☘☘Perfect Symphony☘☘

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Hola mil disculpas, para todos los que siguen está historia. He tenido una mala racha a nivel personal en verdad no me sentía muy bien sentimentalmente hablando como para escribir y ni se diga mi mente era una "sopa" de ideas todas difusas. Aún no estoy del todo bien, pues sigo triste. Pero de alguna forma escribir me distrae un poco de mis problemas así que espero retomar la historia otra vez, igual de seguido.

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Acaso había escuchado bien, "Killua" acababa de usar su apellido para hacer temblar a esos sujetos hasta la médula.

Estaba por intervenir para que el peliblanco se tranquilizarse cuando sin avisar este mismo se giró y lo tomó del brazo arrastrándolo con el. El simple tacto de su mano sobre el dorso de su brazo izquierdo le quemaba, "definitivamente" el chico ojiazul era un témpano de hielo para los otros, pero para el azabache su simple roce era como fuego. ¡Esto no es bueno pensó!...

Trato de contener sus inmensas ganas de tocar la espalda que estaba frente a él, mientras calmaba su acelerado corazón, quién corría un millar de veces más rápido y estaba por salirsele del pecho. De pronto el peliblanco desacelereso el paso, haciendo que el azabache chocase contra su espalda, pudiendo así sentir no solo el calor de la misma "tibia", sino también su particular aroma, era como oler agua marina "Gon" estaba seguro que ese era el olor particular del peliblanco aunque aún no resolvía el porqué es que tenía dicho aroma que le recordaba tanto al profundo mar de hace año y medio. 

El peliblanco sintió la presión contra su espalda, era obvio que el chico pequeño tras él, había vuelto a chocar contra su espalda, ¡Vaya debe ser muy torpe! "Pensó". Una vez que se aseguró de estar fuera de la estación del tren y de haber avanzado lo suficiente, soltó el agarre del "tibio" brazo del azabache esta acción por raro que fuera le causó una particular melancolía, de alguna manera tocarlo se había sentido tanto familiar como reconfortante, sacudió dichos pensamientos de su caótica mente y se volteo para poder ver qué justo el azabache parecía tener alguna especie de dilema mental pues este no solo estaba tirando de su cabello bajo el gorro que tenía sino que también estaba bastante rojo, como si estuviera conteniendo el aire o tuviera fiebre, lo segundo le alarmó más que lo primero y sin pedir permiso alzó el dorso de su mano sobre la frente del rojo chico y comprobó así que este no tenía fiebre, ¿Entonces porque el rojo carmín?.

K–¡Oi! ¿Acaso tú color natural es "rojo"?, En otras ocasiones te he visto del mismo color (ironizó).

G–(sonrojo) -carraspea ante la pregunta del peliblanco, ya de por sí sentirlo sobre su frente había descontrolado su corazón ahora el que se percatarse de su constante "sonrojo" lo hacía más humillante. (No era su día).

–¡b-bueno, Yoo lo siento! Apenas pudo decir esto sin mirar al peliblanco pues hizo una reverencia.

K–(leve sonrojo) ¡Ah pero! ¿porqué es que te estás disculpando?, –yo lo único que hice fue quitarte de encima ese "mafioso pervertido".

G– (sorpresa) -en realidad fue mucha la ayuda que me haz dado, realmente no creí que alguien se fuera a meter en esos momentos. (Baja la mirada

–yo en verdad te estoy muy agradecido, me has salvado una vez "más". (Dijo la última frase sin darse cuenta, tarde fue su reacción, pues ahora el peliblanco tenía sus ojos muy abiertos puestos sobre él)

K–¿Una vez más? ¿De que hablas, no recuerdo haber hecho algo igual antes? (Dijo esto con la voz tan interrogante cómo su mirada penetrante sobre el azabache).

G–(se maldice internamente), –se rasca la mejilla nerviosamente –¡B-bueno verás en aquella ocasión, cuando tú me ayudaste la otra noche que salí muy tarde (dijo de golpe, sin estar del todo convencido pero recién recordó lo del Té)

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