Capítulo 26: Una cena

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¡No podía negarlo! Gaara tenía toda la razón. Él mismo conocía a muchos artistas y al final... sus relaciones no duraban demasiado o acababan por tonterías, pero él estaba convencido de que lo que sentía por Sasuke no era sólo una obsesión, era algo real, algo que nunca antes había sentido. Aun así entendía que Sasuke tuviera miedo, era normal y comprensible.

Lo que todavía no tenía nada claro era la obsesión de Gaara por ir a la cena. Esa semana había estado muy misterioso con todo el asunto. Por alguna razón y pese a que él fue uno y el principal en darle en visto bueno a Kabuto, ahora no parecía llevarse demasiado bien con él. Además, había estado unos días yendo a buscar a Sasuke para practicar con él la guitarra. Estaba casi convencido de que sólo era eso, pero aun así, estaba un poco celoso por que practicasen juntos tanto tiempo.

Frente a la puerta de la casa de Kabuto, Naruto seguía pensando que era una muy mala idea, pero allí estaban todos dispuestos a pasar una noche hablando de cualquier tema menos música, precisamente... porque él no quería tocar ningún tema relacionado con ello. Kabuto era completamente idiota en esos temas.

- ¿De verdad tengo que hacer esto? – preguntó Kiba en susurro hacia Gaara.

- ¿Quieres despertar mañana con tu perro en la habitación?

- Vale, vale... seguiré tu plan – se quejó. Gaara le daba mucho miedo como para comprometer la integridad de su perro. ¡Hasta le había amenazado con raparlo!

La puerta se abrió frente a los cuatro integrantes, dándoles Orochimaru la bienvenida con una sonrisa que Naruto prefería haberse evitado. ¡Era siniestra! Pero pese a ello, fue empujado por Neji y Gaara, obligándole a entrar en la casa.

- Por favor... vayámonos pronto – exclamó Naruto hacia Gaara – y nada de músi...

- Vaya, qué casa tan bonita, lo que es raro no ver ninguna guitarra por aquí – susurró Gaara, lo que le indicó a Naruto, que la música era el centro de conversación de esa noche.

- Pregúntale mejor por "meteoritos" – se quejó Naruto en un susurro casi inaudible que hizo reír a Kiba.

- Están en el cuarto de instrumentos – sonrió Orochimaru.

- ¡Qué clase! Hay un cuarto de instrumentos, me muero por verlo – dijo Gaara, aunque su expresión seguía igual de seria que siempre.

- Será como la sala del terror más bien – exclamó nuevamente Naruto en susurro, volviendo a sacar una sonrisa por parte de Kiba.

La puerta se abrió y todos los presentes sonrieron y silenciaron aquella conversación. Ninguno quería ir a esa cena, excepto Gaara y era lo más raro de todo.

- Bienvenidos – sonrió Orochimaru en la puerta – por favor, pasad, la cena estará lista en breve.

Se sentía como si entrase en la guarida del lobo feroz. No le caía bien Kabuto y para colmo, le fastidiaba que siempre estuviera encima de él. Naruto sabía perfectamente que quería algo con él pero... también era consciente de que seguramente no era por su personalidad o porque le quisiera, sino porque era famoso y por las cosas que podría hacer para impulsar su carrera. Era diferente a Sasuke.

Sasuke temía ser sólo una conquista en manos del artista, y el artista temía que sólo le quisieran por sus influencias y lo que podía hacer por ellos. Aquel pensamiento le hizo sonreír, porque en algún momento, ambos deberían superar sus miedos para arriesgarse en esa relación.

- ¿Por qué sonríes como un idiota? – preguntó Neji al ver a Naruto en ese estado.

- Por nada... ya lo hablamos en casa.

El conserje rockstar (Naruto)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora