X.

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De regreso a Daegu, EunHa encontró su reino totalmente vacío. Extrañó tomar la mano de Lisa al bajar del auto.

Se adentró siendo recibida por las jóvenes que se encargaban de la limpieza y por la cocinera que amaba.

—Señora Lim, regresé.

—¡Oh, princesa! Qué alegría tenerla de vuelta.

—¿Te hicieron cocinar mucho?

—Días después de su partida, los príncipes dijeron que se pasarían por el reino del príncipe ChanYeol.

—Creo que iré para allá, puedes ir a casa sí lo deseas nana.

—Sería increíble, mi nieto pronto nacerá.

—Hagame saber cuándo nazca, quiero conocerlo.

Dejó un beso en la frente arrugada de la señora y dejó la maleta en la sala, dormiría unas horas y después iría al reino de su hermano mayor. Siendo sincera con ella misma, tenía más dudas que respuestas después de aquel viaje, y tampoco fue como que descubrió lo que quería saber de la alfa japonesa, un jadeo salió de sus labios, pero su mente no solo estaba en su destinada, ahora también estaba en la que era la ex pareja de su primo. Aunque creyó que si tenía sexo con ella sus dudas desaparecían, había sido algo erróneo, porque justo ahora sentía que extrañaba más el aroma a rosas.

Desconocía sus sentimientos, no sabía si estaba enamorada de la alfa japonesa o la tailandesa.

¿Qué diría Wendy si la viera en ese momento? Ni siquiera podía imaginar a su hermana imprudente.

Sin poder conciliar el sueño, prefirió meterse a la bañera con agua tibia. Cuando su piel comenzó a ponerse arrugada, se colocó de pie tomó su bata. Pero no cubrió su cuerpo, se detuvo frente al espejo de cuerpo completo contempló las marcas que Lisa había dejado, parte de su cuello y pechos tenían esas marcas y también sus piernas.

Cubrió de su cuerpo y se adentró a su armario, dónde tomó una vestido blanco de tirantes y un suéter rosa, aunque la primavera ya había llegando, aún se sentía un poco de frío, y no podía mostrar todas las marcas de golpe a su familia, tampoco era como quisiera usar sus vestidos apretados y elegantes como acostumbraba.

Pidió a una de las jóvenes que preparase una maleta, y caminó a la biblioteca donde tomó uno de los tantas revista de chismes.
Pero nada parecía poder cambiar el rumbo de sus pensamientos, solo recordaba a Lisa y puede que también a Sana. Se sentía incompleta sin Sana, pero ahora sin tener a Lisa a su lado, incluso como una simple amiga, sentía a su lobo y una parte muy pequeña de ella querer regresar a Japón, o no exactamente a Japón, quería ir al lado de la alfa Tailandesa.

Tenía tantos peros, y tantos deseos que era frustrante, podía dejar todo su orgullo e ir y hablar cara a cara con Sana; pero la niña que tenía en brazos tenía también a su madre omega al lado, Sana la había traicionado al mentirle, le había traicionado al darle falsas esperanzas y destruirlas.

En cambio con Lisa, también podía dejar la vergüenza de haberse entregado hace solo unas horas e ir y decirle que quería intentarlo con ella, en un sentido más de solo ser amigas con derecho. Pero tampoco podía, simplemente no podía establecer una relación con la ex de su primo y todavía peor, no podía simplemente dejarse llevar por unos días de "romance" juvenil. Ella era una adulta, una princesa.

—Si soy una princesa, debería dejar de lado todo el tema del amor, sería lo mejor.

¿Realmente lo era?
Quería creer que sí.

—Necesito a ChanYeol.

Caminó de regreso a su habitación tomando su bolso, la maleta estaba a medio terminar, ella misma se encargó de terminarla, agradeciendo a la joven por su ayuda.

Cerró la maleta y salió del castillo, iría en auto, tardarían, pero no quería estar en aviones, trenes o con gente rodeándola, necesitaba estar sola y entenderse, pero si no se entendía dentro del castillo, ¿Qué la hacía pensar que fuera sí podría?

Cerró los ojos, el recuerdo de Lisa tocando su pierna, hizo que abriera sus piernas y ojos, con la respiración acelerada y las mejillas rojas, negó repetidas veces, debía dormir. Y lo hizo, durmió durante el trayecto al reino de su hermano, habían tardado más de lo que tenía contemplado.

ChanYeol, incluso la había estado esperando fuera del castillo, con su sonrisa tan grande, cuando el auto se detuvo, se bajó corriendo a los brazos del mayor, necesitaba ese abrazo. Su única maleta fue bajada por JinYoung y pasó a retirarse cuando la dejó a manos de una de las jóvenes trabajadoras.

—¿Quiénes están?

—Ahora mismo, nadie. YooJung tenía una presentación de Seúl, así que todos fueron.

—Chan—. Sus ojos no pudieron contener las lágrimas—. No me comprendo.

Ambos entraron, el castillo de ChanYeol tenía una decoración muy diferente a la suya, mientras que su castillo era blanco con decoraciones doradas y suaves tonos beige, el de ChanYeol te transportaba a la época medieval con decoraciones hermosas y exageradas con tonos oscuros y dorados.

—¿Qué ha pasado?

—Tantas cosas que quiero llorar, ni siquiera sé cómo me siento y solo me fui dos semanas.

【Mi hermosa princesa.】 「L E」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora