Nunca se había visto que la novia llegara antes que él mismo novio, que ella tuviera que esperarlo. Así que se puso nerviosa al saber que él no estaba.
-Erwin... ¿Dónde esta Levi? -preguntó con el ramo de flores en mano.
Él la miró dudoso. No sabía si responder o no, tanto como él Y ella eran sus amigos, pero ciertamente estimaba un poco más a ella.
-_______, Levi... -suspiró-. Levi, no se va a casar contigo. Salió justamente hace cinco minutos .... con otra chica-.
Ella lo miró atónita, su pecho se contrajo y sentía que el corce del vestido le hacía más daño todavía.
-¡_______! -la atraparon antes de que caiga al frío piso de la iglesia, pero ella se incorporó de inmediato.
-¿Tu lo sabías Mikasa? -observó a la azabache-¡Contéstame! -.
-Yo no sabía nada -dijo la verdad-. !Ni siquiera sabía de su romance! ¡me acabo de quedar atónita igual que tu! -.
Erwin la atrajo a él para que pudiera estar mas tranquila, pero en vez de eso ella se soltó y salió corriendo de aquella Iglesia. No importaba ya el mundo, no importaba la gente, no importaba el vestido ni la ceremonia ni el maquillaje.
-Señorita ... -se subió al auto- ¡Eh! ¡Señorita! -.
Manejo a prisa en toda la carretera, se perderia por ese día, sólo por ese día, apoyo su codo en el varamdal del auto y en ella apoyo su cabeza, estaba mal muy mal.
Había cambiado todo, había tomado desisiones que la llevaban al otro lado de su naturaleza, de la naturaleza que ella sentía y eso le molestaba. Había decidido ocupar ese maldito vestido con esa porquería de maquillaje y ese ridículo peinado sólo para que él se sintiera a gusto y siquiera la viera bonita.
Había pensado en el futuro con él.
-¿Cuántos hijos quisieras tener? -le preguntó echados en la cama.
Él medito un poco.
-creo que por ahora seria solamente uno y que sea varón -.
Ella se incorporó y se acostó en su pecho -pues entonces será uno -lo besó.
Bajo del auto y abrió la maletera, se quitó el vestido. Más bien rompió el vestido, no importaba si pasaba alguien y la viera o le hiciera cualquier cosa, porque eso ya seria lo último que le pasaría a ella, porque al tipo lo mataría. Abrió el bolso y sacó una camisa que se colocó y unos pantalones junto con unos botines y un saco formal.
-Te perdiste lo último de mi, Ackerman -subió el cierre del botín-. Si Te fuiste con ella, no volverás conmigo -cerró la maletera de golpe.
Abrió la guantera del auto y rebusco entre todo el papeleo, encontró una pistola y la dejó en el asiento, no era lo que buscaba, porque matarse por un hombre sería tan estúpido.
Porque ella era el hombre ahora.Tomo la rasuradora eléctrica y comenzó a cortar cabello mientras se veía en el espejo de retrovisor. Ya no esperaba que le dijeran algo, ya tenía veinte años, vivía sola a partir de ahora, nadie la juzgaria.
Se quitó el maquillaje lavandoce con la botella de agua y se observó, sonrió satisfecho al saber que al fin podía demostrar lo que tanto había ocultado. Saco una cajetilla de cigarro y prendió uno para subir al auto y arrancar de nuevo.
No ocultaba el hecho de que el pecho le dolía por el único hombre que amo de verdad, él único que le hizo saber que ella no estaba en el vando equivocado, que le gustaban tanto los hombres, pero que su cuerpo no era lo que ella quería.
Y Por ti lo había dejado todo, pero ahora ya no necesito de tu sonrisa para saber que podía seguir con esta mentira.