#7: Noche agitada.

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La cena fue temprano ese día. Frank era muy buen chef sin dudas y también por suerte se encargó de lavar los platos y dejar limpio.
Me dijo que debíamos dormir temprano ya que saldríamos ese noche hacia Jersey pero que primero haríamos una parada donde me dejaría para que esté a salvo, el plan me agradó bastante, no quería verme metido en un tiroteo dentro de un galpón de droga.
Ambos fuimos al cuarto y él se desnudó primero y sin pudor, sentándose en la cama y dejando ordenadamente su ropa sobre uno de los muebles junto al bolso. Eso me dio la oportunidad de ver su cuerpo mientras se desvestía, musculoso como lo esperaba y por fortuna sin asquerosos pelos en el pecho, pero además estaba lleno de cicatrices de todo tipo, algunas más notorias que otras como una en su homoplato de disparo y otra más sutil a un lado del vientre, como si alguien lo hubiera cortado junto allí.

Totalmente mí tipo.

Me acosté también en la cama cuando él apagó las luces deseándome un buen descanso, probablemente más por cortesía que porque en verdad lo desease, pero de todas formas le desee un buen descanso también, acomodándome de espaldas con los ojos cerrados y bien tapado.

Entonces la oí, la voz de Christian, sus manos en mis caderas y sus besos pícaros en mí garganta.

  —¿Qué pasa bebé? Algo te preocupa ¿No?
  —No, no es eso —respondo negando de forma leve con la cabeza— no tengo nada, sólo pensaba.

Su risa me gusta, me relaja, me hace cerrar los ojos pero cuando los abro de nuevo él está ahí. No puedo moverme, no puedo hablar, soy inútil. Lo veo sufrir con esa sádica mordaza de hierro en su boca ahogando chillidos de dolor mientras Félix quita con un cuchillo al rojo vivo pedazos de carne. Lloro y le ruego que pare pero mí voz no se escucha, sé que sale pero no se oye. Trago el primer pedazo, sabe horrible, es duro y chicloso, me cuesta masticar y vomito luego de tragarlo pero Félix corta un segundo para mí y me aprieta con fuerza las mejillas hasta lastimarlas para que abra la boca y trague.
Chris está débil, sangra y sufre, intentó liberarme pero no puedo y Félix corta un tercer pedazo, ¿O es el quinto? Perdí la cuenta. Estoy cubiertos de vómito y sangre ajena. Lo veo pudrirse, el hedor a cadáver y muerte me llena la nariz, está desparramado y ensangrentado en la silla, hay moscas volando encima suyo, veo el hueso de su pierna, trago otro pedazo y vomito de nuevo ensuciandome. Él está ahí inerte, viéndome porque no lo salve, porque yo lo enrede en esto. Siento el odio de sus ojos vacíos porque lo mate y ahora estoy comiéndome su cadáver, porque ni si quiera muerto puede tener paz. Félix se ríe mientras corta otro pedazo y el cadáver levanta la cabeza viéndome acusador. Me odia. Me culpa en silencio y con desprecio por todo, siento su mirada invadirme hasta lo más profundo. Las pupilas le tiemblan de rabia.

Me incorporo se golpe alejando a Frank de un empujón, casi gritando. Él se aparta y me ve en silencio con la luz de una lámpara pequeña alumbrandonos. Necesito unos segundos para calmarme, tengo la respiración agitada y siento la cara húmeda al igual que la nuca.

  —Estabas suplicando. Un mal sueño supongo —dice viéndome.

No sé porque pero rompo de golpe a llorar, escondo la cara en las manos y me encójo en mí sitio llorando con más ganas. Siento repulsión y nauseas, tengo culpa, miedo. Él intenta consolarme y trato de calmarme un poco pero al final sigo llorando por algunos cuántos minutos más antes de secarme la cara con las manos en vano porque sigue mojándose.

  —Ya niño... Estás a salvo ¿Bien? No llores.
  —E-es que no pude ayudarlo —dije tratando de dejar de llorar sin éxito— y sé que-que me odia por eso ¡Y siempre su cadáver me mira! me-me mira furioso con las moscas volando por ahí y es horrible. ¡Soy una mierda inútil! ¡Si tan solo hubiera hecho bien las cosas el no hubiera muerto! ¡Es mí culpa!
  —Hey chico, hey, hey, mírame —su tono es serio y grave mientras me mueve las manos de la cara, tengo las mejillas empapadas y de seguro la nariz roja y los ojos algo hinchados, pero aún así lo miro directamente como él quiere— eso no fue tu culpa niño, tu no lo mataste ¿Me oyes? Tú trataste de salvarlo. El único culpable aquí es tu padre y ese psicópata de su sicario. Ellos son la única mierda aquí y los únicos responsables, no tú.

Punishment & Revenge [TERMINADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora