Capítulo 10: Iniciamos la búsqueda

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Capítulo 10

Iniciamos la búsqueda

     La noche, como el día anterior, se pasó rápida. Sabían, únicamente, que se encontraban en una de las fronteras del territorio de Zira. Cuando amaneció el grupo entero se dispuso a iniciar la búsqueda, pero fueron detenidos, instantáneamente, por Kovu y Vitani.

- Ustedes están locos, ¿no es así? – preguntó Vitani mientras se cruzaba por delante de todos para evitar que siguieran el camino, a su vez volteaba para ver si no se acercaba nadie. Esa noche se habían ubicado en una cueva de la que solo sabían Kovu y ella. Era una cueva moderadamente grande, pero lo suficientemente básica como para ser pasada por alto por todos los demás que estuvieran ahí. – Si salen todos juntos serán una fogata en la oscuridad y más teniendo a Beshte con ustedes, que siendo sincera y no queriendo herir a nadie, no sé para qué lo trajeron. – dijo agachando la cabeza, no le gustaba decir ese tipo de cosas, pero la realidad es que era el foco de atención más grande que se pudiera imaginar.

- Si, ella tiene razón. Yo se que todos están ansiosos y desesperados por encontrarlas, pero debemos ser coherentes y conscientes de lo que estamos viviendo. Esta es una situación de vida o muerte, donde nos vean o piensen que estamos aquí, somos animales muertos. – medió Kovu en la conversación, asintiendo lo que su hermana había expuesto. – Y sobre Beshte, entiendo que sea parte de la guardia, pero me parece que es algo que podría jugarnos en contra, al menos durante el día. – dijo mostrando algo obvio, pero que sus compañeros no tomaron muy conformes.

- Ellos tienen razón, chicos. Soy alguien grande y que se mueve de forma bastante torpe, quizá debería quedarme en la cueva y participar durante la noche. – dijo Beshte, quien no parecía molesto con los comentarios de sus nuevos amigos. Al fin y al cabo, ellos tenían razón. – Solo espero que me mantengan informados de lo que hacen durante el día. – dijo mientras se posicionaba por detrás de todos, volviendo hacia el fondo de la cueva.

- Muy bien, aclarado el asunto, deberíamos hacer dos grupos de 2. – aconsejó Kovu, mientras volvía de la salida de la cueva. – Somos muchos, pero debemos movernos sigilosamente si no queremos que nos descubran. Propongo que uno de ustedes vaya con cada uno de nosotros, que lo guiaremos e intentaremos llegar lo más próximo a donde Zira las tenga prisioneras. – dijo mientras veía como su hermana asentía.

- Fuli, ¿te parece hacer la primera búsqueda conmigo? – propuso Vitani a la chita, quien asintió casi de inmediato.

- Si, por supuesto. Ya demostramos que podemos trabajar bien juntas, creo que es razonable. – dijo mientras se acercaba a la leona.

- Y tú, Kion, creo que vendrás conmigo esta vez. Ono, ¿puedes volar medianamente alto? – preguntó al ave.

- Si, Kovu, no mucho, pero puedo mantenerme lejos de la vista de los demás. – confirmó la garceta.

- Genial, necesito que mantengas contacto entre los 3 grupos. Nosotros, Vitani y Fuli, y los demás aquí. – dijo mientras se preparaba para salir.

- Y... chicos, ¿si algo malo pasa? ¿Qué hacemos? – Bunga no pretendía ser pesimista, pero viendo la situación en la que estaban, no podía dejar ninguna duda.

- Si no volvemos para el mediodía, esperen hasta la noche y váyanse de nuevo al reino, eso significaría que algo muy malo pasó y que el padre de Kion debe solucionar de forma urgente. – ordenó Vitani y aclaró las dudas de los demás.

- Bueno, sin mas que agregar, vamos... Kion y yo iremos por el sur. Fuli y tu vayan por el centro, evitemos la frontera norte, ya que es la más vigilada. – propuso Kovu mientras se ponían en marcha. Vitani asintió y también inició la marcha.

El Rey León: Una HistoriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora