Me senté en el mismo café de la otra vez, en la misma mesa, no era favoritismo.... Bueno, quizás un poco, pero no había nada que no me guste de esta cafetería, la música, el diseño atractivo y por supuesto... El café.
Era un buen lugar para el trabajo, no solía almorzar demasiado, porque además del trabajo sabía que engordaria, porque llevo una vida sedentaria, voy al gimnasio claro esta... Aun que a veces se me pasa por el cansancio del papeleo. Erwin es muy exigente en demasiadas cosas y aun que intente darme menos trabajo, termino exigiéndole que me de lo regular al igual que todos los demás.
Trabajo en arquitectura; pase de que no me gusten las matemáticas a amarlas y entenderlas en este trabajo, me encanta inventar cosas, de pequeño siempre solía ser bueno en arte con los palitos del helado. Pero son cosas que ya no hago hace mucho tiempo y me doy el trabajo en papel.
¿De Levi? No sé mucho, ambos nos hemos encargado de no encontrarnos en lugares muy pequeños como los ascensores, en la minie cafetería y en la oficina del otro, simplemente en las reuniones donde hay mucha gente, cuando uno toma el ascensor, el otro prefiere esperar a que llegue otro, pero aún que lo quiera... Es muy difícil no apretar las hojas apropósito por los nervios y la angustia de gritarle, encararlo, de golpearlo.
Pero ¿que le diría?
¿Como te atreves dar la cara después de muchos años? ¿Esto es un truco para ti? Me lastimaste demasiado....
Me lastimaste, es la última palabra que quisiera pronunciarle a una hipócrita cara, por más años que hayan pasado no puedo olvidarlo... Jamás podré olvidar las cosas que me hizo, tanto las buenas como las malas, aun que a estas alturas creo que ya dan igual.
-Me pregunto si tienes hijos, levi... - mire el techo mientras esperaba el ascensor.
-No los tengo - me torci un poco por el susto que me dio el enano de cabello hongo.
-¡¿Levi estabas allí!? -.
¿Me habrá escuchado? Espero que no haya narrado en voz alta, eso sería mi fin permanentemente... Que vergüenza.
-Por algo te conteste - me miró, pero yo no quice hacerlo, así que fingió no haberlo hecho.
-¿y tu esposa esta bien con eso? -.
-Esta de acuerdo -.
-Me parece bien, la comunicación es importante como la comprensión -.
Ambos nos quedamos callados en ese último énfasis de la palabra comprensión, levi sabia a lo que me refería, pero yo no lo hacía con esa intención, pero todo lo que dijera se sentía que lo relacionaba con lo de nosotros.
Entre al ascensor y Levi entró conmigo, por primera vez.
-... -.
-... -.
-No haz cambiado - me dijo con esa voz áspera.
-¿No crees que es una forma muy cliché de comenzar una conversación? - metí mi mano a él bolsillo de mi pantalón.
- No quiero que las cosas estén mal entre nosotros, _____ -.
Reí incredulamente - ¿Y que quieres? ¿Que finja que somos amigos y que nada paso en estos años? Que haya cambiado de aspecto no quiero decir que olvide mi pasado -.
-Es un pasado ______, olvidalo. Nada podía pasar entre nosotros -.
-... Lo dices como si fuera fácil - me calme-. Yo intente hacer algo que no era, intente acostumbrarme a un cuerpo que no era mío ... Todo por alguien -.
-Yo no te lo pedí -.
Entre cerré los ojos y si... Levi no había cambiado y no cambiaría sin importar los años.
-Veo que tu tampoco haz cambiado mucho -.
-uhm? -.
-Siempre dices cosas hirientes y te justificas con que es la realidad - sonrei- eso nos lastimó mucho -.
-Tsh... -.
El ascensor paró en mi piso, que también era su piso, de hecho creo que era la primera vez que demoraba tanto en llegar al dicho piso diez, salí de allí sin mirarlo siquiera y avance hasta que mi secretaria me dio el encuentro para preguntar si necesitaba los planos del edificio anterior, pero en ese momento no estaba listo para seguir de pie y fingir que no me dolía.
Mi cabeza repetía que ya me había levantado una vez de una muy fuerte, y mi corazón que me dejó solo, solo palpitaba diciendo que aun lo amaba, que había tenido ilusión de volver haberlo otra vez, no sabía a quién seguir en ese momento y tampoco lo sabre hasta ahora como siempre, solo esperaba que las cosas pasarán como tenían que pasar toda la vida, como mi relación, mi matrimonio y mi desision de lo que soy ahora, nada cambiaba a pesar de repetirme que si, si cambié, Levi tenía razón seguía siendo el mismo y cambiar mi apariencia no me hacía una persona diferente... Por completo, aun que de algo estaba seguro.
Haré caso a mi cabeza.