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Elisa's pov

Después de haberle confesado a Ginés aquello y del beso... Lo dejé pensar en paz y me fui a mi habitación.

Después de todo... Sí estaba destinado a estar con Manel, yo no podría hacer más. Ya había hecho lo que estaba en mis manos.

Ahora, debía pensar en que haría para estar bien conmigo. Porque no me sentía feliz, no me sentía agusto. Solo quería estar completa como antes, pero para eso me hacía falta un Ginés.

Suspiré y me metí bajo las sábanas, quizá no podía mejorar porque estaba pensando en eso todo el rato. Y quizás solo hacia falta que dejase de pensar en el dolor que me causaba y pensase en la superación.

Cerré los ojos dejando que el profundo sueño me abundara y me quedé dormida.



Abrí los ojos, me levanté y tomé una ducha. Salí a vestirme y bajé a desayunar. Debía darme prisa si quería empezar el día bien y con fuerza.

Mis padres me miraron sorprendidos, no había hablado con ellos desde ayer que salí triste de casa.

— Anoche no te vimos volver —dijo mi padre, sonreí
— volví temprano, y me fui a dormir —le di un beso en la mejilla y me senté a su lado en el comedor— ¿No sé los dijo Ginés?
— Él tampoco estaba despierto —sonrió, asentí— me alegra que estés mejor.
— Bueno, no podía estar triste toda la vida, debo aspirar a estar mejor —suspiré y agradecí a la señora que había traído mi desayuno.
— ¿Y por qué estabas mal? —mi madre se unió a la conversación— ¿Has terminado con Pablo?
— Que va, estoy bien con él —alcé los hombros
— ¿Y por qué no han salido en toda la semana que estoy aquí? —cuestionó
— Porque no queremos, estamos ocupados con la escuela, y otras cosas más —respondí seca.
— Pues él seguro sí, al colegio que va él debe ser muy pesado. Tú en la escuela pública no debes hacer nada —juzgó
— Ya hablamos de dejarla tomar sus decisiones, Elena —mi padre sonaba serio— no quiero que menos precies lo que hace por tus ideologías.
— Apóyala en todo lo que pida, ya sabes. Por eso ella hace lo que quiere —pegó contra la mesa. Mi padre se puso de pie
— Hablaremos de esto cuando los chicos se hayan ido a la escuela, fin de la conversación —mi madre bufó y salió.

Suspiré, si se había puesto así por qué me cambié de escuela, no quería saber cómo iba a reaccionar cuando se enterase que me había besado con un chico que no era "mi novio"...

Y de nuevo, Ginés en mi mente.

— Buenos días familia —gritó Gin desde el tope de las escaleras, lo miré con una sonrisa. Bajó a prisa con una sonrisa en la cara, mi padre se puso de pie, lo esperó al bajar y lo abrazó.
— me alegra verlos tan felices —le besó la frente— pero, ¿Por qué esta repentina felicidad? —me acarició la mano y se sentó
— La vida me está mostrando que se puede ser feliz —respondió el desabrido, sonreí— me gusta alguien, y le gusto también —y aunque él no quisiese hacerlo para lastimarme, lo hacía. Suspiré y volví a comer otra ves para olvidarme de las lágrimas que querían salir.
— como no, si tengo los hijos más guapos de España —me miró, sonreí— y quién ustedes quieran tener a su lado por mi bien. Verán que nadie los rechazará —pasé saliva. Y fingí una sonrisa
— Ya, gracias padre —Ginés se apuró a comer igual que yo, debía ir a la escuela mejor.



Afortunadamente hoy no tenía ninguna clase con Ginés, así que en todo el día no lo había visto ni una sola vez.

Cosa que me agradaba porque solo verlo me sacaba las lágrimas.

— Bien, pueden irse a casa —la maestra finalizó y nos dejó salir.

Guardé las cosas en mi bolso y salí del salón. Caminé por los pasillos, la gente se veía tan feliz. Y claro, si quedaban pocas semanas para terminar las clases.

Dejé el edificio para ir hasta mi auto, pero sobre él estaba recargado Pablo. Lo miré con la cabeza ladeada. Me acerqué con sorpresa y le di un abrazo.

— ¿Qué haces aquí? —pregunté con una sonrisa, me la respondió
— Mis padres no nos han visto juntos últimamente y me han pedido que viniera por ti para ir a comer a casa... —rió
— Mis padres también me cuestionaron por no salir contigo últimamente —reí a la par
— Bueno, vamos... —apuntó con la cabeza su auto.
— Espera, que debo darles las llaves del coche a Ginés para que lleve a los demás a casa —le tomé del brazo. Asintió, me acerqué a darle un beso en la mejilla pero como él iba a darme uno también nuestros labios se habían conectado.

Me separé, reí y me alejé. Últimamente mis labios probaban labios diferentes... Y he de admitir que no podía evitar recordar los de Zasko.

Entré al colegio y busqué a Ginés, que estaba charlando con Manel muy sonrientes.

— Hey, niños —sonreí, ambos me miraron con risa— me voy con Pablo, toma las llaves te toca conducir —le dije a Gin, asistió— nos vemos por la noche
— Así será —respondió Ginés y me di la vuelta volviendo a con Pablo, este sonrió al verme y me esperó hasta estar a su lado para empezar a avanzar hasta su coche. Me abrió la puerta y me esperó a subir para cerrarla.

Me puse el cinturón y esperé a que el subiera para irnos.



Zasko's pov

Tiré mi cigarro y limpié mi lágrima.

Yo tenía razón, ella estaba con el tal Pablo y no había esperado nada para empezar a traerlo a la puta escuela y reprocharme en cara que me había "superado"

Suspiré, odiaba haberme enamorado de ella, ya no podía sacarla de mi cabeza. Ya ni la Marihuana me la sacaba de ahí... Necesitaba cosas más fuertes, necesitaba algo tan potente que me hiciera no solo olvidarla por un minuto, si no olvidarme de ella... Quizás para siempre.



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Dʀᴜɢs ~ Zᴀsᴋᴏ (🆃🅴🆁🅼🅸🅽🅰🅳🅰)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora