Capítulo 120

939 118 17
                                    


Entró al salón donde se reunía el consejo y se sentó en su asiento, hace más de tres siglos que llevaba liderando a los vanirios, no era un trabajo fácil pero de él dependía su supervivencia, sirvió algo de vodka en su copa y lo bebió para luego fumar un cigarrillo, ya había pasado demasiado tiempo en la tierra, ya no quería seguir ahí, pero tampoco quería volver con su padre, odiaba a Odín, lo odiaba más que a nada en el mundo, apretó con fuerza el vaso haciendo que este estallara en mil pedazos lastimándose en el proceso, se pasó las manos desesperado por el cabello, extrañaba a su valkiria, extrañaba a esa guerrera que había abandonado cobardemente años atrás con engaños, nunca la había olvidado y no había día en que su corazón no sangrara por el dolor de haberla dejado.

— ¿Podemos hablar?, —Preguntó Scarlet entrando en el enorme salón—.

-¿De qué quieres hablar?, -Respondió con otra pregunta mientras prendía otro cigarrillo-.

—Quiero hablar de mi madre, quiero saber toda mi historia, necesito que me lo digas todo.

—Creí que no querías saber nada de ella.

— ¿Me lo dirás?

—Si es lo que quieres.

— ¿Cómo empezó todo?

—Fui elegido por mi padre Odín para proteger a la tierra, el mundo se estaba yendo al carajo, Loki quería gobernarlo y empezó a tentar a los humanos para que se le unirán, como entenderás, el ser humano es débil y es capaz de venderle su alma a cualquiera que le ofrezca algo de vida eterna, así que debido al conflicto que empezaba, Odín junto con los dioses Aseir y Vanir, decidieron crear a los vanirios y a los berserkers, solo aquellos que demostraban ser personas leales y justas podían ser transformados, así que tanto los Aseir como los Vanir decidieron otorgarles poderes a los humanos, pero también debilidades.

— ¿Por qué?, se supone que confiaban en ellos, ¿por qué les dieron debilidades?

—Porque por mucho que alguien demuestre ser honesto, este puede ceder ante el poder y abusar de él.

— ¿Por eso los cáraids?

—Sí, sabes los humanos no tienden a comprender lo importante que es el amor, muchos ni siquiera lo conocen y otros simplemente se conforman con la compañía, por alguna razón el ser humano se ve en la necesidad de tener a alguien a lado para no sentirse solo.

—Bueno, los vanirios también necesitan de alguien.

—Sí, pero es diferente, los vanirios no se entregan a cualquiera, solo a sus cáraids, los aman y protegen, a veces les hacen daño, ¿pero sabes cuál es la diferencia con los humanos?

—No.

—Que sienten como propio el dolor, los carcome, los destruye y los lleva a la muerte, el ser humano no, él es capaz de dañar sin importarle lo que sienta el otro, lo traiciona, esa es su naturaleza, volviendo al tema, fui enviado a la tierra para cuidarla de Loki y de sus hijos, pero un día en una batalla, mientras luchaba fui herido, al caer al suelo mi mirada se dirigió al cielo y pude ver a tu madre.

—No entiendo, ¿tú moriste?

—No, aunque hubiera preferido que si, —Comentó lleno de resentimiento—, cuando un guerrero muere, este es encomendado a una valkiria, yo no estaba muerto, pero si muy herido, por eso se me encomendó una, las valkirias esperan en el Valhala y curan a los guerreros, es lo que tu madre hizo conmigo, durante un largo tiempo me quede ahí a su lado mientras me recuperaba y entonces sucedió.

— ¿Qué?

—Me enamoré, pero Odín no estaba feliz, él ya tenía planes para mí y ella no entraba en esos planes, intenté escapar con ella y unirme en matrimonio en una unión celta, pero mi padre llegó.

— ¿Y?

—Tuve que dejarla.

— ¿Por qué?

—Porque si no lo hacía iban a matarla, sabía que él me perseguiría por toda la eternidad y no quería ponerla en peligro, la amaba demasiado, —Suspiró agotado al recordar—, así que decidí alejarme de ella a cambio de que él la dejará en el Valhala.

— ¿Nunca más la volviste a ver?

—No, pero la busque.

— ¿Por qué?

—Porque me enteré que estaba embarazada y que el maldito de mi padre había roto su promesa de dejarla ahí y protegerla.

— ¿La extrañas?

—Cada segundo de mi vida, todas las noches salgo a buscarla pero el resultado es el mismo, es como si la tierra se la hubiera tragado.

— ¿Cómo era?

—Como tú, —La miró lleno de dulzura—, tierna, cariñosa, le gustaba acostarse en el verde prado a ver las estrellas, sabes, tienes sus ojos y también su bondad.

—Me abandonó.

—Lo sé, pero no fue porque no te quisiera, ella solo quería cuidarte.

— ¿De qué?

—De todos, al ya no contar con la protección de Odín, poco o nada podía hacer para cuidarlas, no podemos saber que tan desesperada estaba para tomar la decisión que tomó, pero puedes estar segura de que te amaba, y tuvo que dolerle mucho dejarlas ahí, sé que me odias por no haber estado presente en tu vida, pero te quiero, siento haber dudado de ti, sé que soy duró a veces, la vida me ha vuelto así, no quiero perderte, eres el recuerdo más preciado que tengo, ya perdí a la mujer que amo y a una hija, no quiero perderte a ti, eres lo único que tengo, y si alguna vez tu corazón puede concederme el perdón, me gustaría ser parte de tu vida, —Lo miró con los ojos desbordados en llanto, su padre también había sufrido, ¿quién era ella para juzgarlo?, la rabia la había hecho hablar aquella vez en prisión, pero ahora se compadecía de él, su rostro reflejaba sufrimiento—.

—Papá, —Le dijo acercándose a él para que la abrasara, deseando así terminar con su rencor—.

—Mi niña, —La atrapó entre sus brazos y besó su frente, tratando de calmar el llanto de Scarlet, su hija lo había perdonado dándole así algo de paz a su tormentosa vida—.

Entre El Amor  Y El Odio [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora