#20: Último ataque a Solange.

13 1 0
                                    

Sus negocios sucios habían sido reducidos a poco más que polvo y escombros, la mercadería destruida, el dinero robado, y ahora también estaba en el centro de la opinión pública con todos los dedos apuntándole y la policía tras él. Daniel tenía esa habilidad increíble de poner ojos de cachorro y actuar angelical para verse aún más como la víctima en la situación, un pobre chico que había sido torturado en presencia de su padre por ser gay, por haberse equivocado como cualquier joven de su edad, así se había vendido a la prensa y el mundo quienes no habían hecho más que solo alabar su fortaleza y valentía colocando a su padre a la altura de Satán, sobre todo ahora que otras personas habían empezado a salir para declarar a la prensa en su contra. Era obvio que él desgraciado quisiera acabar con el culpable de todos sus problemas.

Cuando la bala de mí fusil atraviesa la ventana los policías entran al mismo tiempo que el chico chilla espantado echándose contra la cama al ver el cadáver de su atacante caer. Me siento mal por el susto que le di, pero no tengo tiempo para eso, me oculto y escapo del edificio antes de que alguien deduzca mí posición por la trayectoria del disparo y vengan a buscar al culpable. Arranco la camioneta y me largo del lugar mezclándome en el tráfico para regresar a mí escondite. Llego la hora de dar por fin el último golpe, tirar al jefe y su organización de una vez por todas antes de que la policía los encierre tras la reja o de otra forma no necesitará demasiado para volver a salir. Siempre he pensado que las plagas no se combaten, se exterminan y Solange es una plaga especialmente peligrosa.
Es cuando estoy a un par de cuadras de llegar que me suena el móvil con un número desconocido, por un momento sospecho así que dejo la nueve milímetros encima de mis piernas mirando la pantalla, pero solo es un mensaje de texto «Frankie, necesito contactarte, no respondas, teléfono robado. Daniel». Suspiro y niego con la cabeza pero acate a la orden de no responder, sabía que el chico sería tan listo como para borrar la evidencia y si no se deshacía del móvil echándolo por la ventana lo devolvería. Sin embargo ahora tenía cosas por hacer.
Micro había ubicado a Solange en una casa de verano en Long Island al parecer armado hasta los dientes y rodeado de sus hombres en espera de que vaya a cazarlos. Y no los voy a decepcionar. Estoy a solo una hora de viaje más o menos así que lo mejor que puedo hacer es preparar mí equipo y marchar hacia el lugar.

Cuando llego bajo mis maletas, equipo, armas y algo de ropa entre otras cosas. Pido una habitación libre a nombre de Jonh Carter, no necesito nada muy lujoso así que solo tomo la llave del cuarto 108 y subo por el ascensor para poder ir a instalarme. Paredes color crema, una cama matrimonial con un par de mesitas de luz y lámparas, un par de cuadros en las paredes y una ventana que da a la calle. Una habitación simple y despersonalizada pero que cumplía perfectamente con su función y con eso estaba conforme. Pruebo la ducha, como algo y me relajo esperando la noche, me encantaría poder usar algún antitanque, tal vez un buen explosivo, pero lamentablemente mí vendedor no estaba disponible y de todas formas causar una explosión en en área boscosa como lo era esa zona solo causará un enorme y desastroso incendio forestal. Nada de explotar cosas en grande ni quemar, esto debía arreglarlo de forma personal.

Para cuando la noche cae ya estoy listo, he descansado, estoy duchado y comido, totalmente listo y con el kevlar encima preparado para la acción. Procuro no acercarme demasíado a la casa y me quedo resguardado entre la sombra de los árboles, apesta a tabaco no muy lejos y se puede sentir la ansiedad de Solange mientras espera que me acerque para dejarme como un queso suizo, pero lo cierto es que vine bastante preparado y les traigo un par de sorpresas. Acomodo la máscara en mí cara y la aseguro para poder respirar antes de lanzarles un proyectil de gas lacrimógeno a todos los que están afuera cuidando la casa y luego los acribillo, no les doy tiempo a reaccionar. Ardor en los ojos, te quema en los pulmones y te sientes ahogado, el lacrimógeno apesta pero no tienen tiempo a sentirlo casi.
El gas pone las posibilidades a mi favor, pero también tiene sus desventajas y es que es bastante denso, de todas formas bajo la puerta principal de una patada y les suelto el segundo lacrimógeno antes de esconderme tras la pared. Las escaleras y el piso de arriba están libres y les deja disparar. Unas cuantas balas me rozaron y creo que algunas me dieron, pero aún así preparo la segunda bomba y la tiro al piso superior antes de entrar a los disparos contra cualquiera que se cruce en mí rango de vista mientras avanzó procurando no quedar al descubierto.
La adrenalina, los cadáveres, el sonido de los disparos. La emoción hace que mí cuerpo se sienta más resistente e inquieto. Logró ver a un par de tipos meterse en uno de los cuartos y el golpe de la puerta cerrarse. Si no están metidos ahí aguantando entonces huirán por la ventana y solo espero que no sea la segunda. Disparos algunas veces más para poder abrirme paso por las escaleras y correr hacia arriba. Pruebo darle un culatazo a la puerta pero parece trabada con algo por dentro y al instante tengo que echar el cuerpo a tierra cuando el plomo enemigo atraviesa la puerta de madera.

  —¡No podemos retrasarlo demasiado! ¡De prisa señor!

Por debajo de los disparos oigo otros ruidos. De seguro que el cabrón está escapándose por la ventana mientras yo como idiota quiero ir a tocarle la puerta para entrar. Atravieso también la puerta con varios disparos provocando otra ráfaga de plomo, pero mientras ellos están en eso yo salgo corriendo y rodeo la casa aún con la mascara y los veo bajar bastante de prisa, primero uno de sus peones por si acaso y luego baja el jefe. Me oculto en la pared con el arma lista y espero que bajen para poder disparar, caen dos y Solange queda herido pero aún así me cubro de las balas usando la pared de la casa, no puedo dejar que huyan.

  —¡Acabenlo maldita sea! —grita el hombre— ¡Es solo uno!

Tiene razón, soy solo uno, pero corro con ventaja. Logró abatir al que quedaba cubriendo a su jefe, pero antes de ir por el premio gordo me atacan por detrás y tengo suerte de que el traje me cubra de balas o estaría muerto. Tengo que cambiar de pared para cubrirme y disparar un par de veces antes de cambiar el cargador y seguir matando para poder ir tras el jefe, pero no llego a tiempo, uno de sus autos arranca y sale disparado sin dejarme tiempo para hacer nada prácticamente, solo disparar contra sus ruedas y correr a mí camioneta con la intención de perseguirlo. Por suerte pierde el control. Uno de los laterales traseros chica con árbol mientras trata de controlar el vehículo y luego pierde por completo el control estampándose en un árbol.

Lo alcanzo fácilmente.

Bajo de la camioneta y veo que el golpe lo dejo inconciente, no traía el cinturón y su cabeza golpeó el volante por la.herida sangrante que tiene en la frente. Saco de uno de mis bolsillos la nueve milímetros y le perforó la cabeza antes de dar media vuelta.

Todo acabo por fin para Daniel.

Punishment & Revenge [TERMINADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora