𝐑𝐄𝐓𝐔𝐑𝐍𝐒 |𝐁𝐣𝐨𝐫𝐧 𝐈𝐫𝐨𝐧𝐬𝐢𝐝𝐞|

29

Se acercó a ella para besarla y tomar sus mejillas. Pero Demetria lo detuvo dejándolo confuso.

— Bjorn debemos hablar — Dijo Demetria con una sonrisa entristecida.

Bjorn solo asintió y tomo asiento junto a ella mientras cubría una de sus pequeñas manos con las suyas dándole calor.

— Lamento mucho en haberte puesto en peligro a tí y a tu pueblo — Dijo Demetria con preocupación —. No sabía que eso iba a suceder sino yo misma hubiese huido de la situación, pero a lo que quiero llegar es que no puedo permanecer a tu lado y el de nadie en realidad soy un peligro.

— Claro que no lo eres, ya has acabado con...— Demetria lo interrumpió.

— Y que tal sino? Y si vuelve? Que harás, dar tu vida? Bjorn esto no es un juego y no solo tu saldrás herido. Tu gente, mi gente saldrán lastimados y por esa razón debo alejarme de ustedes...del mundo en general — Dijo Demetria con cierta tristeza mirando hacia el frente —. No quiero hacerles daño, ya cause mucho el día de hoy y eso debe acabar.

Bjorn negó, no aceptaba la idea de dejarla ir otra vez. Se acercó a ella y la miró fijamente mientras tomaba sus mejillas con cuidado y las acariciaba.

— Ya todo ha terminado Demetria, no debes tener miedo ni vergüenza en lo que eres. Eres increíble, eres especial y todos nosotros estamos seguros contigo no te tememos — Dijo Bjorn —. Por que no puedes entender que alejándote de mí, causas más daño.

— Bjorn...— Está vez él la interrumpió.

— No Demetria, si te hubiese temido ni siquiera estaría aquí ahora pero te amo y eres mi esposa, estaré contigo siempre y protegeré con mi vida de cualquier cosa que intente dañarte — Dijo Bjorn limpiando algunas lágrimas que bajaban por las mejillas de Demetria.

Estaba vulnerable, sentía como si fuese una niña pequeña sola en medio de un gran huracán en busca de algún refugio y lo encontró en los brazos de Bjorn. Comenzó a sollozar en su hombro abriendo su corazón y permitiendo que alguien la viese de esa manera y no en aquel caparazón que había creado para no salir herida, era momento de liberar sus emociones eso reconforta y crea un ambiente mucho mejor entre ellos dos. Él por permitirle entrar en su corazón y verla de esa manera, y ella al recibir aquel consuelo y apoyo que alguna vez necesito.

Demetria demostró mejoría a las pocas horas y por esa razón regreso a su habitación donde la compartió con Bjorn quien deseaba cuidarla por cualquier malestar que la mujer presentase.

— Cuando tengas hambre házmelo saber y te traeré unas buenas hamburguesas — Dijo Tony abrazando a su compañera a lo que ella asintió con una débil sonrisa.

El vikingo al ver a su madre fue hacia ella sin antes avisar a su esposa que volvería pronto. Demetria aprovecho aquella privacidad para ingresar a la ducha y deshacerse de aquellas manchas de sangre o suciedad que tenía su cuerpo.

El agua la relajaba por completo, masajeaba sus hombros mientras dejaba que el agua caliente tocará aquella zona que se encontraba tensa. Enjuagó su cabello y luego todo su cuerpo deshaciéndose así de toda la suciedad que desaparecía con aquellas gotas de agua.
Al terminar seco su cuerpo y la envolvió para ir por ropa nueva y limpia, así recostarse y descansar. Cuando estaba en busca de su atuendo la puerta se abrió dejando ver a su esposo quien se sorprendió al verla de ese modo, pensaba que estaba recostada.

— Te sientes bien? — Pregunto Bjorn mientras se acercaba a ella.

— Sí, solo quería limpiarme un poco — Dijo con una leve sonrisa.

A los pocos segundos sintió sus manos alrededor de su cintura para apegarla más a él. Bjorn acarició con su barba el cuello y hombros descubiertos de Demetria causando que la mujer cerrara sus ojos ante la agradable sensación, acercó su cuerpo más al hombre para rozarse con él y provocando que Bjorn soltase un leve gruñido al sentir eso.
La recostó con suavidad en la cama mientras quitaba aquella toalla que cubría el cuerpo de su mujer, la miró por completo causando que sus ojos comenzarán a brillar y tornarse de un color más intenso, comenzó a besar su vientre lentamente mientras que Demetria aferraba sus manos a las sábanas. Bjorn comenzó a subir sus besos haciendo un camino desde su vientre a sus pechos luego a sus labios, quería saborearlos por un momento.
Quitó la camisa del hombre para luego ayudarlo con sus pantalones y así quedar desnudos los dos.

— Ya no quiero sacar mis manos sobre tí, nunca más — Dijo Bjorn causando a que Demetria se sonrojara un poco.

Al volverse a besar, la mujer dejo sus manos en la gran espalda de Björn cuando comenzaron hacer el amor. El hombre se movía de manera lenta hasta poco a poco hacerlo más rápido y con más fuerza, Demetria oía la respiración agitada de su hombre cerca de su cuello, ella soltaba leves gemidos ante el contacto.
De pronto Bjorn dejo una pequeña mordida en su hombro causando así una marca, ella lo sintió pero no le importo solo continuo disfrutando de aquellas sensaciones que luego terminaron de la mejor manera para ambos. El hombre se recostó junto a ella, los dos estaban con la respiración agitada y algo sudorosos, Demetria volteo para quedar cara a cara con su esposo y allí dejar un pequeño beso.

— Eres muy territorial lo sabías — Decía Demetria al tocar su hombro con una sonrisa divertida.

— Solo contigo — Dijo Bjorn mientras la tomaba de la cintura —. Si quieres tú puedas hacerlo también.

Demetria soltó una leve risilla al saber que Bjorn le permitía ser territorial con él. Pero era una mujer segura para ponerse celosa de otra mujer y confiaba en Bjorn. Aún así decidió darle aquel obsequio a su hombre.

— Estás seguro? Por que si lo hago no habrá marcha atrás y no podrás dejar que otra mujer te toque — Dijo con un tono burlesco.

— Claro que lo estoy por que no quiero a otra mujer, sino a tí — Respondió Bjorn con una sonrisa.

Demetria se acercó a su cuello y antes de dejar aquella marca dejo besos mojados en esa zona, hasta tomarlo por sorpresa y morderlo un poco causando a que Bjorn soltará una pequeña risilla y la tomara de la cintura para dejarla arriba de él.

— Creo que quedará perfecta — Dijo Bjorn a lo que Demetria sonrió para luego mirarlo con cierta picardía.

— Puedo hacer otras cosas mucho mejor...