Capítulo 61

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Le había vendado los ojos y llevado hasta la casa en la que habían vivido los mejores días de su vida, su plan de reconquista había empezado.

— ¿Dónde vamos Rem?, —Preguntó nerviosa tomándolo de la mano y apretándola—.

—Es una sorpresa pequeña, —Parqueó el auto y se bajó para acto seguido abrir la puerta y ayudarla a bajar, la cargó en sus brazos como lo hacen los recién casados y la llevó a la estancia—.

—Llegamos, —Le susurró a la vez que se paraba tras ella y le descubría los ojos. Miró el lugar, estaba lleno de flores y había arreglado la mesa con velas para tener una cena, sintió como si le oprimieran el corazón y los recuerdos no tardaron en aparecer al igual que el dolor, se secó las lágrimas y él se apresuró a abrazarla, no quería que estuviera triste—.

—No llores pequeña por favor.

—Debió ser difícil para ti estar conmigo sintiendo todo el odio que sentías.

—No mi amor, yo no te odiaba.

—Creíste que había matado a tu hermano.

—Lo sé, pero no te odiaba, no podía hacerlo, —La tomó del rostro—, fui un tonto y te lastime, y sé que no me alcanzara la vida para pedirte perdón, pero no quiero perder la batalla sin haberlo intentado.

— ¿Y si esto no funciona?

—Yo haré hasta lo imposible porque si, Scarlet, —La tomó de las manos—, una eternidad es mucho tiempo para vivir llenos de odio, para alejarnos, por favor pequeña, dame una oportunidad, —Le besó los labios y ella se dejó mimar, lo necesitaba, necesitaba su amor—.

Sentía que el tiempo se le acababa y su desesperación e ira aumentaban, en la oficina Cretswell molía a golpes a uno de sus esbirros ante la atenta mirada de Eleonor que horrorizada observaba la forma tan brutal en la que maltrataba al lobezno.

—Y ahora maldito imbécil, desaparece de mi vista y vuelve cuando hayas conseguido lo que te pedí.

—Sí señor, —Dijo levantándose del suelo envuelto en sangre y saliendo del lugar—.

—Dime Eleonor, ¿a qué has venido?

—.......

— ¿Qué?, tanta insistencia para verme y ahora no hablas, estoy empezando a perder la paciencia contigo, habla, —Gritó, haciendo que se asustara—.

—Remses y Scarlet volvieron.

— ¿Qué?

—Ellos están juntos de nuevo, ella lo perdonó, —La miró sin pronunciar palabra alguna y sonrió, no supo cómo, ni en qué momento paso, solo pudo sentir la forma tan abrupta en la que la tomaba del pelo y la acercaba cerca de su rostro—.

—Solo tenías que hacer una cosa, solo una maldita cosa y no pudiste hacerla, sabes que necesito a Scarlet para poder gobernar este asqueroso planeta, sabes que necesito su sangre, ¿y me sale con esto?, no sé cómo lo hagas, pero más te vale que la próxima que vengas a mí , sea para decirme que separaste a esos dos, porque si no lo haces, te juro que te arrancaré el corazón con mis manos y mucho cuidado con intentar escapar, —Amenazó—, porque te juro que si lo haces te desollaré viva, ahora lárgate, —La soltó de mala manera—.

— ¿Qué pasa mi amor?, —Le escuchó decir a Vanisha que acaba de entrar a la oficina—.

—No pasa nada linda, —Dulcificó el tono de su voz y se acercó a ella—.

—Te he oído gritar.

—No ha sido nada, solo ha sido un arranque de ira, pero nada grave.

— ¿Estas así por qué aún no logras tener a mi hermana?, ¿es eso?

—Si Vanisha, la necesito, necesito su sangre para poder tomar el poder, pero solo eso, -Aclaró-.

—Siento mucho no serte útil, —Se disculpó apenada—.

—Cariño, no es tu culpa, —La besó para luego abrazarla—, todo va a estar bien, ya verás cómo cambiaran las cosas cuando tú y yo gobernemos este planeta, serás mi reina y siempre estarás a mi lado.

Entre El Amor  Y El Odio [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora