Hello, zombie boy | Willmax.

v e i n t i d ó s.

La noche había sido demasiado larga y Lucas no había podido acompañar a Max a casa porque se había pasado de copas así que Will la acompañó con gusto.

—Gracias por acompañarme —soltó Max sonriendole agradecida. Will  asintió y sé despidió de inmediato pero Max soltó por inercia:—¿Y si te quedas? Digo, es muy tarde para irte tan tarde y sólo...

—Me parece bien —Will sonrió y ambos entraron en silencio a la dulce morada de Max. Su hermanastro y padrastro habían ido de vacaciones y su madre tenía el turno doble, así que no se preocupaba de no avisarle a alguien de que un chico se quedaría en casa.

Max acomodó una pequeña cama en el suelo de su habitación para Will y éste agradeció amablemente. Mientras Max subía con una merienda pequeña a la habitación, la puerta entre abierta no impidió que Max viera a Will sin camisa. Su corazón se aceleró y pensó lo extraño que fue que no pensará que era algo desagradable husmear a alguien que se cambiaba de ropa y tocó la puerta esperando el aviso para entrar.

—Puedes pasar —Will anunció y ya tenía puesta la ropa de el hermanastro de Max. —Gracias por la ropa —Will agradeció con una sonrisa mientras tomaba la mitad del sándwich que Max había preparado para él con el jugo de naranja.

—No hay de que —Max terminó de comer su mitad del sándwich y fue al baño a cambiarse. Se puso una camisa ancha de color rojo y un short que no se veía por el largo de la camisa.

—¿Crees que Lucas esté bien? —preguntó Will preocupado mientras se metía en la cama que Max le había preparado en el suelo.

—Estará bien, ya lo había visto pasarse de copas. Seguro vomitará su propia bilis en la mañana —Max recogió su cabello rojizo en un moño y sé metió en la cama. —Buenas noches Will —dijo en un susurro que a Will le había parecido tierno.

—Buenas noches Max —Will dijo de vuelta para luego quedarse dormidos.

La pelirroja no pudo cerrar los ojos durante un rato y sé dio cuenta que Will estaba bastante incómodo así que le ofreció la mitad de su pequeña cama.

—Tranquila, no quiero molestar —Will soltó ante la oferta de Max y ella dándole la espalda se ponía nerviosa con cada palabra.

—No es molestia, insisto, puedes acostarte en el lado vacío de la cama —Max hizo el espacio necesario cuando Will por fin aceptó y éste se recostó aliviado de que por fin su espalda sentía algo acolchonado.

Ambos estaban de costado mirándose, era como si todo había quedado en sildncio y lo único que se escuchaba eran sus respiraciones aceleradas. Incluso Max llegó a pensar que se escuchaba su propio corazón latir fuertemente en su pecho.

Will no dejaba de mirarla, esa misma mirada que tenía en la fiesta cuando bailaban todo juntos, esa misma intensidad se sentía en ese momento y la distancia ya no era un impedimento, tampoco la privacidad y ambos se dieron cuenta de lo mucho que seguían acercándose.

Max ni siquiera resistió los centímetro cortos que a Will le faltaban para llegar a su boca. La pelirroja aceleró el camino y estampó sus labios contra los de él en un beso intenso, de esos que ninguno se había dado nunca.

El sentimiento crecía en su vientre y en su pecho. Sus labios besaban los de Will como si fuera lo único que la mantenía respirando, nunca había dado un beso con lengua porque le parecía desagradable y ahora lo estaba haciendo y era de todo menos desagradable.

Max sentía como las manos de Will bajaban de su cintura a sus muslos obligandola a quedar abajo de él. Los dedos de Will recorrían los muslos de Max mientras sus labios dejaban de besar su boca para pasar a un recorrido que emepzaba en su cuello y terminaba en su estómago.

Los suspiros de Max eran cada vez más fuertes, era un sentimiento nuevo que la inundaba por dentro y no quería que se fuera. Aún cuando sabía que estaba mal hacerlo, sólo podía pensar en lo bien que se sentía y cuando Will metía lentamente su mano en el corto short de la pelirroja; Max abrió los ojos y se sentó en su cama jadeando.

La pelirroja sintió el sudor recorrerle el cuello y la frente, su pecho subía y bajaba frenéticamente, no podía creer lo que había soñado, estaba asombrada de como había podido pensar si quiera tal cosa de alguien que ni siquiera era su propio novio.

《Pero es el chico del que estás enamorada》 pensó.

Su mirada giró rápidamente al suelo y lo vio ahí acostado, tan tranquilo y con la boca semi abierta, su respiración lenta y la calma que generaba.

《Es demasiado hermoso... Mierda, ¿qué es lo que me pasa?》 Pensó.

Ay Max, no entres en pánico, cuando las hormonas hacen efecto... nadie puede controlarlas, y ahora tú no puedes parar de pensar en lo aún más  hermoso que se vería sin camisa y en tu cama.

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Éste capítulo es un poco más corto que el anterior porque me surgió ahora, de la nada y me gustó.
Está inspirado en la primera vez que me fijé en un chico de una forma más física y literalmente así me sucedió.

Realmente no voy a escribir algo sexual mucho más allá que esto. Mi objetivo jamás es llegar a sexualizar a jóvenes como los personajes y pues era sólo para aclarar.

Listo, es todo, espero que lo hayas disfrutado tanto como yo al escribirlo♡

Gracias por leer y nos leemos dentro de otros nueve siglos más jajsjs;)

-tomenmuchaguaxfis;)

SIN EDITAR 🌱