♣️♣️Constellation♣️♣️

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Hola regrese. Tras la cuarentena se supone tendría más tiempo para escribir, pero en realidad me dió mucha ansiedad y días sin dormir. En verdad esto del encierro y vivir solo es un poco deprimente, espero todos ustedes la estén pasando de mejor forma y estén con sus seres queridos. De igual forma intenté hacer un capítulo, para no dejarlos tan abandonados, también la imagen que he colocado al inicio es algo que hice en mis noches sin dormir.

Gracias por seguir aquí pese a mis rachas malas y constantes bajones de ánimo, lo agradezco mucho. También por agregar esta novela a sus favoritos 💜. Muchas gracias en verdad me dan ánimos, para seguir escribiendo.

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Ha estado parte de la noche distraído y expectante de recibir algún mensaje de cierto albino. Puesto que su mente parece estar en otro planeta mientras realiza su jornada laboral, todos lo observan como es que aún estando en la luna puede manejar con perfección las charolas de bebidas y entregarlas en sus respectivos lugares; Es como ver un robot en modo automático.

De pronto el chico (zanahoria) se acerca por la espalda al azabache y espía lo que sea que está viendo fijamente, mmgg (celular).

Arata– jejeje Gin, acaso estás esperando, ommmg por casualidad un ¿mensaje de tú novia?...

G(esconde el celular entre sus ropas) mmmgg ¡claro que no espero, ningún mensaje!. 

Arata– omg y ¿por qué la cara roja? jajaja Gin, eres tan fácil de leer.

G(rojo) ¡De ningún modo!, ¡Por favor haz de cuenta que no has dicho nada y continuemos con el trabajo!. El gerente Hideo espera buenas ventas esta semana.

Arata– jiji mmmggh tan serio y responsable, por eso, eres nuestra pequeña "flor de loto" (pellizca la mejilla del azabache).

No sabía porque, pero el mensaje del albino lo tenía tan a la expectativa, que no noto que el ya acostumbrado grupo de hombres con quienes solía venir el hermano mayor de del albino; acababan de ingresar al merluza. Cómo era de esperarse todos tomaron asiento dónde siempre y pidieron ser atendidos por el azabache.

El gerente Hideo no tuvo otra opción que pedirle al azabache que se desocupara de sus otras labores, para que se concentrarse en dar un excelente servicio a esa mesa tan peculiar como aterradora.

Gerente Hideo– Queda en tus manos, ¡Gin!, Te encargo des tu mejor cara a nuestros distinguidos invitados.

G–(mira de reojo al grupo, en específico al joven del centro) –¡aaaa claro, daré mi mejor esfuerzo!.

No estaba del todo seguro de su promesa, pero tampoco podía no atenderlos pues, sería muy obvio si de la noche a la mañana se negase a atenderlos. El plan después de todo seguía siendo mantenerse al margen, sin levantar sospechas de ningún tipo, aunque en estás condiciones había fallado un poco, con respecto a no tener contacto con killua. Pero ya no podía dar marcha atrás, de igual forma protegería al chico de quién fuera y su principal obstáculo, casualmente estaba tan tranquilo tomando un whisky entre un montón de playboys con linage del bajo mundo. Debía intentar tal vez ser su amigo o una especie de confidente, en alguna película "chafa" de las que solía ver con su tía, recordaba haber visto en alguna ocasión, que los jefes de la mafia solían hacer amistad o confianza con los bartender de su club favorito. La idea era realmente tonta pensó, en sus adentros esto era tan imposible y ridículo. Grande fué su sorpresa cuando los peculiares hombres parecían estar interesados en que el chico se tomará unos minutos con ellos para tener un pequeño juego.

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