Me levante con el sonido del timbre de mi departamento, era... Sábado en la mañana y me estaban despertando en mi día libre. Solo tengo dos, aun que no debería quejarme.. Otros solo tienen un día al mes.
Abrí la puerta, esperando no encontrarme con la persona en mi cabeza.
-... Takumi - me apoye en la puerta.
-Hola - me saludo alegre-. Me vas a dejar pasar o me tendrás aquí afuera -.
Me hice a un lado para que el de cabello largo pase a mi departamento. Se sacó la chaqueta y la tiro en el sillón, yo tenía una cara poker.
¿Quien es takumi? Es un antiguo compañero y amigo de la secundaria, tenía más edad de lo que aparentaba y recién empezaba el segundo año de secu. Lo conocí sólo por curiosidad y me atraía bastante si, pero era muy tímido como para acercarme a alguien así que él se acercó a mí.
-¿Quieres tomar desayuno? -.
-No, ya he tomado algo en casa - prendió un cigarro.
-Pensé que lo habías dejado - lo mire sería.
Solo me miró y siguió con lo suyo, ignorandome completamente como siempre lo hacía incluso en el whatssap. Me hablaba después de un mes o semanas, pero aún así cuando nos juntabamos era como si nada hubiera pasado, esas amistades que a veces valen la pena.
Y con aveces me refiera a MUCHOS aveces.
-Ve a vestirte -.
-¿que? -.
Me observó con esos ojos grices, esos bellos ojos grises que eran intimidantes.
-Tendremos una cita -.
Gire los ojos, a veces me olvidaba lo retardado que era. Camine hasta el baño, me saqué la ropa y entre a la ducha de agua caliente.
-Eres un maldito pelado -.
Siempre discutía con Takumi porque solía coquetear con muchas mujeres a la vez y siempre solía parecer que tenía novia, pero en realidad no había nadie y él las catologaba como amigas, en realidad fuera quien fuera, nadie lo veía de esa forma. Yo tenía mi relación con Levi cuando lo conocí. Levi al estudiar en el turno de mañana no nos veíamos en casi todo el día, solo a la hora de salidas de su turno y en la salida del mio. Después íbamos a su casa y nos dejábamos llevar por el momento.
-prefiero ser una pelado, que estar en una relación de mierda que no da para mas y aun así la fuerzo para ser infeliz -.
Siempre decía palabras muy irihentes y salía a la defensiba. Al igual que Levi ambos eran igual de fríos y cortantes, pero Takumi era igualmente cálido. Había tenido una relación de mierda durante cinco años, así que tenía razones para comentar en la mía, diciendo que íbamos en la misma dirección que la suya. Pero yo me negaba a terminar con Levi... Cuando el matrimonio llegó y el oji oliva me dejó plantada allí. Takumi fue el primero en decirme: "te lo dije... Yo no fallo" y estuvo viviendo conmigo por ese colpaso de tiempo en mi departamento.
Abrí las cortinas de la ducha una vez haberme terminado de duchar.
-¿He?... -.
-.... -.
Takumi estaba orinando en mi baño.
-¡¿Que mierda haces orinando aquí!? -.
-No había otro baño - me miró como si nada.
-¡...! -.
Espero a que terminará el chorro de orina para meter su pene a su pantalón. A eso me refería yo con retardado.
-No es la primera vez que entro a tu baño por lo mismo y en lo mismo -se sentó en mi cama.
Respire hondo y solo soporte su presencia. Saqué mi ropa y me quite la toalla, tenía razón después de todo ya nos conocimos y habíamos convivido juntos.
-¿porque siempre vienes los fines de semana? - camine desnudo por el cuarto mientras takumi me miraba de arriba abajo.
-Oye, no te olvides que soy hombre - me dijo enojado.
-¿No te has tirado a una tía? -me coloque la camisa.
Bufo - Podré coquetear con ellas, pero no me las tiro sin ser nada - se tiro hacia atrás.
-Los modales hacen al hombre -.
-Tu pareces Gay - le tire el peine por la cabeza.
-¡No soy gay! -.
-¿de que hablas? Solo te follas a puros hombres y pareces uno -.
-¿Y tu que tío? Con ese pelo pareces cada día una mujer -.
-Pero no me visto como una - se quito el cigarrillo de la boca-. Pero bueno, te ves mucho más guapo asi -.
Takumi se acercó a mí, me sonrio junto que coloco una mano en mi cabeza, tenía una sonrisa muy bonita y bastante cálida, era como el hombre perfecto, pero hace tiempo deje mis instintos atrás.
-¿ahora quien parcece gay? - le reproche.
Me dio un golpe - No sirve de nada ser lindo contigo - salió del cuarto.
Y ni siquiera me contestó la pregunta.