Capitulo 11: Encuentro esperado, pero inesperado

178 9 6
                                    

Capítulo 11

Encuentro esperado, pero inesperado

     Ya había transcurrido más de media noche y las jóvenes leonas estaban intranquilas y cansadas. Se habían turnado para hacer guardias mientras intentaban descansar, pero ante lo ineficaz de intentar dormir en un territorio desconocido, con Zuri sin dar señales de vida y con 2 guardias que no dejaban de entrar y salir de la cueva, decidieron que lo mejor era quedarse atentas a cualquier cosa.

- Ay, Kiara, Zuri ya me tiene preocupada, nunca demora tanto cuando discutimos. Siempre viene al rato e intenta platicar de forma más calmada... - dijo mientras se revolvía la mente tratando de entender la demora de su hermana. - ... esto no es típico de ella. – culminó, se recostó y trabó la mandíbula. Estaba preocupada y Kiara la entendía; escuchar a Tiifu hablar de Zuri, era como escucharse a sí misma hablar de Kion, era casi lo mismo.

- Ya, Tiifu, tranquilízate, casi segura esté en algún lugar durmiendo más tranquila que nosotras. – aportó la mayor tranquilidad Kiara, pero ni ella misma estaba segura de lo que decía. Luego se le ocurrió una idea: - Ahora, cuando la otra patrulla entre, iremos por donde ella se fue, quizá la encontremos. La cueva no debe ser muy profunda. – dijo en murmullos, evitando que las guardias la escucharan.

- No lo sé Kiara; ¿estás segura de eso? – preguntó temerosa Tiifu.

- Si, la cueva no debe tener salida, por eso no se preocupan de cerrarnos el otro extremo. Así que iremos, echaremos un vistazo y volveremos, casi seguro, con Zuri. – dijo bastante optimista Kiara.

- Bueno, si tú lo dices, futura reina. – dijo un poco más descontracturada Tiifu a lo que Kiara se rio, no se acostumbraba a que la vieran como tal.

     Y así fue, al rato la patrulla volvió a revisar a las cautivas, pero no se preocuparon mucho de lo que podría pasar con el otro extremo de la cueva. Cuando se retiraron, las jóvenes iniciaron su trayecto hacia el otro lado. Con paso cansino, pero atentas a cualquier peligro o rastro de su amiga, caminaron y se sorprendieron de lo profunda que era aquel túnel. Caminaron por un buen rato y, cuando ya estaban por abandonar, encontraron algo que las sorprendió de la misma manera que lo hizo con Zuri. El lugar era algo que no encajaba con el entorno, pero que estaba ahí.

- Esto es un oasis. ¡QUÉ MARAVILLA! – exclamó Tiifu sin poder cerrar la boca ante lo que veía

- Ni que lo digas. – mencionó una voz que provenía desde la orilla del lago central de esa estancia. – Y más maravilla si siguen llegando jóvenes tan bellas como ustedes. – dijo la misma voz que correspondía a un joven macho que se acercaba a paso precavido, pero que no mostraba tanto miedo.

- Wow, wow, wow, wow... Quieto ahí, quienquiera-que-seas. – dijo Kiara dando un paso hacia delante y poniéndose a la defensiva junto con Tiifu.

- Primero, no soy "quienquiera-que-seas", soy Huzuni. Segundo, su amiga ya me dijo que vendrían más chicas. – dijo sonriendo sin parar de acercarse. Pero un gruñido de Kiara le hizo perder toda la valentía. – Ok, ok. Ya entendí. Si buscan a su amiga está cerca de aquellas rocas, durmiendo. – dijo precavido y señalando hacia una aglomeración de piedras entre unos arbustos.

- ¡Vaya! Como que se le fue todo lo valiente al chico triste, ¿no, Kiara? – dijo Tiifu mofándose de la nueva actitud del joven.

- Si, pero si Zuri está bien, creo que podemos confiarnos un poco de él, ¿no es así, Huzuni? – dijo sonriendo mostrando bastante bien su dentadura con doble significado; << o me respetas o te mato >> y << tranquilo, todo está bien >>, uno pesando más que el otro.

El Rey León: Una HistoriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora