Daniel está encerrado en el cuarto desde hace horas sin hacer ruido y alguno de seguro durmiendo, me encantaría que siga encaprichado y sin meterme en ningún aprieto extraño a tenerlo haciendo esas proposiciones indecentes de nuevo. Luego de tanto ejercicio necesito una ducha, pero no llego ni a abrir la puerta del cuarto cuando Micro me llama con algo de urgencia.
—Frank! Algo raro está pasando —dice desde su computadora y no me queda más que acercarme a él a ver qué le pasa ahora— el aviso de la recompensa por Daniel ha desaparecido.
—¿Qué?
—No está mas. Su aviso desaparecio y marca que ya fue entregada la recompensa.Eso no tiene sentido, no a menos qué... Ni si quiera dudo en ir corriendo a la habitación abriendo casi que de un golpe la puerta. Sus cosas ya no están, el armario revuelto con las puertas abiertas y su celular encima de la mesa de luz. ¡Maldito niño problemático!. Tengo que salvarlo ahora antes de que en verdad lo maten.
—¡Micro! ¡Prepara la camioneta y tus cosas ahora! ¡Nos largamos!
Si Solange de verdad logró atrapar a Daniel entonces es obvio que lo va a torturar para conseguir información mía, él es un niño apenas, no va a soportar que le hagan mucho daño y hablara a la primera, cualquiera que no esté preparado para la tortura habla medianamente fácil, pero solamente espero que diga todo lo que ellos quieran y no que afronte las consecuencias de querer cubrirme.
Micro y yo nos separamos cada cual en un coche diferente, él se lleva gran parte del equipo a un departamento donde estar a salvo y yo voy armado hasta los dientes a uno de mis tantos escondites. Necesito prepararme e ir por él lo antes posible. Aprieto por demás el volante y me siento furioso. Pensar en el daño que le deben estar haciendo hace que la sangre se me hierva, pero actuar demasiado precipitado solo hará que nos maten a los dos. Aparco el vehículo en la cochera del pequeño departamento que utilizo a veces a espaldas de Liberman, bajo y tengo que respirar para no explotar. Me siento demasiado enojado, enojado por el tonto escape de Daniel y sobretodo con esos hijos de puta.—Respira Frank, enfría la cabeza.
Busco el mapa y las hojas que el niño había rellenado con información, mis planes deben adelantarse ahora. La primera locación marcada es la casa de los Solange, pero la segunda es la que importa ahora, un viejo almacén a unos kilómetros de la casa donde llevan a las personas que secuestran o para torturarlas. Leo sobre los sistemas de seguridad, guardias, contraseñas, perímetro. Todo. Me aseguro de aprender y memorizar todo lo más importante, de seguro cosas como las claves de seguridad fueron cambiadas así que no me intereso demasiado en ello. Es muy posible que me estén esperando ahora, sabrán que quiero recuperar al chico, siempre que pueda salvar vidas inocentes lo haré, y aunque no quiera admitirlo realmente le tome cariño al mocoso como para dejar que algo le pase.
Me siento y necesito pensar en un plan suponiendo de entrada que el chico estará tan herido como para no poder moverse o inconciente, no es momento de una masacre, lo principal es rescatar a Daniel y atender sus heridas, ponerlo a salvo a como dé lugar, esa es mí misión: infiltración y rescate de un rehén herido. Una vez que él esté bien volveré por ellos.Cerca de la medianoche, mientras acababa de prepararme y repasar lo que haría con toda la información del chico y que Micro juntó con los planos del almacén, mí celular suena y es de un número desconocido.
—Hola Señor Castiglione —dice una animada voz adulta al otro lado— ¿O prefiere que lo llame mejor "Castle"?
Un grito demasiado alto y agudo suena de fondo, por un momento incluso me aturde pero lo reconozco al instante.
—Maldita sea Daniel, Félix, jueguen más bajo que estoy al teléfono.
Oigo los sonidos de súplica, llanto e incluso gritos algo más bajo y luego cesan como si algo los opacara.
—Lamento eso señor Castle, ya sabe cómo son los niños de ahora, todo el día gritando —dice con un tinte divertido.
—¿Qué le estás haciendo Solange?
—Solo un reproche. Odio los traidores y aún más a los gays, incluso si son mí propia sangre, pero si tanto te interesa mí hijo ven por él, a este ritmo para mañana, por la noche a más tardar, será un cadáver irreconocible.Oírlo me llena de rabia. Es repugnante y no puedo creer que se alguien se pueda referir de esa forma a su propio hijo.
—¿Qué es lo que quieres? —pregunto levantándome del asiento para poder calmarme.
—A ti Punisher. A ambos. Esa pequeña mierda no me interesa en lo absoluto ahora, solo está aquí para pagar por ser un maldito marica y traidor, y de ti quiero tu cabeza disecada adornando mí sala de estar —su tono es más frío y serio ahora- puedes elegir venir por él y que tal vez se salve o no venir y tal vez encuentres sus restos en ácido o te los haga llegar por correo semanalmente.La llamada se corta y me siento aún con más rabia y bronca que antes. Si lo están torturando. Esto es una trampa a todas luces, pero no voy a dejar que sigan haciéndole daño, estoy dispuesto a morir en el caso más extremo si es por salvar a alguien inocente.
Estoy listo y me largo hacia el maldito almacén con mí camioneta blindada y un arsenal de armas listo para salvar al mocoso. No puedo evitar la culpa mientras estoy al volante, siento que tal vez si no le hubiese seguido esa estúpida discusión no habría huido, después de todo es solo un niño confundido y asustado, tiene sentido que haga cosas estúpidas, pero si tal vez no hubiera dicho eso último el no se habría ido, si hubiera puesto más atención lo hubiera atrapado a tiempo y estaría a salvo conmigo, molesto de seguro pero a salvo.
El camino se hace largo, aprieto el manubrio en mis manos y me relajo, me quedan unos cuantos kilómetros todavía y tengo las luces bajas por si acaso. Deben estar esperándome de seguro en la carretera así que oculto la camioneta un par de kilómetros antes de llegar, el kevlar ya esta reparado y con las armas encima ya estoy listo. Por suerte hay algunos cuántos árboles y terreno algo desigual por lo que no estoy plenamente al descubierto. Saco de uno de mis bolsillos un par de binoculares de visión nocturna y bingo, los encuentro, un auto a cada lado de la carretera y unos tres hombres fuera de los vehículos en posición, apuntando y esperando por mí. Saco de mí camioneta mí fiel rifle de francotirador, acomodo el silenciador en el cañón y le dejo la mira térmica puesta antes de acomodarme sentado en el suelo, no es la mejor posición de tiro pero al menos estoy más cómodo para apuntar de está forma, localizo al grupo de la derecha, parecen estar haciendo turnos para apuntar así que el primero que derribo es el tirador y antes de que los otros dos den una alarma también los hago caer y después el grupo de la izquierda. Un problema menos.
Guardo el rifle en la camioneta de nuevo y avanzó un poco con las luces apagadas, pero cuando llego lo que veo me deja mudo por un segundo.—Hijo de puta...
Ni si quiera sé si Daniel está consciente o tan si quiera vivo. Simplemente veo la sangre caer de a gotas rítmicas en un pequeño charco sobre el piso. Me recuerda la operación Cerbero, los supuestos terroristas a los que tuvimos que vigilar mientras los interrogaban eran colgadas de una forma muy similar pero menos cruel. Sus muñecas están amarradas firmes con una cadena gruesa de la que sería imposible soltarse, está a casi medio metro del piso, tal vez un poco menos, pero uno de sus tobillos tiene amarrada una pesa que hace presión hacia abajo. En esa posición los brazos se desgarran a veces si el peso es suficiente, las muñecas no reciben bien flujo sanguíneo y se pierde la movilidad en las manos, de seguro sus hombros se han salido ya de lugar o algo por el peso que lo jala al piso, pero con la cabeza caída hacia el frente que es por dónde gotea la sangre no puedo saber bien que le pasa. Tal vez es solo un desmayo, quiero creer que es eso y no que está muerto.
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Punishment & Revenge [TERMINADO]
FanfictionFrank pensó que luego de la guerra podría disfrutar una vida agradable como padre y esposo sólo para acabar viendo a su familia morir ante la mafia. Daniel creyó que podía mantener un secreto tan grande como ponerlo todo en riesgo oculto de su padr...