-______.... -caí en sus brazos en cuanto abrí la puerta.
Eran tan cálidos, tan perfectos, que me hacían llorar aun más fuerte al punto de gritar, eran las tres de la mañana, pero él había acudido a mi llamado sin importar que algo le pudiera pasar en camino a mi departamento. Sólo me abrazó con fuerza sin generar palabra alguna además de mi nombre y un "tranquilo" de su boca, que por cierto funcionaba de alguna manera.
- Fue peligroso que vinieras a estas horas de la noche -hable ya más calmado sin apartarme todabia de sus brazos.
Que eran tan cálidos junto a sus latidos tan tranquilos que salían de su pecho, son como un café en pleno invierno, eso me gustaba de él.
-Iría a cualquier parte en cuanto pueda encontrarte... -.
Lo abrace más fuerte y comencé a llorar de nuevo junto con los gritos que me había estado guardando desde que los golpes en mi puerta sesaron de repente, junto con los susurros de mi nombre de esa voz tan áspera y pesada, fue el momento donde deteste que mi nombre saliera de sus labios todas las veces que lo vi, todas las noches que estábamos juntos y las marcas de sus manos en mi cuerpo se volvían cada ves más oscuros, difíciles de sacar con agua y jabon además de las ojeras que habían empezado a inundar debajo de mis ojos. Estaba mal y él se dio cuenta.
-¿Me vas a explicar que paso? -sus ojos me penetraban esperando una buena excusa para recompensar el hecho que lo hice venir a tantas horas de la noche.
Yo me hundi en mi lugar, el agua tibia cubría mis fosas nasales mientras que aquellas pupilas grices esperaban que les devolviera la mirada, pero mi vergüenza y mi falta de dignidad me prohibían que la pudiera dar, porque ¿cómo explicabas que te dejaste engañar por segunda vez? Y peor ¿por la misma persona que te hizo mierda en el día de su boda?. Si después de esto, Takumi no me volvía a dirigir la palabra y se alajeba de mi vista, estaría en todo su derecho, cualquier persona lo haría si estuviera en su lugar.
Y es a lo que le tenía miedo... que él se fuera.
-Me acosté con Levi -solté.
-______, Dime que estas de joda... -.
-...Lo estuve haciendo por un mes -Takumi se levantó de donde estaba sentado- ¡Pero él va a tener un hijo! -.
Se quedo quieto en la puerta dándome la espalda como meditando lo que iba a decirme o lo que le había dicho, pero prefirió quedarse callado y salir de allí cerrando de un portazo dando a entender que estaba más que destrozado sentimentalmente, el vago recuerdo de aquella vez que me dio el beso inundó mi mente, aquella vez había sido más que un beso de amigos y yo lo había ignorado por completo. Salí de la bañera lo más rápido posible sin importar que podía darme un porrazo por lo resvaloso que estaban mis pies por el agua, Takumi sacrificó muchas cosas por mi desde hace mucho tiempo y yo seguía siendo un gillipollaz que seguía llamándolo por alguien que no valía la pena sin importarme en lo mas minimo sus emociones, era el peor de los amigos.
Y aun que nuestra amistad siempre había sido de esta manera; Takumi me cuidaba y yo encontraba la menera de destruirlo pensando que estaba bien, porque él entendía que yo no lo quería para algo más. Takumi no tenía la obligación de quedarse, pero el hecho de que desapareciera de mi vida para siempre me causaba angustia y miedo, porque el había formado algo importante en mi vida, su simple presencia significaba mucho y ya no quería que él creyera lo contrario.
La siguiente imagen me hizo doler el pecho de alguna manera. Estaba allí parado en medio de la nada, observando por la ventana con un aire de melancolía, con un toque de dolor en la mirada, un dolor que podía descifrar fácilmente desde mi experiencia. Me acerqué lo más cauteloso posible posicionandome detrás de él, esperando a que me dejé tocarlo sin importar que me apartara.
Apegue mi pecho a su espalda y lo abrace de esa manera, sus brazos no hicieron ningún movimiento para corresponder mis emociones por él, una parte de mi sabía que estaba bien, que yo lo había alejado, lo había artado y tenía las razones para ya no quedarse más tiempo a mi lado, pero la otra parte tenía la esperanza de que no se había arrepentido del todo, que aun me quería, pero necesitaría tiempo para poder volver a mi lado.
-¿Porque no me lo contaste? -.
-Temía a como reaccionarias... a esta reacción -.
-Pude haber evitado que te dañara, pero decidiste no decirme nada y llamarme cuando ya estabas completamente destruido. A veces pareciera que te gustará que te hicieran daño.
Lo solté. Sus palabras estaban siendo muy dolorosas, aun que sabía que me las merecía y de cierto modo la vida que estaba llevando desde que Levi apareció daban el reflejo emocional que Takumi estaba describiendo, que por más que me dañara seguía callendo en la misma red de mentiras que la primera vez, ignorando las advertencias y a los que de verdad se preocupaban por mi y de los que de verdad me querían. Takumi sobo mi mejilla delicadamente haciendo que lo mire a los ojos por primer vez desde que llegó a mi rescate.
Y con la voz más agridulce que había escuchado, me dijo:
-¿Cuanto daño debo hacerte para que me des una oportunidad? -se acercó a mi rostro.
Él no merecía hacerme ningún daño para estar a mi lado, con el simple hecho que me sigas queriendo era más que suficiente.
esa mirada, esas caricias, hacían que olvidará la razón por la cual había estado llorando hace un momento y olvidará el nombre de aquel extraño por el cual me había dejado engañar, porque muy en el fondo quería que me volviera a besar, porque muy en el fondo siempre pensaba en ese beso, en esas manos acariciando cada parte de mi en la cama, que borrará las marcas que me dejo Levi, quería olvidarme de él, quería amar a una persona diferente.
-Mereces que te quieran cada día... cada minuto -.
-Pensé que habiamos discutido sobre las palabras bonitas -.
-¿Prefieres que te diga palabras sucias? -Me rodeó la cintura.
-Ya andas con tus homosexualidades -le aparte la cara.
-Dime que no te gusta -cogió mi mano-. Mirame y dime que no te gusta, pequeño príncipe -.
El calor de su mano con la mia, era distinto al de Levi, más completo... más mío.
-Si... Me gusta -.
Y aquí les preguntó yo; ¿qué hubieran hecho ustedes?