#14: Sueños calientes, palabras duras.

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El calor de mí esposa me abriga y me calma, vuelvo a soñar con ella. Central Park es enorme, los niños corretean por ahí peleando porque Lisa olvidó su cometa y quiere la de Frankie. El viento suave la revuelve el pelo a María, su expresión de paz, su sonrisa tan dulce.

  —Iré a ver a los niños —dice en tono dulce dejándome un pequeño beso antes de levantarse.

Es en ese momento que oigo un grito de dolor. No es de mí esposa ni de mis hijos, es un grito masculino algo agudo y se que viene del baño del bar. Tiro la puerta hacia abajo y lo veo, está rodeado, asustado y en problemas. Sus ojos me ven, enormes, bonitos, cristalinos al borde del llanto, están aterrados de la muerte... He visto antes esa mirada y la odio.

  —¡Frank sálvalo! —la voz de María me hace reaccionar, a todos.
  —¡Ayudame por favor!

No puedo evitarlo, golpeó a esos tarados uno a uno cuando quieren atacarme. Caen fácil, pegan fuerte pero no lo suficiente, los golpeó y no vuelven a levantarse. No puedo dejar que lastime al chico, no cuando es alguien tan indefenso.

Debo protegerlo...

Lo abrazo cuando todas las lacras están en el piso. Su cuerpo pequeño y algo menudo entra bien en mis brazos, su peso me es liviano cuando lo alzo. Tiene un rostro dulce, sus facciones son suaves y sonríe con calidez, ya no hay miedo en su mirada, hay paz... Hay algo agradable. Me abraza por la nuca hasta que quedo apoyado contra el lavabo aún alzándolo, su lengua me acaricia los labios y luego me besa... Suave. Suave y dulce, me gusta demasiado sentir.esos.labios carnosos contra los míos y poder devorarlos. Tiene un cuerpo sexy.

Cuando abro los ojos me doy cuenta de que lo estoy abrazando como si fuera mí pareja, y para peor es el problema matutino que estoy apoyándole justo ahora. ¡Maldita sea, es solo un puto niño!. Intento soltarlo despacio para poder apartarme sin despertarlo, lo último que quisiera es que despierte en este momento y se de cuenta de mí erección.

  —Esta bien —dice en tono suave y sin moverse de su lugar— no me molesta.

Si lo notó. Sentí más que vergüenza al pensar que el chico solo se había quedado quieto y en silencio dejando que lo abrace y sobretodo soportando mí bulto contra él, pero antes de que pueda incluso apartarme más el se gira en el poco espacio que tiene y me mira desde unos centímetros más abajo en la almohada. Su expresión no es de asco, no es enfado o miedo, es diferente, me mira curioso y tiene las mejillas algo rojas pero no parece tan si quiera incómodo por la situación.

  —Eres mi tipo ¿Sabes? Así que... puedo ayudarte con eso. Tu entiendes —habla bajo para que no nos oiga Liberman. Sonríe de lado y me guiña un ojo.

No podría hacerle eso. Me apartó un poco más al borde y me siento en la cama cubriendome. Él sigue sin moverse, tranquilo, manteniendo la oferta en pie aún recostado a mí lado.

  —Sera mejor si sólo me doy una ducha.

Salgo de la cama rápido, tomo ropa y me largo del cuarto para poder encerrarme en el baño. ¿Qué carajos estuve soñando? Por amor de Dios, tener esa clase de pensamientos por un mocoso, además nunca me han atraído los penes. Maldita sea Castle, ¿Qué pasa contigo? Pareces un pervertido, de seguro eso es lo que piensa Daniel ahora, que soy un pervertido o un degenerado por andar apoyándolo de esa forma con la excusa de estar durmiendo ¿Y luego de lo que soñé? Definitivamente debe pensar que intente aprovecharme de él o algo así.
Abro la ducha y dejo que el agua fría corra por encima de mí cuerpo, eso me despierta al instante, la somnolencia desaparece y mí calentura también mientras me lavo el cabello, pero no puedo evitar pensar en el chico. Su reacción tan extraña y la manera en que se me insinuó. Mierda, demasiado rato sin echarme un polvo me están haciendo estragos sexualmente, tal vez esta noche o la siguiente pueda tener al menos un encuentro rápido con alguna mujer y descargarme un poco, aliviar tensiones y bajar un poco la testosterona antes de que se me suba al cerebro o algo así y quiera acostarme con el niño.
Cuando salgo de la ducha estoy vestido y calmado ya, necesito un descanso y comer algo en lo que Micro fue a buscar algunas proviciones al supermercado así que estamos solos, eso me hace sentir un poco incómodo, pero procuro no hacerlo evidente.

  —¿Sigues nervioso por lo de esta mañana? —dice bajando su vaso de leche.
  —¿A qué te refieres?
  —Vamos soldado, tú tienes tus talentos y yo los míos. Puedo ver que estás nervioso porque estamos solos luego de lo que pasó en la mañana —dice relajado bebiendo un poco y viéndome— solo digo que deberías relajarte, te ofrecí echar un polvo y ya, no pretendo que nos casemos y compremos una casita rosada y un poodle o alguna mierda así, y de todas formas no quisiste, no es el fin del mundo.
  —Eres solo un crío.
  —NO soy un crío, soy casi mayor de edad.
  —Si, si eres un niño que está mordiendo más de lo que puede masticar y eso acabara por meterte en problemas peores.
  —No sabía que eras un moralista Castle, ¿Así que ahora querer coger con tipos mayores que yo es meterme en problemas?

Él está molestandose y a mí también empieza a enojarme su actitud de querer comerse al mundo como si no fuera a pasarle nada malo.

  —Pues si no hubieras cogido con alguien mayor que tú entonces tal vez no hubiera tenido que salvar tu culo de niñito en ese bar y no estarían persiguiéndote.
  —¡Bueno pues tal vez si tú hubieras revisado mejor el lugar donde estaban, esos mafiosos no los hubieran atacado! —estalla levantándose de golpe —¡Al menos no hice que mataran a mi familia!

Eso me enfurece, no me importa tomarlo de la camisa y levantarlo del piso de un sólo jalón. Él me mira como si fuera a darle la paliza de su vida, pero en lugar de eso lo suelto sin cuidado contra el piso y me largo. Tal vez el tiene razón, tal vez si hubiera sido más atento si pude haberlos salvado de morir. Fue estúpido pensar que solo porque había vuelto de la guerra podía tener una maldita vida normal con mí familia.

  —Púdrete —dice furioso levantándose del piso.

Oigo que se aleja también y luego el estruendoso portazo del cuarto. Maldito niño idiota y berrinchudo, desearía darle unos buenos golpes en el culo a ver si a la vieja escuela se le acomodan las ideas.
Por el resto del día no sale de la habitación y ni Micro no yo vamos a ver si su capricho se le fue. Ya aparecerá cuando tenga hambre o necesite algo de seguro.

Punishment & Revenge [TERMINADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora