#13: Sorpresas desagradables.

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Me aburro estando solo, pero tampoco es como si hubiera alguien con quién quejarme así que mientras estoy solo lo mejor que puedo hacer es ponerme a jugar un rato. Micro últimamente ha estado trabajando bastante duro en su juego y a mí me encanta probarlo. Tal vez puedo bajar dos pájaros de un tiro y matar el aburrimiento jugando hasta que lleguen los dos.
Frank por lo general olvida que solo bajar la pantalla de la PC no basta para apagarla así que cuando la abro me consigo con ventana de la transmisión que hace nuestra cámara oculta, por si acaso la vigilo y abro a un lado el juego para pasar el rato, aunque después de casi una hora veo movimiento en la cámara. Cierro el juego y por un momento pienso en llamar a Frank y avisarle, pero me doy cuento de que sería en vano cuando hago zoom con la cámara y veo que se trata del mismo Castle entrando al lugar.

  —¿Qué tiene ahí escondido?

Acercó bastante más la imágen para poder ver mejor la caja, la cosa extraña que saca y como lo analiza. Aunque él este de espaldas tapando parte de la vista llego a leer perfectamente la nota. Mí corazón se para de golpe casi. Veo el collar y foto de Chris y luego al ver lo último que saca no puedo evitar empujar hacia atrás la silla vomitando en el piso sin poder evitarlo, con el cuerpo encorvado y alcanzando a apartar parte de mí cabello  aunque manchando mis zapatillas un poco. Siento el corazón latirme demasiado rápido, tanto que me aterra y no puedo respirar, el aire no es suficiente. Me tengo que tapar la boca un momento cuando siento que voy a volver a vomitar, retrocedo y no sé porque, me sudan y tiemblan las manos.

Tengo que huir.

Si. Tengo que huir. Corro y me oculto en el ropero, aún no puedo respirar, como si no hubiera aire. Tiemblo demasiado. Tengo tanto miedo que me oculto la cara entre las piernas y me cubro, siento que me duele el pecho, aprieto los ojos y ruego porque no me pueda encontrar aquí. Mí estómago se revuelve y siento miedo de que papá abra la puerta de golpe, de Félix, de morir. Se me anuda la garganta y siento como empiezo a llorar en silencio mientras intento respirar. Estoy solo, estoy solo e indefenso. Necesito a Frank.

No sé cuánto tiempo pasa exactamente hasta que me calme, pero no me da un infarto cuando Frank abre la puerta. Por un momento nos miramos en silencio y luego reacciono, me tiró en contra suyo y me aferró a su ropa rompiéndo en un llanto más escandaloso en busca de protección.

  —Frank va a venir por mí, sabe que lo traicione. Me va a matar. Me va a matar o algo peor. Tengo mucho miedo. No me puede encontrar. No dejes que me lleve —digo tan rápido que casi tropiezo con mis palabras.

Siento que me abraza fuerte y me escondo en su pecho, siento como mí respiración vuelve a hacerse desigual y agitada. Con todo el ruido llega Micro hasta donde estamos y entre los dos logran que me calme un poco y me desprenda de la ropa de Frank que había estado aferrando con tanto desespero, su camisa quedó algo arrugada pero parece que no le importa. Los tres estamos sentados en el piso en silencio, ellos se miran y me ven a mí mientras me seco la cara un poco.

  —Asi que... ¿Lo viste todo? —pregunta Liberman con una mano en la nuca. Parece incómodo, ambos. Como si no supieran como reaccionar ahora.
  —Si te refieres a Frank sosteniendo la cabeza de mí ex-novio después de sacarla de un paquete y la nota de mí padre... Si, lo vi todo —dije en tono algo decaído.

Se volvieron a ver con incómodidad, como si no supieran que decir ahora.

  —¿Qué hicieron con la caja? —pregunto antes de levantarme para ir a buscar un pañuelo.
  —Lo dejamos en la policía —dice Castle serio.

Me limpio un poco mejor la cara y me sueno la nariz. Estoy más calmado.

  —¿Qué hacías escondido? —pregunta Micro mirándome con cautela, cómo si cualquier palabra pudiera ser dañina.
  —Tuve un ataque de pánico o algo así —admito algo apenado. Siempre me avergüenza ser tan débil cuando todo acaba— es un poco tonto, solo perdí el control un momento.
  —¿Seguro estás bien?
  —Creo que debería limpiar el vomito y darme una ducha, estoy algo cansado y hambriento —digo ignorando a drede la pregunta de Micro— ¿Ustedes comieron?

Frank le toca el hombro a su compañero antes de que pudiera decir algo. Ambos se ponen de pie.

  —Hare algo para comer entonces —dice Castle.

Los tres salimos y escucho que Frank le dice algo por lo bajo mientras se marchan, no sé bien qué pero no me importa, tengo que limpiar lo que ensucie y me quiero despejar un poco antes de comer. Necesito respirar, un poco de paz a solas bajo el agua me vendrá bien.

El resto del día por suerte ninguno de los dos volvió a mencionar el tema e intentaron actuar lo más normal posible. Pase una buena parte del día sin hacer nada más que jugar y darle a Micro mí más sincera reseña de su juego para que arreglará y acomodara lo que fuera necesario, probablemente era lo único y más útil que podía hacer encerrado en ese galpón todo el día.
Ese día me acosté también con Frank, ninguno dijo una palabra sobre nada, él solo me dejó meterme bajo las sábanas entre las camas juntadas y me deseo buenas noches despeinandome el cabello de manera cariñosa. Las luces se apagaron y la habitación quedo a oscuras casi por completo, a excepción de un par de ranuras en la pared cerca del techo por las que la luz de luna entraba. Oscuridad. Silencio. Debería sentirme triste o mal por lo que había pasado hoy, pero por alguna razón no me sentía mal. Frank estaba totalmente dormido a mí lado, ronca suave e incluso en la oscuridad podía ver bien su pecho subiendo y bajando. Es bastante guapo y claramente enorme a comparación mía. Supongo que eso me da seguridad con él en parte.

  —Frankie —susurro.

Él no responde de tan dormido que está. Me acercó un, poco más a él y me acomodo en contra suyo apoyando la espalda contra su pecho, puedo sentir sus músculos y lo enorme que es. Me encanta. Lo siento moverse dormido y en vez de apartarme me abraza por atrás dejando un brazo en mí vientre.

  —María... —dice dormido.
  —Soy Daniel —corrijo en voz baja.
  —María...

Suspiro. Él busca a su esposa muerta yo a Christian. Engañarnos un rato no le hará mal a nadie.

  —Aquí estoy —le respondo acariciando su brazo.

Me sostiene mejor ese queda callado. Duerme tranquilo. Es tiempo de que también duerma, ha sido un día largo y quiero que acabe.

Punishment & Revenge [TERMINADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora