Høja veinticuatrø

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Desperté por el sonido de mi alarma, a pesar de estar de vacaciones la costumbre de levantarme temprano no se habia retirado del todo. Me gire con la esperanza de encontrar a Takumi a mi lado, pero efectivamente no estaba, solo era un espacio vacio.

Me incline en la cama algo confundido, recuerdo que despues de tener sexo todo estuvo bien entre nosotros, no habría razón por la cual se fuera sin despedirse o avisarme que iria a la oficina... ni siquiera hay un mensaje. Suspire con cansancio, tal vez me llame luego.

-Buenos dias bebé -.

Me sobresalte al escuchar su varonil voz una vez sali del dormitorio, aun que eso me alivio el pecho; sonreia de una manera calida, su cabello largo recogido en un moño y con su camisa desabotonada por unos cuantos botones que dejaba ver claramente su clavicula bien pronunciada, mas sexy no podia ser.

-Pense que habias ido a la oficina -me senté.

Me beso la frente -Sabes que te hubiera avisado o como minimo un mensaje -.

-Ya me parecia extraño -.

Dejó un plato con panqueques decorado con unas cuantas frutas y un café latte americano. Sonreí y le di un beso fugaz, me habia parecido muy tierno de su parte que me haya hecho el desayuno, sabiendo que después tiene mucho trabajo que hacer, pero estaba muy rico, al primer bocado se deciso en mi boca en un vaiven de sabores muy finos para ser unos simples panqueques, aun que eran sus simples panqueques.

Desayunamos juntos mientras conversabamos algunos temas de la boda y los planes para mas tarde.

-Es que te has visto muchas peliculas de Disney channel -me miro cabreado.

-¿Que tiene de malo? Todo el mundo va a Francia de luna de miel -.

-Pero nosotros no somos todo el mundo -.

-¿Que propones entonces? -.

abrió la boca

-Que no sea Wisconsin -.

Takumi prefirio quedarse callado.

Creo que apesar del tiempo que llevaba viviendo en el otro lado del mundo, Takumi aún no podía olvidar del todo Wisconsin. Creo que aun no habia cambiado el chip y darse cuenta que este era su hogar ahora, pero aun asi podia soportar escuchar sus tallas y malas bromas sobre Wisconsin de ves en cuando, junto con el buen queso que muchas veces me dijo que me haria probar, aun que entre nos, sabiamos que eso tal vez no seria posible.

-Sobre lo de anoche, puedes ir a verlo si quieres -.

Un trágico silencio inundó el ambiente que habiamos creado en el desayuno y se convirtio en uno muy tenso, para nada cómodo. Pense que las cosas habian quedado solucionadas anoche y que no se volvería hablar del tema. Tan solo sin siquiera pronunciar su nombre, me daba un sabor muy agrio como los jarabes para la tos, ya saben, de esos que no quieres volver a tomar en tu vida, pero aun asi su patetica y necesaria existencia seguia rozando partes de tu garganta.

-¿Porque tenias que arruinar el desayuno? -.

-¿Acaso no querias ir? -suspiro- ______, se que quieres ir y seria muy malo de mi parte no darte la oportunidad de poder aclarar sus diferencias antes de la boda -.

-¿Porqué? -.

-Confió en ti -me observó-. Se que no harias algo que me haria dudar de tu confianza, se que no te acostarias con él en estas circunstancias -.

-.... -.

-Al igual que soy consiente que tienen cosas que aclarar y tu tienes cosas que liberar para poder estar tranquilo del todo y poder ser feliz por fin -.

SUSURRAME (Levi x Lectora) ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora