【Mi hermosa princesa.】 「L E」

VII

Cuando Lisa despertó, ya era otro día y EunHa no estaba a su lado, tampoco en la habitación, pero a cambio de ello una nota estaba debajo del vaso de agua en uno de los muebles del cuarto.

❛Desayunaré, te traeré un poco, no quise despertarte, te mirabas muy linda.❜

Una sonrisa se formó y caminó al baño, dónde limpió y cuido de su cuerpo por un rato, hasta que escuchó la puerta ser abierta.

—¿Lisa?— la voz curiosa de EunHa traspasó las paredes y fue perfectamente captada por la alfa.

—En el baño, ya salgo.

Bastaron unos escasos minutos para que Lisa saliera con su bata de baño y una toalla en sus manos.

EunHa mantenía en sus manos un plato con un omelette con verdura y en la otra una malteada de fresa.

—Me encantan las fresas— habló observándola fijamente, EunHa sintió un pequeño escalofrío recorre su cuerpo cuando Lisa se acercó a ella invadiendo todo su espacio.

Hundió su nariz en el suave cuello e inhaló todo el suave olor a frutillas que pudo, mientras sostenía ambos utensilios.

—¿A dónde iremos hoy?

—Pensé que sería buena idea ir al centro comercial, comprar unas cositas— EunHa se separó y dejó su desayuno en el escritorio.

—Suena genial, desayunaré rápido y me cambiaré.

—Sin prisa, iré a un lugar, estaré aquí cuando tú ya estés lista.

—¿A dónde vas?— preguntó tomando la muñeca de la omega impidiendo su huída.

—A un lugar, será rápido.

—¿Dónde?— insistió.

—Una amiga de Sana me mandó mensaje, me dijo que me reuniera con ella.

—No irás.

—¿Qué?

—No irás, es imposible que te deje ir.

—¿Qué estás diciendo?

—Sé que vine a ayudarte, pero no irás sin mí, y tampoco creo que sea buena idea, hazme caso, la encontraremos, pero espérame.

Un nerviosismo atacó a Lisa, la sola idea de que alguien más le dijera el paradero de la alfa y la princesa se enterara de toda la verdad le afectaba, le afectaba porque sabía que iba terminar llorando y ella no merecía llorar.

—Lisa estás diciendo una estupidez, iré.

—Eun

—Iré. Vine por Sana, quiero saber dónde está, es mi alfa y la amo.

Lisa soltó a la mayor y dió la vuelta. Escuchó la puerta ser cerrada y devoró lo que había en el plato, su estómago estaba contraído, dejó más de la mitad del plato y tomó su maleta tomando su ropa.

Tardó más de lo acostumbrado para estar lista, su celular sonó y miró el contacto. "Sana" sintió un sudor recorrerle la espalda baja. Atendió la llamada.

EunHa entró segundos después, y pasando justo a su lado se alejó lo suficiente para poder hablar.

Justo enfrente de la piscina, Lisa sentía una cólera debido a la llamada, cómo le podía decir a EunHa, que su destinada tenía pareja, y una cachorra.

Había quedado de verse con Sana al atardecer, y le había dado una dirección. Regresó a la habitación, EunHa estaba sentada mirando el suelo.

—¿Todo bien?— su voz salió baja, aún no estaba del todo calmada.