Punishment & Revenge [TERMINADO]

#12: Mensaje para Daniel.

Cuando me acosté en la cama supuse que sería como las veces en que acostaba con Frankie Junior para que no tuviera un mal sueño, pero no fue igual. Incluso si veía a Daniel como un niño, había sido extraño sentirlo abrazarme de esa forma mientras dormía. Su cuerpo pequeñajo contra el mío, la manera en que apoyaba la cabeza contra mí brazo, su mano tan relajada encima apenas del límite del bóxer, no sabía bien como reaccionar a esto.

  —Estate quieto idiota, no puedo dormir —murmura aún medio dormido sin abrir los ojos ni si quiera.
  —Lo siento.
  —¿No me llamas bebé? Malo.

Sigue durmiendo profundamente y entiendo que no me habla a mí, inconcientemente cree que está contra el cuerpo de su novio. Su respiración es lenta y tibia, un rostro calmado y los labios entreabiertos, curiosamente no usa la nariz para respirar cuando duerme. Prefiero no moverme, no correrlo de donde está, no me molesta creo y él parece feliz al sentir que está con el tal Chris.
Entre la oscuridad casi total del cuarto y el calor humano me siento bien, más relajado de lo que he estado desde que estoy solo. Mí cuerpo aún duele. Me siento con sueño y los ojos me pesan.

Me di cuenta que dormí mucho más de lo necesario pero me siento estupendo.

Se despega de mí cuando nos despertamos, parece un poco apenado por haber estado abrazándome dormido pero lo disimula bastante bien. Me visto y salgo primero con la intención de desayunar algo y revisar las cámaras solo para estar seguro, me siento frente al ordenador y pongo la grabación al triple de su velocidad mirando solo bichos y una imagen casi estática, entonces pauso la grabación de golpe, retrocedo unos minutos y la dejo correr a su velocidad normal al ver algo raro. Cerca de las cinco de la mañana un trío de tipos se metió al galpón forzando la entrada trasera, miran el lugar y después dejan algo, una caja a modo de paquete en medio del lugar marchándose rápido. Esto claramente es obra de Solange, hay posibilidades de que sea una trampa pero era la peor trampa de la historia de seguro, no podía ser una bomba porque ya los bloques tenían bombas visibles que no habían ni tocado si quiera, tenía que ser algún tipo de mensaje pero ¿Con qué fin?.
Dejó solo al chico para que desayuné y cierro la PC antes de ir al cuarto. Necesito mí equipo y sobretodo a Micro un momento.

  —Maldita sea Liberman, arriba.
  —Ya, ya Frank, por amor de Dios —dice tomando sus lentes de la mesa de luz y poniéndoselos— ¿Qué carajos quieres ahora?.
  —Levantate y ponte ropa, necesitaré que conduzcas —digo yendo por mí chaleco antibalas ya que el kevlar está roto por ahora— parece que nuestro amigo Solange nos dejó un regalo sorpresa.

Ambos nos preparamos y salimos de prisa, primero subo mí equipo y mientras Micro abre la puerta para salir yo me acerco a Dan.

  —Mira, tenemos que salir un momento pero debes quedarte acá.
  —¿Qué pasa? ¿Es algo malo? —tiene los ojos grandes y me ve preocupado. Eso y el par de migajas en su mejilla le da un tono más inocente, más lindo.
  —No es nada niño, solo quédate aquí y espera, sabes las reglas. No abras ni respondas a nadie, no toques nada, mantén el arma a la mano y sobre todo usa el móvil que te dimos si es una emergencia.
  —Bien, bien, tranquilo, no prenderé fuego el lugar. Seré bueno.

Me marcho en la camioneta y lo dejamos solo, se que sera buen chico por su bien, no es estúpido y ahora tenemos asuntos peores de seguro que eso. El resto del camino es tranquilo entre ambos, aunque hay algo de nervios y tensión por el dichoso paquete no hemos podido parar de intentar adivinar que es, y de una u otra forma mí teoría del mensaje cobra cada vez más peso, aunque sigue siendo probable que sea una trampa.
Merodeamos el lugar un poco en camioneta buscando algo sospechoso pero no hay nada, así que mientras Micro espera dentro del coche, yo bajo con unos cuantos kilos de armamento encima en caso de emergencias. Reviso el perímetro con cuidado y en silencio pero al final el lugar está vacío a excepción nuestra. El reloj en mí muñeca marca que faltan cuarenta minutos para el mediodía, ya nos hemos tardado demasiado.