VIII

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Lisa caminó todo el trayecto al hotel, mientras trataba de asimilar todo, no estaba segura en qué debía hacer. Tenía una parte egoísta que no quería compartir a EunHa aunque no fuera de ella, y había otra parte de ella que quería que se enterara de todo, gruñó.

Cuando el hotel se alzó ante su mirada, quiso tratar de huir, ¿Cómo podía ver a la princesa sin que las lágrimas que retenía fueran liberadas? ¿Cómo podía decirle todo o pedirle que viera a Sana?

No quería decirle, no deseaba decirle, no quería unirle nuevamente con la alfa japonesa, suspiró, debía ver por la omega, EunHa amaba a esa alfa, debía juntarla nuevamente aunque no quisiera, pero cuando el elevador se paró y ella abrió la puerta, cuando los ojos de EunHa se posaron en los suyos, mantuvo la boca cerrada, tal vez luego. Tal vez, podía estar más tiempo con la omega.

—Lisa--

No quería hablar, no quería que EunHa hablase tampoco, y se encargó de mantener ambos labios ocupados, tomó el rostro de la princesa entre sus manos y lo alzó unos centímetros mismos que acortó ella, juntando ambos labios, sus bocas se movieron deseosas, EunHa tomándola de su ropa.

—Está mal— el susurro de EunHa interrumpió el silencio que Lisa había creado— Tú tienes a tu destinada y yo a la mía, no hagas ésto.

—¿Por qué? Mi destinada está mejor sin mi, y la tuya, la tuya es una estúpida.

Antes de que la omega pudiera defender a la japonesa, sus labios nuevamente estaban ocupados, Lisa se encargó de recorrer y explorar la boca de la omega, disfrutando el momento.

—¡Deja de hacer eso!— EunHa se había liberado de los labios de Lisa.

Lisa miró a la mayor, EunHa estaba enojada, era fácil de entender, Lisa dió la vuelta y salió de la habitación, salió del hotel y caminó por las calles de Japón.

Ya no entendía ni sus propios sentimientos, deseo tanto que llegará una respuesta de lo que debía hacer. ¿Debía ayudar a quien lastimó a la princesa? ¿O tal vez debería poner sus sentimientos primero?

Pero sí lo pensaba bien, ¿De qué servía poner sus sentimientos primero, si EunHa aún está a enamorada de la alfa que tanto daño le había hecho?

La llamada entrante de EunHa interrumpió sus pensamientos, respondió, habían acordado verse en la torre de Tokio. Lisa estaba a unos cuantos metros, y el hotel estaba a cinco minutos caminando de ella.

Haría lo que jamás pensó.

Lo decidió mientras esperaba con las dos entradas en mano, lo decidió cuando EunHa estuvo a su lado, mirándola con sus ojitos dilatados y sus mejillas de un tono rosado, mientras que iba con un vestido suelto con estampado de flores y un suéter blanco a juego.

【Mi hermosa princesa.】 「L E」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora