron a Piccolo en peculiares circunstancias y ellos lo invitaron al pueblo,pero solo de paso. No fue bienvenido por Milk.En cualquier caso no pensaba quedarse, mas le había tomado cariño al muchacho. Los últimos tres años los había pasado con él ya que su padre fue enviado "Al Paso". Nunca fue muy dado a los afectos,pero ese chico de alguna forma se los despertó. Una especie de cariño paternal que era retribuido. Ese muchacho lo admiraba por ser como era,asi en el presente e ignorando a conciencia su oscuro pasado.

Mucho influyeron sus ideas y su visión del mundo en ese jovencito de carácter agradable. Tal vez más de lo que él mismo creía,pero Gohan seria enviado a la escuela ahora,para en un año más irse a estudiar a la ciudad. En el pueblo había una establecimiento educacional,
pero Milk decía que sus maestros no eran buenos. La educación primaria,Gohan la hizo en el pueblo vecino y la secundaria también,pero en cursos condensados y mediante exámenes libres. Piccolo pensaba dejar Terra Verde,pero se quedó. Como a todos el pueblo lo abrazó y lo atrapó.

Milk podía tratar a Gohan como un niño,pero este ya tenía sus criterios desarrollados y su sexualidad también. El hijo del ministro era por lejos el sujeto más atractivo del lugar,sin mencionar que tomaría el puesto de su padre muy pronto. Eso lo hacia más atractivo. Un día en el bar decidió hablarle y esa misma noche Whiss lo metió en su cama. Se entendían muy bien bastantes cosas. Como sus pésimas relaciones con sus padres y tener que estudiar solo para satisfacer a otros. Clandestinamente iniciaron una relación el mismo día lluvioso que Evangeline volvía a su casa tras su fuga.

La golpearon hasta casi matarla,
pero no era la primera vez. Estaba tan seguido en las puertas de la muerte que Bills constantemente se sentía tentado a cortar su vida de una vez, mas siempre había alguien que la rescatada. En esa oportunidad fue su hermana Hellen. Le curo las heridas y le dio algo de sopa. Hellen era mejor que su madre con ella y por eso Evangeline la quería tanto,pero su hermana mayor la amaba en secreto. Si,la amaba. Ella deseaba a su hermana,pero también quería su bien y la respetaba. Sabia que Evangeline la veia como una madre,pero mientras limpiaba su cuerpo maltrecho no podía evitar tener esos pensamientos lascivos y en esa oportunidad sucumbió e intento darle un beso. Fue cuando su madre la descubrió. Después de una golpiza sin piedad la mandaron a Piedra Rota y a Evangeline la enviarían a otro pueblo cercano.

Cuando la muchacha abrió los ojos, lo primero que vio fue a Bills sentado a los pies de la cama. Todo el lugar olía a flores

-Me visitas muy seguido-le dijo Bills.

-Lo siento...-le dijo ella con tristeza.

-No te disculpes.No te estoy reclamando-le dijo en un tono áspero.

-¿Viniste por mi?-le preguntó llorando-Por favor...Dime que viniste por mi...

-No Evangeline.Yo sólo tomo las almas cuyas vidas terminaron. Cuando el préstamo divino caduca.El tuyo aun no lo hace-le dijo con una actitud inmutable.

Evangeline simplemente rompió a llorar y se arrojo a los brazos de Bills para seguir llorando. Cuando su padre entró no la vio,pero eso no impidió que mas tarde la montara en el tren para sacarla del pueblo. De lágrimas sabe la muerte,pero esas se le quedaron literalmente pegadas encima como gotas de rocío. 

En la estación de trenes había un chico de melena oscura y pañuelo rojo al cuello, que sentado en el piso tocaba una guitarra con el nombre de Evangeline. Bills le arrojó una moneda de oro y se quedó viendo el tren alejarse con su ataúd a cuestas. 

-Oye,Destino...Creo que me quedare por estas tierras-le dijo Bills.

-Has lo que gustes-le respondió el chico-Pero Caos anda por aquí y...

-Caos no es más poderoso que yo y tampoco estamos compitiendo en algo.

-Lo digo porque sabes que no le gusta se metan en sus granjas de hormigas-le señalo Destino.

-Te di una moneda. Canta de una buena vez...-le respondió Bills.  

"Nunca fuíste bueno pa' entender de amor y la tristeza llega aquí a tu corazón ella se marchó pa' no volver ya nunca más.
No ya no llores, no ya no llores, no volverá.
Una hermosa flor cae con tus lágrimas dulce aroma llevará tu soledad un triste suspiro sin embargo quedará.
No ya no llores, no ya no llores, no volverá.
Ella te amó, lo sabes bien pero al final la muerte pudo más.
Un triste suspiro sin embargo quedará.
No ya no llores, no ya no llores, no volverá.
Un triste suspiro sin embargo quedará.
No ya no llores, no ya no llores, no volverá."

El evangelio de la destrucción Donde viven las historias. Descúbrelo ahora